Tercera jornada del Top 16 de Euroliga dentro del mortal Grupo F, y los blancos que recibían a un Zalgiris convulso y con Sarunas Jasikevicius como nuevo técnico tras la reciente destitución de Kaprikas. Rudy y Llull causaban una vez más baja por los madridistas y el veterano pívot Javtokas por los lituanos. Con estas premisas amanecía un duelo rápido en las transiciones y con los dos conjuntos soltando la muñeca con fluidez. Superiores se mostraban los locales en el acierto y la voracidad cerrando el rebote. Tras el triple de Thompkins (parcial de 10-2) Jasikecivius pedía el primer tiempo muerto.
Y respondían los bálticos ante la reprimenda de su entrenador con las grandes canastas de Ulanovas. El Madrid seguía produciendo puntos con el pick&roll entre Sergio Rodriguez y un productivo Ayón. Primeras rotaciones en pista, y por los blancos entraba un frenético K.C. Rivers, que enchufó su primer tiro sin piedad. Paulatinamente los de Laso iban dominando el ritmo del encuentro y su ventaja alcanzó la barrera psicológica de los diez puntos. Los lituanos estaban perdiendo demasiados balones. Ayón seguía demostrando su enorme superioridad en la pintura. Final del primer cuarto 26-18.
Un dominio engañoso
Más cambios en el duelo, y ahora eran Carroll y Jeffery Taylor los que refrescaban a los madridistas, mientras que por los de Kaunas pisaba pista el ex-jugador blanco Martinas Pocius. Buen movimiento de balón por parte de los locales, que jugaban a las cuatro esquinas y buscaban al hombre libre desde el perímetro, como el triple de Espartaco Reyes liberado de sus marcas. Olivier Hanlan era de los pocos que estaba respondiendo por los lituanos, pero la ventaja se mantenía claramente por los merengues. Nuevo tiempo muerto de un Jakisevicius que necesitaba cambiar la deriva negativa.
Las siguientes posesiones fueron un tanto precipitadas. Doncic mostraba su imperioso ímpetu, pero también cometía errores en los pases en transición. Debido a ello, un duelo controlado comenzó a desbocarse. Zalgiris volvía a la pomada con las canastas a la contra propiciadas por el Madrid. Motum y Kalnietis demostraban su velocidad corriendo la pista. Tiempo muerto de un enfadado Laso, y Sergio Rodríguez que entraba en pista para frenar el desfase. Perdonaba el Madrid desde los tiros libres, y pese a su superioridad la primera parte se cerró con un ajustado 45-42.
Ventaja blanca
Tras la reanudación los blancos salieron en tromba, anotando con fluidez y forzando los errores contrarios. Maciulis percutía contra el equipo que le vio nacer culminando un 2+1. El Madrid volvía a imponer la ventaja de los diez puntos gracias a un Gustavo Ayón muy dominante en los rebotes ofensivos. Muchas imprecisiones por parte de los bálticos y Jasikevicius que pedía tiempo intentando reconducir a sus pupilos. Se recrudecían las defensas y se deceleraba la anotación, pero los merengues siempre por delante en el electrónico. Enorme partido de Felipe Reyes, que aportaba en las dos partes del campo.
Buenos minutos del veterano Jankunas, que mantenía la esperanza de los suyos. Los lituanos seguían en el partido a base de muñeca, pero los rebotes eran claramente dominados por los madridistas tanto en ataque como en defensa. Más rotaciones y a pista el guerrero Nocioni para dar algo de refresco a Ayón. El estonio Vene reactivaba a los lituanos con un triple desde el perímetro, pero Reyes no paraba de percutir la zona rival y hacerse con todos los balones sueltos en la pintura. Nocioni cerraba el tercer cuarto con un tiro desde cinco metros (65-53).
Zalgiris vende cara su derrota
En los últimos minutos Reyes se siguió mostrando imperial en la pintura, mientras que Rivers aparecía de manera esporádica desde el 6,75 para cercenar todas las esperanzas lituanas. Clara ventaja blanca, aunque los de Jasikevicius demostraban pundonor manteniendo la compostura y anotando sus puntos. Se pudieron ver plásticas jugadas como el enorme tapón de Luka Doncic, demostrando su insultante polivalencia. Jugadores de gran clase como Seibutis percutían el aro merengue y apretaban el marcador del duelo (los lituanos a cinco puntos).
La respuesta ante la reacción de los verdes fue un nuevo triple de un K.C. Rivers asesino desde la larga distancia. Hasta los compases finales el Zalgiris luchó con coraje el partido. El rebote ofensivo le estaba dando la vida al Madrid, errático en las primeras opciones, pero definitivo en las segundas. Los dos equipos idearon las últimas transiciones intentando alcanzar el mejor basketaverage posible. Final del entretenido duelo con 92-86. Los madrisidstas ponen el 2-1 en el mortal Grupo F.
Protagonistas
Absolutamente espectacular el partido de Felipe Reyes (24 puntos, seis rebotes, tres asistencias, ocho faltas recibidas, 32 de valoración). El eterno capitán blanco erupcionó en ambas pinturas para dibujar un partido perfecto. A ello sumó unos porcentajes de tiro encomiables (6/10 en tiros de dos, 2/2 en triples, 6/6 en libres). Su imparable compañero fue un inmenso Gustavo Ayón (16 puntos, 15 rebotes, tres asistencias, tres tapones, 30 de valoración), otro genio excelso desde la pintura. K.C. Rivers (14 puntos, 2/4 en triples) y Jonas Maciulis (12 puntos, tres rebotes) cerraron los destacados.
Por un combativo Zalgiris destacar el gran trabajo de Rimaldas Seibutis (13 puntos, 5/7 en tiros de dos, 3/3 en libres, 17 de valoración), que dio ritmo y esperanza a los suyos. Ulanovas (10 puntos, cuatro rebotes, tres asistencias), y el estonio Siim-Sander Vene (10 puntos, 2/3 en triples) también aportaron, aunque de manera insuficiente.