Una noche más de miércoles NBA en la que la jornada viene cargada de muchos partidos. Hoy la cantidad exacta han sido once y además varios de ellos con gran calidad de encuentros. Uno de ellos nos ha llevado hasta la capital de Estados Unidos, hasta el Versión Center, entre dos equipos que se encuentran en la parte alta de su Conferencia, entre Washington Wizards y Dallas Mavericks. Los Wizards llegaban a este partido después de haber ganado todos sus partidos disputados anteriormente en casa, mientras que los Mavericks venían en una gran racha de victorias, con cuatro seguidas, sólo superadas por las cinco de Trail Blazers.

La previa del partido venía marcada por los rumores de que iba a regresar Bradley Beal a las canchas después de su lesión en pretemporada. Y así fue, el escolta de los Wizards iba a debutar, pero saliendo desde el banquillo como sexto hombre. Su puesto de titular lo iba a ocupar el jugador que ha venido haciéndolo todo este inicio de campaña, Garrett Temple. Por parte de los Mavericks, Devin Harris seguía fuera por lesión y Raymond Felton por sanción, por lo que las labores de base quedaban en manos de Jameer Nelson y el puertorriqueño J.J. Barea.

Primera gran parte de Monta Ellis

El partido comenzaba con un gran ritmo por parte de ambos equipos y anotando asiduamente, especialmente con dos hombres, uno por cada equipo. Monta Ellis, por parte de los Mavericks y Marcin Gortat, por el lado local, lideraban a su equipo en la anotación. El escolta de Dallas metía en el primer cuarto 18 de los 23 puntos totales del equipo texano, incluyendo seis de siete en tiros de campo. Además de la anotación de Ellis, destacaba el trabajo debajo de los tableros de su pívot titular, Tyson Chandler, que a pesar de no haber anotado ningún punto en los primeros doce minutos, sumaba ya seis rebotes, asegurando el juego interior en el rebote, pero mostrándose algo blando en defensa, dado que Gortat lideraba a su equipo anotando 13 de los 29 puntos de los Wizards. El polaco se mostraba inconmensurable bajo tableros y aprovechaba la buena dirección en el juego de sus dos bases, tanto John Wall como André Miller cuando entró desde el banquillo. Al finalizar el primer cuarto, el equipo local lideraba el partido por 23-29.

El segundo cuarto ambos entrenadores decidieron que sus jugadores exteriores debían de jugar abiertos, en especial los escoltas y los aleros, y esto provocó que ambos equipos recurriesen al lanzamiento de tres. Si a eso se le suma que los dos equipos estuvieron muy acertados desde el lanzamiento exterior, hizo que el segundo cuarto se convirtiese en el “festival del triple”. Por parte de los Mavericks llegaron hasta cinco triples encestados en este cuarto, repartidos en cinco jugadores diferentes. Mientras Ellis seguía sumando de dos en dos, ya fuese de canasta normal o de tiros libres y situaba su casillero particular en 24 puntos al finalizar la primera parte. Por el lado de los Wizards, los hombres que salían desde el banquillo mantuvieron el equipo al nivel con varios triples, encestados por Bradley Beal y por Rasual Butler. Además, Pierce y Nené comenzaban a entrar en juego sumando también algunos puntos en su casillero particular. Al terminar la primera parte, Dallas lideraba por la mínima el encuentro, por un ajustado 54-53.

Decidió el de siempre

El tercer cuarto comenzó con unos Wizards negados hacia el aro mientras que los Mavericks querían abrir brecha, y con canastas de Ellis, Nowitzki y Chandler consiguieron abrir una pequeña diferencia de ocho puntos mediado el tercer periodo. Wall despertó y se puso tanto a meter puntos como a repartir asistencias, aprovechadas fundamentalmente por Paul Pierce, que anotaba en este cuarto ocho puntos, incluyendo dos triples. En los instantes finales del tercer cuarto, comenzaban a brillar los dos jugadores que acabaron siendo decisivos desde el banquillo para Dallas, J.J. Barea y Brandan Wright. Ambos se entendían muy bien, ejecutando a la perfección en varias ocasiones el “Pick & Roll”. El cuarto acaba con tres arriba para Dallas, 76-73.

El último cuarto comenzaba de la misma forma que había terminado el tercero, con Barea y Wright haciendo un destrozo a la defensa de los Wizards que no sabían como parar a ambos. Entre los dos habían metido los últimos 13 puntos del equipo, dando descanso a los titulares y demostrando que los dos deben estar en un puesto de privilegio en la rotación de Carlisle. Por parte de los Wizards, comenzaba a brillar con luz propia un nombre, Bradley Beal. Después de tres cuartos algo discretos donde había metido sólo nueve puntos, el escolta se echó el equipo a la espalda y comenzaba a anotar canastas para volver a meter al equipo en el partido. Mediado el último cuarto, Nowitzki daba el susto en una jugada donde se torció el tobillo. El alemán se fue a vestuarios durante varios minutos y volvió en los instantes finales. Hasta que volviese el alemán a cancha, el partido seguía siendo un gran duelo entre los dos bases, Wall y Barea, los cuales mantenían un gran duelo. Mientras Barea encestaba varias canastas, Wall repartía juego a sus compañeros, especialmente a Beal. Faltando tres minutos, Nowitzki regresó a la cancha para decidir el partido. Un triple a falta de minuto y medio puso una diferencia de cinco puntos a favor de Dallas, que ya no pudo recuperar Washington. Finalmente, el partido acabó 105-102 para los texanos.

Con esta victoria, Dallas rompe la imbatibilidad de Washington en su campo y alarga su buena racha propia, con cinco victorias consecutivas, situando su récord en 9-3. Los Wizards con esta derrota se ponen con un 8-3 en su casillero. El próximo partido de ambos es el viernes. Los Mavericks reciben en su cancha a Los Angeles Lakers, en un partido, en principio, cómodo. Mientras que los Wizards recibirán en su pabellón a los Cavaliers, en lo que promete ser unos de los partidos de la noche.