San Antonio Spurs - Miami Heat: el reencuentro más esperado

Hay una frase que con el paso de los años se ha convertido en un tópico aunque no deja de ser una realidad: “Esta noche comienza la auténtica temporada”. Mucho se ha repetido durante toda la historia aunque es una frase que refleja lo que supone para dos equipos campeones llegar a las Finales de la NBA. Todo un año trabajando para esto, desde la pretemporada de octubre, las duras concentraciones, la larguísima temporada regular, los duros Playoffs. Todo es importante, pero nada tiene ni punto de comparación con lo que son unas Finales de la NBA.

Los equipos campeones inician la temporada pensando en el título, en poder llegar a las Finales y poder competir al 100 % contra su rival y acabar enfundándose el anillo en la jornada inaugural de la próxima temporada. Atrás quedó el largo camino que iniciaron 30 equipos de los cuales dos siguen con vida. Estos dos equipos, Heat y Spurs, arrancaron su preparación a principios de octubre centrados claramente en un objetivo, del cual les separa cuatro victorias que son poco si se tiene en cuenta todo lo que se ha luchado y trabajado durante los últimos ocho meses.

Este sentimiento y este convencimiento de estar en las Finales y luchar por el título cobra una mayor relevancia si cabe en este 2014. Para ninguno de los dos es otra Final más. Los dos forman parte de la historia de forma merecida, pero volver a ganar este año es ser algo más, se trata de convertirse en leyendas.

Los Heat están a las puertas de su tercer título consecutivo. Ya vienen de lograr algo histórico como alcanzar las Finales cuatro años seguidos, pero esto sirve de poco si no se traduce en oro. Los Spurs, campeones cuatro veces desde 1999, están tal vez ante una ocasión única de poder alcanzar la gloria. Los de Popovich, por primera vez en las Finales por segundo año consecutivo, esperan poder ganar su quinto anillo y lo que es mejor, vengarse de la derrota sufrida en 2013 contra este mismo equipo. Un año soñando con regresar a las Finales y el destino ha querido que hayan vuelto y contra el mismo rival, LeBron y los Heat.

Será además la primera vez que se repitan unas Finales de la NBA desde 1998, cuando Jazz y Bulls reeditaron las de 1997 con mismo resultado, con Jordan haciendo historia.

El camino de los Heat

Los Heat han alcanzado sus cuartas Finales consecutivas con sus Playoffs más tranquilos de los últimos años. Sobre todo, cabe tener en cuenta que el equipo de Miami no ha tenido que superar ninguna serie de siete partidos como sucediese con Boston e Indiana en 2012 y con los Pacers la temporada pasada en las Finales de Conferencia 2013.

A pesar de perder el factor cancha en temporada regular, los Heat iniciaban los Playoffs contra un rival inexperto como eran los Bobcats, aunque peligrosos con su poderío interior de Al Jefferson. A diferencia de otros equipos punteros como los propios Spurs o los Pacers, los de Miami fueron el único equipo en solventar la serie con un 4-0. Más exigente se presentaba la eliminatoria de semifinales contra los “ricos” Nets, un equipo construido en verano para ganar el título.

Las cosas se le ponían bien a los Heat con el 2-0 en Miami, y los de Brooklyn solo ofrecieron respuesta en el tercer partido. LeBron apareció para sentenciar en el cuarto con 49 puntos y en el quinto, los de Spoelstra sellaron de nuevo su billete a las Finales de Conferencia, donde esperaba Indiana.

La serie contra los Pacers se presentaba con muchas incógnitas, por la inconsistencia de los Pacers y por el factor pista en contra de los Heat por primera vez en los últimos años. Los Pacers y George comenzaron pisando fuerte aunque los de Miami recuperaron el factor cancha en el segundo partido, con Wade jugando su mejor baloncesto de la temporada.

Los Heat permanecieron invictos en casa, donde incluso tuvieron que rehacerse de un mal inicio de partido en el tercero para firmar una de las remontadas de los Playoffs. LeBron jugó en el quinto su peor partido desde su temporada de rookie, con problemas de faltas y con Stephenson haciéndole la vida imposible, aunque los de Spoelstra volvieron a casa donde no fallaron y aseguraron su pase a las Finales por cuarto año seguido.

El camino de los Spurs

La trayectoria de estos Spurs hacia las Finales también es un largo camino de trayectoria ascendente. Como sucede en cada inicio de temporada, los de Popovich no eran considerados como serios candidatos al título por la edad de sus estrellas y por los malos resultados contra otros equipos de la élite de la NBA. Sin embargo, el equipo volvió a funcionar en febrero y con 19 victorias seguidas se posicionó como mejor equipo de la liga en temporada regular.

Sin embargo, los octavos del oeste, los Mavericks, llegaron a forzarles siete partidos gracias a su experiencia y a los puntos de Nowitzki, Ellis y Carter. Solo un gran Parker evitó un fracaso en primera ronda como el de 2011 contra los Grizzlies. En semifinales, los Blazers pagaron la novatada y solo fueron capaces de ganar un partido, el cuarto en casa y ante unos Spurs que terminaron dejándose llevar.

Pero era en las Finales del Oeste donde se presentaba el reto mayúsculo, eliminar a los Thunder de Durant y Westbrook contra los que los Spurs habían caído en 2012. El apabullante 2-0 servía de poco si se tomaba de referencia un 2012 en el que Oklahoma llegó a remontar otro 2-0. Parecía que los de Brooks iban camino de ello al ponerse 2-2 con la vuelta de Ibaka, pero esta vez, San Antonio no perdonó y ganó los dos siguientes partidos para asegurarse un puesto en las Finales.

‘Vendetta’

Los Spurs se enfrentan al mismo rival contra el que perdieron las Finales del año pasado. De nada sirve de aquello ya, porque ahora lo que cuenta es el presente. Los de Popovich intentarán redimirse de aquella derrota y hacer probar a los Heat la misma medicina. Esas Finales solo pueden servirle a uno de motivación y de analizar qué se pudo hacer mal y qué se puede corregir.

Unas Finales que se decidieron en siete partidos épicos. Los Spurs tomaron la delantera con su primera victoria en Miami gracias a la canasta decisiva de Tony Parker casi sobre la bocina. Los Heat ganaron el segundo antes de caer en San Antonio en el terceri. Los de Spoelstra reaccionaron en el cuarto aunque volvieron a caer en el quinto a base de triples. La épica se vivió en el sexto, cuando Ray Allen forzó la prórroga cuando los Spurs ya celebraban el título. En el séptimo, simplemente LeBron James, que con 37 puntos y canastas decisivas fue capaz de retener el trono de campeón.

Los Spurs, en territorio desconocido

Duncan y los Spurs afrontan una insólita situación en su historia. Jugar unas Finales en año par y por segundo año consecutivo. Desde la llegada del Duncan y Popovich a finales de los 90, en la franquicia tejana solo han conocido el éxito, pero siempre en años impares: títulos en 1999, 2003, 2005 y 2007 y las Finales perdidas en 2013. Ahora, con Duncan más “viejo” que nunca, se ha podido ver a los mejores Spurs de la historia.

Este equipo sin límites ha sido capaz de lograr en este 2014 lo que nunca había conseguido: dos años seguidos en unas Finales. Tras el título de 1999 se toparon una y otra vez con los Lakers de Kobe y Shaq. Posteriormente, en 2006, fueron los Mavericks de Nowitzki y los Suns de Nash los que dominaron la Conferencia antes del regreso de los Lakers con Bryant y Gasol a la élite entre 2008 y 2010. Ahora, tras dos años de victorias de Mavericks y Thunder, los Spurs se han hecho con el poder del Oeste por dos temporadas consecutivas.

Los Heat, sin rivales en el este

La Conferencia Este tiene amo y señor desde la llegada de Bosh y LeBron a Miami en 2010 para juntarse con Wade y formar uno de los mejores tríos de la historia de la NBA. Fracasaron en su primer intento de ganar el título en 2011, aunque en la conferencia dejaron fuera a los Bulls de Rose y a los Celtics de Rondo, Pierce, Garnett y Allen como volverían a hacer en 2012, año de su primer título.

En estos dos últimos años, solo un equipo se ha atrevido a cuestionar la supremacía de los Heat. Ese ha sido claramente Indiana, aunque ha sido incapaz en tres años, con factor cancha a favor y en contra, de poder eliminar a Miami y acabar con el sueño de LeBron. Estas cuatro Finales colocan a los de Spoelstra a la altura de los más grandes, ya que solo Celtics (1966 y 1987)y Lakers (1985) han logrado alcanzar este hito.

Tim ‘S. XXI’ Duncan: episodio nº5

Andrés Montes solía referirse a Duncan como ‘Tim Siglo XXI’ por su dorsal y con el episodio correspondiente a su lucha por el anillo. Una historia del jugador de las Íslas Vírgenes que va directamente relacionada con la de Popovich, ya que ambos llegaron casi de la mano al equipo. Los dos persiguen el que puede ser su quinto anillo, cifra con la que igualarían a jugadores como Magic Johnson o Kobe Bryant y se situarían a uno de los seis de Michael Jordan.

Su primer título llegó en las Finales de 1999 contra los Knicks, en un año marcado por el primer ‘lockout’. Duncan y Robinson ganaban su primer anillo dejando con la miel en los labios a un equipo neoyorquino que soñaba con acabar con su sequía de títulos de la mano de los Ewing, Sprewell y Houston.

En 2003 llegó su segundo título tras arrollar a los Nets en las Finales, en una campaña en la que David Robinson se retiraba oficialmente del baloncesto. Más complicadas fueron las Finales de 2005 contra unos Pistons que venían de ganar el título en 2004. Un Horry salvador permitió a los Spurs volver de Detroit con medio título aunque el anillo se acabó decidiendo en el séptimo.

En 2007 se produjo el último título de los Spurs. En el que fue el primer encuentro de Duncan y compañía con LeBron, los de Popovich no tuvieron piedad de los Cavaliers y con un 4-0 se acabaron enfundando el cuarto anillo de su historia.

LeBron, Bosh y Wade, a por el ‘Three-Peat’

Este trío de ‘cracks’ no ha fallado con su cita a las Finales desde que se reunieron en South Beach en verano de 2010. Sin embargo, la historia había sido diferente para cada uno antes de ese año. Wade había sido el único en disfrutar del sabor de la victoria al lado de O’Neal en 2006, mientras que LeBron sufrió varios reveses en Cleveland, sobre todo esas Finales de 2007 y Bosh ni había pasado de primera ronda con los Raptors.

Pero en Miami todo fue diferente. Caer contra los Mavericks en 2011 fue el mejor aprendizaje para lo que vendría después. Lo Thunder de Durant y Westbrook no fueron rivales en las Finales de 2012 y en las citadas anteriormente Finales de 2013, tuvo que aparecer el mejor LeBron y un triple salvador de Allen para que el anillo se quedase en Florida.

Wade buscará el cuarto anillo de su carrera para igualar a Duncan y Shaquille O’Neal y quedarse a uno de Kobe Bryant, uno de los jugadores referencia de la NBA en la actualidad en lo que a títulos se refiere. Por su parte, LeBron y Bosh van a por el tercero y de forma consecutiva, algo que ya consiguió el propio Kobe en 2002 o el más grande, Michael Jordan, en 1998 y en 1993.

Duncan “feliz” con el reencuentro

Nada más conocerse la clasificación de los Spurs para las Finales, Duncan declaró sentirse “feliz” con su rival en esta eliminatoria por el título: “Es imposible olvidarse de la devastadora derrota del año pasado, pero estamos aquí”. En este sentido, los jugadores de los Spurs remarcan su alegría por poder vengarse de los Heat y de las Finales de 2013, una derrota muy dura sobre todo tras el triple de Allen en el sexto partido.

Sin embargo, Duncan tuvo elogios para su rival: “Sabemos que nos enfrentamos a un equipo de mucho talento, va a ser duro, pero por supuesto, confiamos en nosotros mismos y lo vamos a dar todo”.

LeBron acepta el desafío

“No les gustamos. Lo pude ver en los comentarios de Timmy (Duncan) en los últimos días. Pero San Antonio quería esto, nos querían a nosotros y estamos preparados para el desafío", explicaba LeBron al ser preguntado por los Spurs. Los Heat han recibido las palabras del equipo de San Antonio como todo un reto, al que están dispuestos a enfrentarse.

El alero de Akron añadió sobre las palabras de Duncan: “No creo que sea personal. Han estado preparándose para este momento y nosotros también. Este campeonato no es de nadie. Ni nuestro, ni de ellos; somos dos equipos que luchan por él". Al final, aseguró que los Heat ganarían el título: "Lo haremos otra vez".

Las claves

La eliminatoria se puede acabar decidiendo como siempre en pequeños detalles, como ya ha sucedido a lo largo de la historia en el mundo del baloncesto. Un claro ejemplo son las Finales de 2013 y ese triple de Allen. Casi con toda probabilidad, los Spurs hubiesen levantado en Miami aquella noche el título si ese triple desde la esquina no hubiese entrado. Pero de cara a estas Finales 2014, se puede hablar de una serie de claves que hacen más comprensible la eliminatoria.

Factor pista

La primera es el factor cancha. A diferencia de 2013, los Spurs son ahora los que cuentan con el factor pista a su favor. Puede que no sea una gran ventaja contra los Heat, ya que estos vienen de eliminar a los Pacers con el factor campo en su contra, algo que también lograron en las Finales de 2012 contra los Thunder. Sin embargo, los dos equipos se han mostrado casi infalibles en casa en estos Playoffs.

Los Spurs solo han perdido un partido en toda la postemporada: fue el segundo partido de primera ronda contra los Mavericks. Desde entonces, ocho victorias seguidas, dos a los Mavs, tres a los Blazers y tres a los Thunder, por una diferencia global contra estos últimos de 80 puntos, algo insólito en unas Finales de Conferencia desde 1971.

Si los Spurs solo han perdido un partido, más pueden presumir los Heat que permanecen invictos y llevan 11 victorias seguidas en casa en Playoffs: tres contra los Spurs en 2013, dos contra los Bobcats ya en 2014, tres contra los Nets y tres contra los Pacers.

Además, la NBA estrena formato en las Finales. Del tradicional 2-3-2, que para muchos beneficiaba al equipo con factor campo en contra al tener tres partidos seguidos en casa, se pasa al habitual de otras rondas: 2-2-1-1-1. En este sentido, se puede decir que tener el factor cancha a favor cobra importancia.

LeBron - Leonard

Lo dijeron los Spurs en la previa de la serie contra los Thunder: “Si hay un jugador capaz de parar a Durant, ese es Kawhi”. Por lógica, esto mismo se puede aplicar a los Heat y LeBron, aunque al cuatro veces MVP difícilmente se le puede defender. Se pudo ver en las Finales de 2013, sobre todo en el séptimo partido, y se ha podido observar en estos Playoffs 2014.

Ahora bien, Stephenson demostró que se puede parar a LeBron en algunas ocasiones. El neoyorquino, entre defensas y soplidos, dejó a James en un 2/10 en el quinto partido, aunque es cierto que el ex de los Cavaliers acusó sus problemas de faltas. No obstante, Leonard es cada vez un jugador más completo y una de las posibilidades de San Antonio pasan por hacer trabajar a LeBron en defensa con un Leonard que viene siendo clave de estos Spurs con 13,3 puntos y 6,8 rebotes por partido.

Tony Parker

Entre algodones está el base francés de los Spurs. De su estado físico dependen muchas de las opciones de San Antonio de poder superar a los Heat. Parker ha sido el mejor jugador de los Spurs en estos Playoffs con 17,2 puntos y 4,9 asistencias de media. Los de Popovich fueron capaces de ganar sin él a los Thunder en Oklahoma City, pero afrontar con garantías una serie de siete partidos contra Miami con Parker en el banquillo o en cancha mermado físicamente parece complicado.

A pesar de los problemas físicos, ha confirmado que jugará el primer partido.

Actores secundarios

En el caso de que Parker tuviese algún tipo de problema, Popovich cuenta con el mejor banquillo de la NBA para sustituirle. Desde dos bases puros de banquillo como Mills o Joseph a jugar con un jugador que cumple perfectamente en esta posición como Ginóbili. La aportación de estos jugadores parece clave en cada eliminatoria de Playoffs y más en unas Finales donde hay que hacer ajustes y donde un jugador de este tipo te puede ganar el título.

Danny Green y Gary Neal se convirtieron en dos piezas clave de los Spurs en las Finales 2013 aunque las acabaron perdiendo. Ahora, su aportación puede ser fundamental como ya lo ha sido la de Boris Diaw en los dos últimos partidos contra los Thunder. Enfrente, un banquillo que suele producir poco, aunque de él salió un Ray Allen crucial en las series del año pasado. En Miami confían en que aparezcan este tipo de jugadores con buen tiro exterior. Allen apenas aportó nada en el séptimo partido aunque sí lo hizo Battier con seis triples. El que llega en un buen momento es Rashard Lewis, tras encestar un total de 31 puntos en los dos últimos partidos.

En Miami también parece fundamental que Bosh y Wade rindan a su mejor nivel como en esta serie contra los Pacers. El escolta ha superado los 15 puntos de media y el ex de los Raptors silenció a sus críticos con tres partidos seguidos por encima de los 20 puntos. Si no aparecen y LeBron se queda solo en ataque, los Heat pueden sufrir.