Miami Heat cierra un año que marca una nueva dirección en el conjunto de Erik Spoelstra. Con la pérdida de uno de los mejores jugadores del mundo, LeBron James, el conjunto de South Beach pierde la condición de principal candidato al título que se le ha atribuido durante los cuatro años del Big Three. El 2014 es un año de transición para el equipo de Florida. El 2013 se había cerrado para el equipo de Erik Spoelstra con una victoria sobre los Nuggets en Denver por 97 a 94. 2014 comenzaba para los Heat con una dolorosa derrota frente a los Warriors por 123 a 114 en el American Airlines Arena. El récord de los Heat era de un impresionante 24-8 y la franquicia estaba encaminada hacia su cuarta final consecutiva en busca del tercer anillo del Big Three. A diferencia de años anteriores, el equipo de Miami parecía jugar con una marcha menos. Acostumbrados a no mostrar su mejor baloncesto hasta la segunda mitad e incluso el último cuarto, durante el último tramo de la temporada 2013-2014, el conjunto de Erik Spoelstra no jugó su mejor baloncesto.

Dwyane Wade, LeBron James y Ray Allen (Imagen: fansided.com)

Erik Spoelstra, un genio en la sombra

En un conjunto repleto de estrellas, a menudo, el trabajo del entrenador pasa desapercibido. Erik Spoelstra empezó su carrera en Miami como un simple técnico de scouting en el año 1995. Se hizo cargo del equipo en 2007 tras el anillo cosechado en la era Shaq-Wade ya que durante la temporada previa había sido uno de los hombres de confianza de Pat Riley. Desde la llegada del Big Three a Miami el trabajo de Spoelstra ha sido criticado cuando el equipo iba mal y pocas veces ha sido premiado cuando las cosas han ido bien. Spoelstra ha conseguido que un vestuario repleto de egos y estrellas conviva en armonía, creando un ambiente distendido en el que las bromas y las risas son frecuentes. En el campo los Heat han sido uno de los equipos más temidos de la liga en gran parte gracias al trabajo de Spoelstra. Un ataque equilibrado con un LeBron James como eje, la reconversión de Chris Bosh como amenaza desde el perímetro (durante la campaña 2013-2014, Bosh lanzó más triples que en toda sus anteriores temporadas juntas) y sacar el máximo partido de veteranos en sus últimos años como Shane Battier, Rashard Lewis, y Ray Allen. El trabajo de Spoelstra en Miami no ha sido reconocido al igual que el de otro entrenadores (nunca ha ganado en premio al entrenador del año).

El juego de los Heat durante el año 2013-2014 pasó por dos diferentes etapas. En la segunda mitad de la campaña 2013-2014 el juego de los Heat no mantuvo el estilo y la filosfía que había acompañado a la franquicia de Florida durante los últimos cuatro años. El ataque seguía fluyendo por las tres estrellas (James, Wade y Bosh) pero la defensa, pieza clave en los campeonatos ganados anterioremente no destacaba. Los Heat no han sido el gran equipo defensivo de los últimos años que podía vencer a sus oponentes desde atrás si el ataque no acompañaba. La defensa de los Heat bajó su rendimiento durante las dos últimas campañas haciendo que el equipo de Spoelstra perdiera partidos contra rivales que debería vencer fácilmente (Sixers, Celtics, Pistons...).

Desde el principio del año hasta el final de temporada el récord del equipo fue de 30-20. Los Heat intercalaban partidos de gran baloncesto con derrotas en las que eran sobrepasados por sus adversarios. A principios de año, los Heat sufrieron tres derrotas seguidas (contra Knicks, Nets y Wizards). Era la primera vez desde el primer año del Big Three que la franquicia de Florida perdía tres encuentros consecutivos. El equipo de Spoelstra encadenó ocho victorias consecutivas durante el mes de febrero hasta principios de marzo. La racha terminaba en Houston, donde los Heat perdían 103-106 en un apretado encuentro. De nuevo tres derrotas consecutivas (en Houston, San Antonio y Chicago) y una dinámica que hacía del conjunto de South Beach un rival no tan temible. Tras pelear contra los Pacers durante todo el año por el primer puesto de la Conferencia Este, el enfrentamiento entre ambos conjuntos del 11 de abril en Miami se antojaba clave para lograr el primer puesto. Los Heat jugaron un gran partido (98-86) y la victoria les ponía un partido por delante de los de Indiana. Pero de nuevo una mala racha provocó que los Heat perdiesen sus tres últimos partidos (en Atlanta, Washington y contra Sixers). Los Pacers terminaron como primeros de Conferencia y los Heat quedaban relegados al segundo puesto que deparaba un duelo contra los Charlotte Bobcats en primera ronda.

Los Spurs acaban con el sueño del Three-peat

Los Heat vencieron en primera ronda a unos Charlotte Bobcats que sorprendían muchos colándose en los playoffs como séptimos en la Conferencia Este. Un equipo defensivo cuya principal arma era un Al Jefferson que amenazaba con destrozar el débil “frontcourt” de los Heat. Para desgracia de los de Carolina del Norte, Al Jefferson se lesionaba el pie derecho en el primer partido y tras jugar los dos siguientes con muestras severas de dolor, tras el 3-0, el pívot, que promediaba 18.7 puntos y 9,3 rebotes en la serie, no disputó el último encuentro.

En segunda ronda los Nets esperaban al conjunto de Spoelstra. Tras vencer a los de Florida en todos sus enfrentamientos de la temporada regular (4-0), los Nets de Paul Pierce, Kevin Garnett, Joe Johnson y Deron Williams perdieron los tres primeros encuentros de la serie. El cuarto partido, disputado en Brooklyn, caía de lado local. Los Heat cerraron la serie con una apretada victoria (96-94) gracias a una gran defensa de Lebron James sobre Joe Johnson en la última posesión.

LeBron James celebra con el público del American Airlines Arena el pase a Finales de Conferencia (Imagen: slamonline.com)

En las Finales de Conferencia, por segundo año consecutivo, esperaban los Pacers. A diferencia del año pasado, era el conjunto de Frank Vogel el que contaba con la ventaja de campo, que se antojaba vital en una serie que se presumía larga. El primer partido caía de lado local gracias a un gran partido de los de Indianápolis (107-96). Con el deber de ganar y gracias una exhibición de Dwyane Wade y de LeBron James, que anotaron 23 y 22 puntos respectivamente, los Heat empataban la serie. Ambos equipos se marchaban empatados a Miami, donde a pesar del esfuerzo de los Pacers y de algunos métodos poco ortodoxos de jugadores como Lance Stephenson, el equipo de la bahía de Biscayne se hacía con los dos encuentros y se marchaba a Indiana con una ventaja de 3-1. Los Pacers estando contra las cuerdas tiraron de orgullo y se hicieron con una gran victoria (93-90) en un encuentro que siempre será recordado por el soplido de Stephenson a la oreja de James. Con la serie de vuelta a Miami, los Heat no querían un séptimo partido en Indiana y desplegaron su mejor baloncesto para hacerse con la victoria. En la final esperaban los Spurs, otra vez.

Los Heat y los Spurs se veían las caras por segundo año consecutivo, pero a diferencia de las finales de 2013, la igualdad no marcó la serie. Unos Spurs dirigidos por un Greg Popovich con ansias de venganza por un anillo que se escapó el año pasado por culpa de Ray Allen. Los Spurs dominaron la serie por completo. Durante el primer partido, el marcador estuvo igualado hasta el tercer cuarto. El primer encuentro de la serie será recordado como el partido del aire acondicionado. El sistema de aire acondicionado del AT&T Center dejó de funcionar dos horas antes del encuentro, lo que obligó a disputar el encuentro con un calor más fuerte de lo normal. Entre el calor y el peso de toda la temporada, las piernas de LeBron James dijeron basta y el alero se tuvo que retirar por culpa de unos calambres a principios del último cuarto. Con los Heat liderando el marcador, los Spurs destrozaron al conjunto de Spoelstra sin James en pista y se llevaron el primer partido (110-95). Los Heat empataron la serie gracias a un gran partido de LeBron James y la serie se marchaba a Miami. Precisamente en South Beach fue donde los Spurs desplegaron su mejor baloncesto. El conjunto de Popovich no dio opción a los Heat y venció los dos encuentros por 19 y 21 puntos. Con el orgullo herido y con la necesidad de ganar, el equipo de Florida volvía a San Antonio. Otra exhibición coral del conjunto tejano llevó a los Spurs a llevarse la serie con un contundente 4-1.

La marcha de James y un nuevo comienzo

Chris Bosh junto a las nuevas incorporaciones, Josh McRoberts, Shabazz Napier y James Ennis (Imagen: allucanheat.com)

Tras un difícil verano después de la dura derrota frente a San Antonio, los Heat veían como Shane Battier, Rashard Lewis, Michael Beasley, Greg Oden, James Jones y LeBron James abandonaban el equipo. La marcha del veterano alero de Duke estaba prevista ya que él mismo había anunciado su retirada al final de la temporada. La finalización de contratos y el duro mazazo de la vuelta de James a Ohio dejaban a los Heat en una situación complicada. Con Wade y Bosh habiendo rechazado sus extensiones de contrato con el fin de retener al de Akron, Pat Riley necesitaba reorganizar al equipo. Los fichajes de Luol Deng, Josh McRoberts y Danny Granger, la elección en el Draft de Shabazz Napier (campeón de la NCAA) más las renovaciones de Wade y Bosh le daban a los Heat la posibilidad de seguir compitiendo en el Este.

Al no contar con la condición de principal contender, los Heat comenzaban la temporada 2014 con una calma que no era característica en los últimos años. Tras un gran comienzo con tres victorias consecutivas, los Heat encadenaron una mala racha. La racha ha estado marcada por su récord en el American Airlines Arena. Encadenando cinco derrotas consecutivas por más de dobles dígitos (primera vez en más de cinco años) los Heat caen hasta la séptima posición en el Este. Debido a las lesiones de Wade y Bosh, las dos piezas claves de Miami se han perdido numerosos encuentros, obligando a Spoelstra a tener que utilizar diferentes quintetos titulares. Otra lesión que ha afectado al juego de los Heat, es la de Josh McRoberts. El ala pívot traído de los Hornets ha sufrido una rotura de menisco que le apartará de las canchas durante lo que queda de curso. Los Heat aún no han encontrado la estabilidad necesaria para desplegar su mejor juego. Con el año llegando a su fin, el conjunto de Florida debe recuperar su mejor baloncesto y con la ayuda de sus estrellas hacerse un hueco en los playoffs del Este donde competirán al máximo como han demostrado durante los últimos cinco años.