El Khimki pone al Madrid contra las cuerdas

Los rusos asaltaron el Palacio haciendo un partido muy serio y aguantando la concentración en los compases finales. Los blancos no habían ganado ni un solo partido europeo fuera de casa, y con esta primera derrota en casa ponen el aciago 2-4 en el tremendo Grupo A. Duelo muy igualado, que llegó a un final agónico en el que los merengues no supieron remontar. Tyrece Rice por los cosacos y Gustavo Ayón por los madridistas fueron los más destacados.

El Khimki pone al Madrid contra las cuerdas
Tyrece Rice robando un balón (Foto: Euroleague.net)
carlosdelarosa
Por Carlos de la Rosa Llano

Duelo casi decisivo para un Madrid que en el comienzo de la segunda vuelta del Grupo A marcha con un inesperado tanteo negativo de 2-3. En frente un Khimki poderoso, con una plantilla de lujo y que ya se impuso en la ida (84-70). Buen ambiente en las gradas del Palacio, que se ha convertido en el fortín blanco, para saludar un partido que amanecía con un intenso intercambio de canastas entre ambos bandos. Los rusos se ponían ligeramente por delante con el triple de Monia y los buenos puntos en la pintura de Paul Davis. Volvían a igualar los merengues con un misil tierra-aire de Sergio Llull, pero los cosacos no daban el brazo a torcer.

En los siguientes minutos hubo muchos errores en los tiros por los dos equipos. Momentos de ciertos desajustes defensivos, por lo que llegaba el primer tiempo muerto del duelo y las consiguientes rotaciones. A pista Sergio Rodríguez para intentar cambiar el ritmo el partido. El Madrid era el primero en llegar al bonus de personales, y jugadores rivales con gran muñeca, como Petteri Kopponen, no perdonaban. Respondían los blancos utilizando el pick&roll perfectamente terminado en mate por un Gustavo Ayón en estado de gracia. Con el triple sobre la bocina de Vyaltsev el disputado primer cuarto culminó 22-24.

Tensa igualdad

Seguía la paridad en el electrónico, mientras se veían caras nuevas en el parquet. Una de ellas eran Jeffery Taylor, cada vez más integrado en el grupo y que ya fue el mejor hombre de los merengues en el nefasto duelo contra el Estrasburgo. Pero el Khimki también puede presumir de fondo de banquillo y se permitía el lujo de dar sus primeros minutos a Alexei Shved (el jugador mejor pagado de Europa). Momento para las indivualidades, y entre los destacados el microondas Tyrece Rice, que concatenó cinco puntos consecutivos y abría hueco. Además los rusos estaban cerrando el rebote con contundencia, siendo Paul Davis un titán en esta faceta. Le crecían los enanos al Madrid con la técnica pitada al caliente Andrés Nocioni. Khimki +8 arriba y tiempo de un enojado Laso.

Seguía la electrocución de un Madrid demasiado desconcentrado, por lo que la ventaja cosaca alcazaba la barrera de los diez puntos. Tras un correcalles bastante caótico, un robo del Madrid propició la contra finalizada por el triple salvador del Chacho. Fue el comienzo de una incipiente remontada que Kurtinaitis quiso cortar de raíz con tiempo muerto. El genio de La Laguna motivó la reacción local con un parcial de 7-0. Los blancos estaban defendiendo por fin con intensidad, lo que les permitía ajustar las marcas y lanzar contras. Con tremendo sufrimiento se limaron las diferencias y a vestuarios con 42-44.

El Khimki no cede

Comienzo de la segunda parte con dos enormes triples de Carroll y Shved, retándose desde el 6.75. Defensas mucho más virulentas, pero las estrellas seguían conectando grandes canastas, como un nuevo misil de Carroll o la magnífica entrada a canasta de Tyrece Rice. La permisividad en el contacto de los árbitros calentó al público del Palacio, más que disconforme con sus decisiones. Los cosacos seguían firmes como rocas, anotando en ataque y sobrios en defensa. Debido al exceso de precipitación Carroll se cargaba con la cuarta personal, mientras que Rice y Davis seguían haciendo sangre en el aro merengue. Khimki de nuevo +8 arriba. Tiempo de un Laso que pedía calma.

No conseguían los blancos secar el grifo anotador del rival, y Rice seguía percutiendo el aro sin piedad, siendo ya el máximo anotador del duelo. Enorme potencia de fuego de los cosacos, a la que se sumaba el síndrome Gepeto (muñeca de madera) de los merengues desde la línea de libres. Frenó el ímpetu de los rusos la técnica contra un protestón Shved, que se marchó al banquillo protestando contra árbitros y su propio entrenador. Relevante la intensidad en el rebote de Ayón, que se estaba hinchando a capturarlos. Pese a ello el Madrid permanecía siempre a remolque. Final del tercer cuarto con otro apretado 63-66.

Contra las cuerdas

Últimos minutos de una tremenda intensidad, con los dos conjuntos demostrando su calidad en las individualidades. Transiciones rápidas y mucho físico percutiendo en cada marca. Ayón seguía produciendo por los blancos en las zonas zonas, demostrando que el mejicano está imperial. Llegó desde la estepa siberiana el veterano Sergey Monia para enfriar el duelo con un triple de raza. Los cosacos se encontraban cómodos, con un Augustine más que efectivo en defensa y punteando casi todos los tiros en la pintura. El triple de Sergio Rodríguez tras bloqueo exterior volvía a situar a los dos conjuntos bailando un chotis en el marcador.

Épicos compases finales, con un Llull que cojeaba ostensiblemente con un fuerte golpe en la rodilla, pero que no le impedía enchufar un excelso triple desde ocho metros para seguir creyendo. Pero en la batalla sin cuartel respondía de nuevo un Monia más frío que el hielo. A base de triples imposibles (como el del Chacho totalmente desequilibrado) los merengues estaban de nuevo en la pomada. Los dos conjuntos en bonus y agonía absoluta en los últimos segundos. El Madrid falló dos triples lejanos y desesperados como última opción y el tiro libre de Tyrece Rice sentenció el duelo con 82-85. Ello pone a los madridistas contra las cuertas con balance de 2-4 y peligra seriamente su continuidad en la Euroliga.

Protagonistas

Cuatro hombres del Khimki fueron la clave del apretado triunfo. Tyrece Rice (18 puntos, ocho asistencias, dos robos, cuatro faltas recibidas), volvió a ser la pesadilla de los merengues. Ya fue el MVP de la final que perdieron los blancos ante el Maccabi, y les sigue teniendo tomada la medida. Alexei Shved (13 puntos, cuatro rebotes, tres asistencias) es un genio insolente que se pelea hasta con su entrenador, pero tiene calidad a raudales. James Augustine (12 puntos, cuatro rebotes) y Paul Davis (nueve puntos, 10 rebotes) son dos gladiadores incansables de la zona que lo dieron todo.

Por el derrotado Madrid destacar sobremanera a Gustavo Ayón (14 puntos, 15 rebotes, dos robos, 30 de valoración), que por momentos parecía el único que tiraba del carro blanco a base de pundonor y acierto. Le secundaron Sergio Rodríguez (17 puntos, 4/7 en triples) que fue de menos a más en el partido, y Sergio Llull (13 puntos, tres rebotes, tres asistencias), híperactivo como siempre pero muy errático en los tiros.

Fotos el texto: Euroleague.net

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Sobre el autor
Carlos de la Rosa Llano
Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Derecho por la UNED. Redactor jefe del Real Madrid de baloncesto en VAVEL, corrector y editor de la revista literaria El Mar de Tinta, experiencia previa en grandes empresas como Cadena SER y RNE. Doctorando especializado en Redacción periodística, Abogado, Master en Derecho Privado, miembro del ICAM y la Asociación de la Prensa de Madrid desde hace 10 años.