De ser la pieza que faltaba, a salir por la puerta de atrás.

En 2013 llegaba Ioannis Bourousis al Real Madrid. El griego venía para ser la pieza definitiva en las filas blancas, donde solo faltaba un center de gran nivel para completar una plantilla de ensueño.

El pívot demostró su nivel al poco de llegar. Aportaba defensa y cierre del aro, rebote e intimidación. Inteligencia defensiva sobre la pista. Un veterano que sabe dónde tiene que estar y cuando tiene que estar.  Pero además Bourousis sabe anotar. Tras pick-and-roll o incluso atreviéndose con triples. La variedad ofensiva de Ioannis es muy amplia.

Especialmente decisivo en la primera temporada, sobre todo en Euroliga, el pívot vio cómo su papel en la siguiente campaña cambiaría mucho. Pasó de ser completamente imprescindible para las victorias blancas, a ser completamente prescindible para el futuro del Madrid.

La segunda mitad de la 2014/2015, cuando se consumaron todos los títulos de la mágica temporada merengue, fue cuando menos se vio a Bourousis. El griego perdió importancia y la ganó Gustavo Ayón.

Su salida del Real Madrid era muy clara. Después de levantar todos los títulos Ioannis se marchó por la puerta de atrás. Muchos veían el ficharle como una ganga, por no decir todos los seguidores y expertos. Un veterano que había desaparecido completamente en la capital española.

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Gran EuroBasket, mejor arranque de temporada

En verano recuperó sus mejores sensaciones con la elástica helena en el Eurobasket. Con Fotis Katsikaris a los mandos Bourousis volvió a sentirse jugador de baloncesto y firmó 11.1 puntos, 5.6 rebotes y 1.6 asistencias. El griego estaba de vuelta, aunque en realidad nunca se había ido.

A finales de septiembre se confirmó su próximo equipo. Seguía jugando en España y también Euroliga. Bourousis firmaba un año con el Laboral Kutxa Baskonia de Velimir Perasovic. Quería reivindicarse con un equipo y de la Liga Endesa, y de qué manera lo ha hecho.

“¿Por qué no iba a rendir cómo lo está haciendo?”, dice Pablo Laso sobre el rendimiento de su exjugador en la previa del Real Madrid - Laboral Kutxa de Euroliga. Sólo estas declaraciones ya dejan ver el gran trabajo del griego y, sobre todo, ¿por qué Laso no consiguió darle este rendimiento?

MVP jornada sí y jornada también. Este es el Bourousis que renace en Vitoria. Tanto en competición doméstica como en la europea está siendo el pívot referencia, el mejor center de la competición. A inicios de año hizo un espectacular partido, precisamente contra el Madrid, con 24 puntos y 8 rebotes para vencer a los blancos. También en Euroliga es la referencia de su equipo, con 19 puntos en 25 minutos ante el CSKA o de nuevo sus 24 puntos y 8 rebotes contra el Barcelona.

El griego está en el mejor momento de su carrera. A sus 32 años promedia 14.3 puntos y 8.5 rebotes en 24 minutos, con unos excelentes porcentajes en todas las áreas: 53.5 por ciento en tiros de campo, 41 por ciento en triples y 88.4 por ciento en tiros libres.

Los pívots, la asignatura pendiente de Laso

Ante su pletórico nivel, dejando a un lado su nuevo enfrentamiento contra su exequipo, muchos seguidores vuelven a hacerse la misma pregunta: ¿cómo Pablo Laso le dejó sentado en el banquillo y no explotó todo su talento? El caso de los pívots con el entrenador es, cuanto menos, curioso y se une a una lista donde destaca su nombre junto al de Ante Tomic.

Hoy el pívot griego vuelve a la capital. Ioannis Bourousis quiere volver a ganar, Bourousis quiere demostrar su gran nivel. Quiere demostrar el gran nivel que tiene ante su exquipo y qué mejor manera de hacerlo que ante una batería interior blanca tan profunda y de tanta calidad.