Golden State Warriors venció por 112-85 a New Orleans Pelicans en otro festival ofensivo del equipo de la bahía, que sitúa líderes de la liga en solitario a Curry y compañía.
Saben que pueden y se gustan
Los Pelicans salieron muy ordenados y con las ideas muy claras. El juego de pick&roll entre Jrue Holiday y Anthony Davis debía ser uno de los pilares y les funcionó muy bien en el inicio. 5/6 en tiros para el unicejo (que acabaría la primera mitad con doble-doble) y los visitantes dominaban por 22-28 el primer período.
Con la entrada de aire fresco llegaba el duelo Speights-Anderson, dos de los hombres que mejores partidos están haciendo saliendo desde el banquillo. Y aquí se marcó el camino de hacia dónde iría el camino, algo premonitorio. Speights acabaría con 12 puntos y Anderson se iría con 0/5 en triples. En este segundo cuarto, Kerr subió el nivel de la defensa en líneas de pase y eso daba rienda suelta a un juego más fluido y alegre para Golden State. Stephen Curry (19 puntos y 11 asistencias), recientemente premiado como Jugador del Mes, quería coger la manija del equipo y así lo hizo. El conjunto de Oakland comenzaba su escalada y los “Splash brothers” hacían de las suyas para llevar a su equipo al 53-40 al descanso tras un segundo cuarto en el que dejarían en sólo 12 puntos a su rival.
Los Warriors transformaban -esta vez sí- una buena defensa en un buen ataque. Y quién mejor que Draymond Green (14 puntos y 14 rebotes), el especialista defensivo de equipo, para personificarlo. A él se unía también Harrison Barnes (17 puntos y 10 rebotes) mientras los Pelicans hacían la goma. Evans y Davis querían evitar el descalabro, manteniendo la ventaja en 14 con 80-66 al final del tercero.
Pero en el último cuarto, locura. El partido se le fue de las manos a New Orleans, que acabaron mareados por las triangulaciones locales. Golden State se gustaba; Curry empezaba a tirar contraataques mortales y Klay Thompson (23 puntos) daba la puntilla desde la línea de tres. 112-85 fue el marcador final en esta victoria de los Warriors en su enfervorizada cancha.
Partido con alternativas sólo en el inicio, con una sorprendente buena defensa local y su habitual juego explosivo en ataque. Los triples fueron aspecto clave, con 10 anotados por unos y un 20% del otro bando. Pérdidas, rebotes… Los Warriors fueron muy superiores a los Pelicans.
Steve Kerr: “Es el mejor partido que hemos jugado en mucho tiempo”
“Es el mejor partido que hemos jugado en mucho tiempo”. Son palabras de Steve Kerr, entrenador de Golden State Warriors. Y no es para menos. “Una parte del éxito fue que nos sentimos retados por este equipo [los Pelicans]. Fue bueno sentirnos amenazados, con el resultado de tener que devolvérsela”, añadía explícitamente. Por su parte, Klay Thompson mostraba las aptitudes del equipo: “Tenemos defensores tan versátiles y tantas alternativas”. Y alababa a Curry: “La gente no aprecia la defensa de Steph tanto como debería”.
Monty Williams fue más pragmático: “No movimos la bola como debíamos. Intentábamos el uno contra uno y era horrible”, apuntaba apesadumbrado.
Estos Warriors van muy en serio
Ahora sí, son líderes. En solitario. Golden State Warriors se coloca al frente de la tabla de la Conferencia Oeste y de la liga entera con un balance de 16-2. Esta es su undécima victoria consecutiva, lo que iguala el récord al que llegó el equipo en la temporada 1971/72. Respecto al equipo, Green -14- igualó su mejor marca en rebotes y Curry -11- igualó el tope de temporada en asistencias.
La reciente incorporación de Dante Cunningham no fue suficiente y a los Pelicans le faltaron más nombres a la causa. Anthony Davis sigue su carrera hacia el MVP, pero los Pelicans se van de Oakland con 8-9 en la clasificación. Esperarán revancha en su próximo enfrentamiento, ya en Nueva Orleans, también en este mes de diciembre.