Segundo clásico de la temporada, aunque esta vez en escenario europeo. Madridistas y culés se medían en un gran duelo encuadrado en este mortal grupo F del Top 16, donde ganar en casa resulta clave para sobrevivir. Por los locales causaba baja Rudy, pero volvía a la rotación Sergio Llull (que precisamente se lesionó en el anterior partido contra los azulgranas). Por los visitantes Carlos Arroyo permanecía en el dique seco. Con esas premisas amaneció un duelo claramente dominado por los culés, que impusieron parcial inicial de 0-8 con dos triples imperiales de Justin Doellman. Volvían paulatinamente a la pomada los merengues con el misil del Chacho y el tiro a media distancia de Ayón.
El triple de metralleta Carroll daba definitivamente la vuelta al marcador, por lo que Xavi Pascual pedía el primer tiempo muerto. Ahora eran los blancos los que se encontraban cómodos en la pista, lo que aprovechaba en las contras el gigante Ayón. Sergio Rodríguez ganaba por velocidad rompiendo la cintura de Satoransky y ventaja local de +8. Otro tiempo de un enojado Pascual. A pista Ribas y Samuels para frenar la sangría. Los madridistas eran los primeros en llegar al bonus de personales. Momento importante la entrada de Llull a pista entre enorme ovación del Palacio. El triple de Oleson y el monstruoso mate a una mano de Samuels apretaba de nuevo el electrónico. El primer cuarto culminó con un triple de película made in Llull sobre la bocina desde casi nueve metros (27-17).
El Madrid toma ventaja
Seguían percutiendo los locales el aro catalán, incluido un triple desde la esquina de Nocioni cuando se acababa la posesión. El partido se endurecía sobremanera con muchos gladiadores sobre la pista como Lawal, Nocioni o Hernangómez. Y mientras el renacido Llull seguía a lo suyo, destrozando al rival desde el perímetro (+16 para el Madrid). Siguientes minutos con mayor reajuste de las defensas. El Barcelona gestionando mejor los tiros y atacando el rebote con fiereza, por lo que se acercaban en el marcador. Más tiempos muertos en una guerra táctica.
Chacho seguía demostrando su magia, driblando entre las piernas y asistiendo a Reyes. Además el canario estaba afilado desde la larga distancia, pero respondía el legendario Navarro, siempre caliente ante el eterno rival. En la intensa guerra de las marcas salía damnificado Carroll, que se cargaba con la tercera personal. Realmente intenso en defensa Gustavo Ayón, que robaba demostrando lo agil que está de manos. A ello se sumaron una par de inesperadas pérdidas de balón por parte del Barcelona. Llull seguía asesino desde el 6.75, entrando en pista para enchufar. El triple sobre la bocina de Doellman cerraba la primera mitad 48-37.
Perperoglou despierta al Barça
Reanudación del encuentro con Lawal en el quinteto sustituyendo a un Tomic desaparecido en combate durante la primera parte. Felipe Reyes seguía dando un clinic en la pintura blaugrana, capturando rebotes ofensivos y metiendo canastas a tabla. Navarro marchaba al banquillo, todavía tocado tras un golpe en la rodilla sufrido minutos antes. El partido se aceleraba con transiciones demasiado deslavazadas por parte de ambos conjuntos. Muchos fallos en los tiros y pérdidas de balón, por lo que se pedía tiempo muerto. La ventaja seguía siendo blanca, pero el partido aún no estaba roto.
Reaccionaban los culés con defensas pegajosas y la entrada a canasta de Pau Ribas. Gracias a ello, bajaban de la barrera de los diez puntos por vez primera en muchos minutos. Además, los madridistas se cargaban de personales. Los de Xavi Pascual estaban ganando los uno contra uno, como la plástica bandeja a tablero del portento Satoransky. Más leña al fuego con la doble antideportiva a Perperoglou y Ayón. Consecuencia directa que ambos conjuntos llegaban al bonus de faltas. De la lucha en el barro se lucró un asesino Perperoglou, que enchufó desde el 6.75 sin piedad. Tiempo de Laso. El griego siguió percutiendo (10 puntos en el cuarto) y final del tercer parcial con un apretado 63-62.
Doellman se lleva el partido
El apasionante último cuarto comenzaba con el triple de Doellman, que cerraba el ciclo y volvía a poner a los culés por delante como hizo en el inicio del encuentro. Ahora eran los blaugranas los que volvían a dominar y cerraban mejor el rebote, ganando la guerra física con una bestia como Shane Lawal, que se colgaba del aro blanco sin piedad. El duelo en todo lo alto y ambos equipos intercambiando golpes como pesos pesados. A las buenas combinaciones interiores azulgranas respondían los merengues con el triple de metralleta Carrroll. Máxima igualdad.
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Y así transcurrieron los minutos definitivos del intenso enfrentamiento. Los dos conjuntos aprovechando el menor error defensivo del oponente para enchufar. Un ejemplo fueron los triples excelentes de Justin Doellman y el respondido por Sergio Rodríguez. El Palacio era una auténtica olla a presión animando a los suyos. Y Felipe Reyes siempre está en todas las faenas, aguantando los envites rivales y transformando canastas tras falta. El Madrid de nuevo delante y tiempo muerto de Pascual. Los últimos compases fueron opresivos, con los dos técnicos jugando a la guerra psicológica de los tiros libres. Y Justin Doellman enchufó sobre la bocina para dar la victoria in extremis al Barcelona (86-87).
Protagonistas
El más decisivo del duelo fue un magnífico Justin Doellman (24 puntos, tres rebotes, dos robos, 3/6 en tiros de dos, 6/6 en triples, 26 de valoración). Espectacular el estadounidense que aniquiló a los blancos desde la larga distancia. Le secundaron Shane Lawal (10 puntos, seis rebotes, 18 de valoración), muy físico e intenso, Stratos Perperoglou (13 puntos, 3/6 en triples) que fue clave para la remontada de los blaugranas en el tercer cuarto y Juan Carlos Navarro (12 puntos, tres asistencias, 2/3 en triples), que se marchó tocado del duelo, pero el tiempo que estuvo en pista hizo sangre.
Por los blancos destacar el enorme partido de Sergio Rodríguez (18 puntos, cuatro rebotes, 13 asistencias, 4/5 en triples, 27 de valoración), que estuvo excelso tanto en el reparto del juego como en la contundencia desde el perímetro. Buen partido del eterno Felipe Reyes (14 puntos, siete rebotes, 16 de valoración), que se partió el cobre en la pintura. En segundo plano Gustavo Ayón (12 puntos, tres rebotes, cuatro asistencias) y el recuperado Sergio Llull (13 puntos).