En el momento en el que Ricky Rubio cayó sobre el parqué del Target Center se encogieron durante unos instantes los corazones de todos los aficionados allí presentes temiéndose lo peor: una nueva lesión de gravedad que dejara en el dique seco al nuevo jugador franquicia de los Minnesota Timberwolves.
Finalmente todo quedó en un susto y la lesión del base de El Masnou se reduce a un severo esguince en su tobillo izquierdo. Tras finalizar el partido, Flip Saunders, técnico de los Wolves, comunicaba que las pruebas realizadas a su jugador descartaban una rotura. A lo largo del sábado se le han realizado más pruebas y el equipo ha anunciado que Ricky tendrá que usar muletas durante los próximos 10-14 días y que será baja indefinida sin especificar un tiempo exacto de ausencia. Mientras, los rumores que suenan ahora mismo con más fuerza por la NBA hablan de un período de baja comprendido entre 7 y 8 semanas. Por otro lado, el propio base ha querido relajar un poco la situación a través de un mensaje en su cuenta personal de Twitter: "#StayPositive" (Mantente positivo).
La lesión, que de momento le aparta de manera indefinida de la competición, le llega al base español en el peor momento posible, pues ahora mismo se había hecho dueño absoluto del juego del equipo firmando los mejores números de su carrera NBA con 10.8 puntos, 6.3 rebotes y 11 asistencias de media en los cuatro primeros partidos de la presente temporada.
A continuación podéis ver el momento de la lesión, el estado en el que quedó el tobillo y cómo el jugador tuvo que abandonar el pabellón ayudándose de muletas: