Ajenos al resto, alejados del murmullo incesante de los aficionados sedientos de espectáculo, imbatibles sobre el parqué y dueños del que, hasta ahora, está siendo el mejor estilo de juego de la NBA. Los Pacers, amos y señores de la liga en estos primeros compases, construyen su efectividad desde atrás, exprimiendo su potencial en la presión defensiva para que la eficacia ofensiva llegue sola. Tienen otro estilo, otra manera de hacer a la que ya nos tenían acostumbrados y que les ha recompensado con un sorprendente arranque de campaña. Por todo ello, Indiana registra siete victorias consecutivas en siete encuentros y firma el mejor inicio de temporada de la franquicia.
Anotan poco, encajan menos
Cualquiera diría, si nos fijamos en los puntos por partido promediados por cada equipo, que los Pacers lideran la tabla de la Conferencia Este sin despeinarse: los de Frank Vogel son los vigesimosegundos (de 30 equipos) con 95, y son 14 los conjuntos que sobrepasan la barrera de los 100. Sin embargo, su trabajo defensivo revaloriza el dato: siendo los que menos puntos encajan, con 85 (muy lejos de los 93 de Chicago), a Indiana no le hace falta tener el mejor registro anotador. Los cabezas de cartel de este combinado de récord, los mismos del año anterior: Paul George, que ha iniciado la campaña con más confianza que la anterior y Hibbert, dominador de la zona interior que fortalece el sistema en defensa.
George está en todas las partes del juego de los de Indiana. Es versátil y cumple con solvencia con el papel de líder, destacando tanto en anotación como en el trabajo defensivo que subrayamos constantemente como marca de la casa de los Pacers. El alero está bien respaldado por sus compañeros en este inicio de liga: Hibbert ha arrancado promediando el doble de tapones que colocaba en la pasada temporada y West, la pareja de éste en la zona, sigue a un muy buen nivel (12 pts, 7 reb de media) tras 10 años como profesional.
Lo más destacable hasta la fecha seguramente es la nueva pieza clave del equipo: Stephenson, que cumple su cuarta campaña como jugador de la NBA (y de los Pacers), ha mejorado este curso en todos los aspectos. Alentado por el aumento de minutos que pisa el parqué (35 de media), el escolta ha devuelto el favor aprovechando al máximo su presencia en el campo. Aquí podemos ver su evolución:
El trabajo duro está premiando a este conjunto. Juegan a través y desde la defensa y con ella se aseguran estar por encima. No son los mejores en ataque, pero afianzan su ventaja cuando anulan ofensivamente al rival. Vogel va a contracorriente, al mando de un equipo que no busca el aro desesperadamente pero impide que el oponente encuentre el suyo. Hasta ahora, siete partidos resueltos con victoria y un récord de franquicia. Veremos hasta dónde pueden llegar.