Los San Antonio Spurs saltaron con urgencias al parqué texano, después de ver como su veloz e imparable arranque en la eliminatoria era frenado de golpe por el efecto Ibaka. Tras sufrir dos tropiezos a domicilio, San Antonio volvió a disfrutar del entorno familiar y del rugido de un público entregado a la causa. Desde el minuto uno, los Spurs dejaron claro que lo darían todo y que nada sería sencillo para los Thunder.
Popovich se inventó el efecto Bonner para combatir la revolución interior de Ibaka
La recuperación empezó por la planificación y el desgaste. Primero, los Thunder parecieron más lentos y pesados sobre la cancha después de los esfuerzos autoexigidos en Oklahoma. Gregg Popovich modificó la alineación inicial, y sacó a Matt Bonner para intentar descolocar a Serge Ibaka. Viendo el resultado, el experimento funcionó, el efecto Red Mamba fue clave al menos en defensa ya que Ibaka no aportó en ataque para los suyos.
Desfallecimiento temprano para los Thunder
Si en el primer cuarto los Thunder aguantaron gracias a un inicio fulgurante, el indicio de desfallecimiento se vio temprano en el segundo cuarto. Al descanso, los Spurs ya superaban (65-55) en todos los apartados estadísticos al rival, incluidos los puntos en la pintura (28 a 16) o la aportación del banquillo (27 a 9). Síntomas claros de que los Spurs por un lado habían superado la barrera interior y de que seguían explotando sus puntos fuertes, como la profundidad de recursos.
Duncan y Ginobili lideraron la contienda, completados por el infalible banquillo
Más allá del esfuerzo colectivo, la victoria se fraguó gracias al acierto de Manu Ginobili –autor de 19 tantos, 4 rebotes y 6 asistencias– y a la soberbia actuación de Tim Duncan, que concluyó con 22 puntos y 12 rebotes. De nuevo, ambos astros pusieron los cimientos que consolidaron el resto de compañeros, comenzando por Tony Parker (12) y pasando por los habituales Danny Green (14 puntos y 4 triples), Kawhi Leonard (14) y Boris Diaw, que tuvo un papel destacado en la defensa de Durant además de aportar 13 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias en el apartado ofensivo.
¿Y ahora qué hacemos, Scott?
Con menos recursos y descolocados ante la insuficiente contribución de Serge Ibaka (6 puntos, 2 rebotes y 2 tapones) en Texas, los Thunder se difuminaron en la segunda parte. Al final del tercer cuarto los Spurs ya habían dictado sentencia con otro +10 de parcial. Con la paliza confirmada –otra más para unos Spurs que han ganado por un promedio que roza los 27 puntos cuando han jugado en casa en estas finales de conferencia– los titulares descansaron y los suplentes confirmaron el gran reto que representa la profundidad de los unos y la ligereza de los otros.
Los Spurs han ganado sus tres partidos en casa por un promedio de 27 puntos
Kevin Durant no fue suficiente, con 25 puntos, y Russell Westbrook no volvió a cosechar números de Jordan, ya que terminó con 21 tantos y 7 asistencias magníficas, pero infinitamente más terrenales que los 40 tantos del último precedente. Tan solo un tocado Reggie Jackson (11) acompañó en los dobles dígitos al dúo estelar de Oklahoma.
Parece que los Spurs han encontrado el remedio a Serge Ibaka y la calma necesaria para buscar el billete a las finales en el sexto, sin urgencias y buscando la sencillez de los fundamentos del baloncesto, el movimiento de balón, la defensa y el acierto de magnífica coral de destacados solistas. De perder en Oklahoma, San Antonio mantendrá la condición de favorito en el hipotético séptimo que se disputaría en casa, feudo indiscutible y en el que Oklahoma ha recibido ya tres tundas.
Resumen San Antonio Spurs - Oklahoma City Thunder