En una buena dinámica llegaban al partido ambos equipos, sobre todo Denver que había encadenado 4 victorias de manera consecutiva y había mejorado su juego, pero también Chicago que en su último partido ganó en Utah a los Jazz, en uno de los muchos partidos que ha tenido por el Oeste en esta gira de casi dos semanas.
Tom Thibodeau presentaba su quinteto inicial de siempre con Rose, Butler, Dunleavy y Gasol, a excepción de la inclusión del rookie Cameron Bairstow por las bajas tan sensibles de Joakim Noah y Taj Gibson. Por parte de Denver, Brian Shaw contaba con las bajas de Javale McGee y Randy Foye, jugadores de banquillo para él, por lo que sacaba su quinteto habitual con Lawson, Afflalo, Chandler, Faried y Mozgov.
Dominio de los locales desde el salto inicial
En los primeros minutos de partido eran los Nuggets los que llevaban siempre la delantera en el marcador, colocando rápidamente el 16-8 habiendo anotado ya todos sus titulares, lo que iba a ser un presagio del partido. Chicago basaba su juego en Pau Gasol y Jimmy Butler, los jugadores más acertados en el incio. La renta de los locales iba en aumento y llegó a la decena de puntos al final del cuarto, siendo el marcador de 31-21 para Denver que veía como todos los jugadores que habían estado en pista habían anotado. Por los Bulls era Butler el mejor con 10 puntos al finalizar el periodo.
Administración de la renta por parte de Denver
El segundo cuarto iba a ser un intercambio de canastas por parte de ambos equipos. Denver intentaba pegar el estirón en el marcador, de la mano de Faried y Chandler, que le permitiese sentenciar el partido pero los Bulls, primero con Aaron Brooks desde el banquillo y después con Butler y Gasol, se mantenía en el partido incluso recortando la ventaja a 7 puntos. Fue a falta de 2.32 para acabar el cuarto cuando Derrick Rose tras una rápida jugada se resintió y abandonó el partido. Las alarmas se encendieron, pero más tarde, el propio Rose habló ante los medios y dijo que era algo 'normal' que sus ligamentos se resintiesen tras un back-to-back. El 2 parcial terminó con 56-49.
Tras la salida de vestuarios el panorama no iba a cambiar mucho. Los Bulls intentaban acercarse, pero Denver anotaba demasiado fácil y mantenía la renta siempre entorno a los 10 puntos. Como siempre en el partido, era la dupla Butler-Gasol la que tiraba del carro de los de Thibodeau pero con un equipo muy sólido y la aparición de Ty Lawson en la faceta anotadora, Denver cerraba el 3º cuarto con una renta de 10 puntos (86-76).
Chicago estuvo a punto de culminar la remontada
1o puntos abajo y con solo un cuarto por jugar, Chicago empezó mal los últimos 12 minutos de partido. De la mano de los jugadores de banquillo, Denver se marcaba de 16 puntos (101-85), y tenía el partido casi cerrado. Pero con el carácter que tienen los Bulls y con Brooks, Gasol y Butler al frente, Chicago empezó a recortar la ventaja, llegando a ponerse a 3 puntos a falta de 8 segundos. A pesar del esfuerzo due Lawson el que sentenció un partido que a punto estuvo de escapárseles a los Nuggets.