Primer clásico de la presente temporada, con los dos eternos rivales igualados en la segunda posición de la Liga. Duelo por todo lo alto en un Palacio de los Deportes abarrotado y especialmente engalanado en esta fechas navideñas. Rudy Fernández causaba baja por los locales, mientras que Carlos Arroyo y Álex Abrines lo hacían por los blaugranas. Con esas premisas amaneció un duelo frenético, con posesiones muy rápidas y Ante Tomic tremendamente acertado desde el inicio. Respondía por los merengues un Sergio Llull desatado. Seguían poderosos en la anotación los blaugranas, como la bandeja de Satoransky.

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El triple de Justin Doellman abría la ventaja de los culés (+8), demostrando que este año tienen una mayor potencia de fuego. Inmediato tiempo de un Pablo Laso que buscaba soluciones ante la caraja de sus pupilos. Y seguía demostrando el Barcelona que estaba fino con el triple de Pau Ribas. Primeras rotaciones en pista, entrando Samuels por los catalanes para dar músculo y Carroll por los blancos. Desde el 6.75 aparecía un iluminado Jonas Maciulis, que abrió el camino para que el asesino mormón Carroll le secundara con su metralleta de lujo. Con otro misil sobre la bocina de Pau Ribas se cerraba el emocionante primer cuarto (23-25).

Ligera ventaja culé

Más cómodos en pista los blaugranas, que encontraban las canastas interiores de un imparable Samardo Samuels y los tiros con clase de Doellman. Daba la réplica el Madrid con Thompkins y la muñeca caliente de Carroll. Mayor intensidad en las marcas por parte de ambos conjuntos. Tanto los estrategas Laso como Pascual habían reajustado las defensas y cambiaban la zona 3-2 a otras opciones como marcajes individuales y más ayudas exteriores. Entraba en pista Sergio Rodríguez, buscando un nuevo cambo de ritmo. Pero los catalanes seguían muy férreos y acertados en el ataque, con un Pau Ribas clarividente.

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El duelo seguía en todo lo alto con ambos conjuntos demostrando sus respectivas armas y rotando sin final sus excelsas plantillas. Ahora eran los adolescentes Doncic y Vezenkov los que se veían las caras, dos perlas con inmensa proyección. El Barcelona era el primero en llegar al bonus de personales, pero también los que seguían dominando la anotación en el continuo intercambio de golpes. Otro en estrenarse en el duelo era el veterano Andrés Nocioni, y lo hacía para enchufar desde el perímetro: eterno el Chapu. Mucha polémica con ciertas decisiones arbitrales. Con el monstruoso triple de Navarro sobre la bocina a vestuarios con 44-50.

El Madrid contra las cuerdas

Reanudación del intenso duelo con canasta de Sergio Llull, rápidamente respondida por la de Navarro. Los catalanes permanecían muy incisivos en los aciertos de tiro, y tanto Doellman (que se cargaba con su tercera personal), como su sustituto Samardo Samuels no perdonaban aumentando la ventaja visitante al +9. Ello, sumado a la canasta por elevación de Satoransky posicionaba al Barcelona por encima de la barrera psicológica de los diez puntos. El castigo blaugrana se recrudecía en el 2+1 de Justin Doellman. Tiempo muerto de Laso, que intentaba frenar la tremenda sangría que estaban sufriendo sus pupilos.

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Seguía el castigo visitante con otro 2+1, esta vez materializado por un caliente Juan Carlos Navarro. La máxima de los culés ya superaba los 14 puntos, y exigía una inmediata reacción de los blancos o el partido se les iba a escapar inexorablemente. Los equipos habían alcanzado ya el bonus de personales, pero eso no limitaba el enorme poderío de los azulgranas, imparables en su magnífica lectura de las jugadas ofensivas. Laso movía de nuevo el banquillo, buscando soluciones desesperadas como la del recién llegado Maurice Ndour. Espectacular tercer cuarto de los culés que imponían un contundente 58-74 (+16 para los visitantes).

Final y protagonistas

El último parcial era una lucha contra lo imposible de los merengues, que tenían que remontar una cifra importante. Lo intentaron con momentos de calidad intermitente, como los propiciados por el físico Jeffery Taylor, que intentaba dominar la zona a base de muelles en las piernas. Pero las malas noticias se acumulaban para los de Laso. Sergio Llull (que estaba siendo el máximo anotador blanco), abandonaba el partido con un problema muscular. Lucha hasta los compases finales, pero el Barcelona se llevaba merecidamente el enfrentamiento entre titanes por 84-91. Los de Xavi Pascual ponen el 12-1 en Liga, sacando ventaja al eterno rival.

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Por los vencedores blaugranas destacar el enorme partido de Justin Doellman (17 puntos, cinco rebotes, 4/4 en tiros de dos, 2/3 en triples, 22 de valoración), muy acertado y elegante sobre la cancha. Fue su alma gemela el excelso Thomas Satoransky (16 puntos, siete rebotes, seis asistencias, cinco faltas recibidas, 26 de valoración), un auténtico hombre orquesta sobre la pista. En segundo plano Pau Ribas (15 puntos, 4/7 en tiros de dos, 2/4 en triples), Samardo Samuels (12 puntos, 6/6 en tiros de dos), y Ante Tomic (11 puntos, cinco rebotes), que demostraron su contundencia.

Los más destacados de un desdibujado Real Madrid fueron Jaycee Carroll (13 puntos, tres rebotes, dos asistencias, 3/5 en triples), caliente pero demasiado intermitente, Sergio Rodríguez (14 puntos, tres asistencias) y Sergio Llull (12 puntos, tres asistencias). El Aeroplano de Mahón tuvo que marcharse del partido con una lesión muscular.