Con el 2014 a escasos días de llegar a su fin, desde VAVEL.com hemos tenido la oportunidad de hablar con Alberto de Roa, comentarista y analista de los partidos de Los Angeles Lakers para Time Warner Cable, el primer canal regional en español deportivo de todo Estados Unidos. Allí, el español se encarga de facilitar datos, tanto en los programas previos a los partidos como a la conclusión de estos, con el programa llamado "Somos Lakers", donde se analiza todo lo ocurrido en el encuentro de esa noche. Viviendo los Lakers uno de sus peores momentos, De Roa habla claro sobre su futuro, además de otros problemas como el "Tanking", sin olvidarse de los favoritos al anillo en esta temporada 2014-2015.

Pregunta: ¿En qué consiste su trabajo para Time Warner Cable?

Respuesta: Ejercer de comentarista y analista de baloncesto en Time Warner Cable Deportes, el canal que retransmite los partidos de los Lakers en español para el área de Los Angeles. Colaboro en las programas previos y posteriores a cada partido, tanto detrás como delante de las cámaras, para intentar desglosar lo más interesante para nuestros espectadores, además de en otros shows de la cadena. Time Warner Cable Deportes es el primer canal regional en español exclusivamente de deportes de todo Estados Unidos, y es un auténtico honor poner mi granito de arena sobre una materia que me fascina en un equipo tan profesional como el nuestro.

P.: ¿Cómo es el crecimiento de la comunidad latina en la NBA? ¿Cómo se valora desde allí a jugadores latinos y concretamente a los españoles?

R.: Una de las grandes virtudes de Estados Unidos es lo bien que acepta a los deportistas de élite extranjeros, y no sólo en baloncesto. Que Dallas adore a Dirk Nowitzki, Sacramento a Peja Stojakovic y a Vlade Divac, y San Antonio a Tony Parker y a Manu Ginóbili no son casos aislados. La explosión de talento que ha llegado de Latinoamérica y España, por tanto, fue también estupendamente aceptada. El respeto y admiración que en Estados Unidos se tiene por los hermanos Gasol es impresionante, y se demuestra en las votaciones para el All-Star, donde no sólo con los votos de la afición española se puede estar rozando entrar en el quinteto inicial.

Sobre la comunidad latina, la pasión por la NBA ya existía en estados como California, New York, Florida, Texas o Arizona, con una gran presencia de aficionados de origen hispano. Lo impresionante es ver equipos de ciudades como Cleveland, Atlanta o Minneapolis, con una población latina no tan abundante, empezar a tener retransmisiones radiofónicas en español o tener artículos en la lengua de Cervantes dentro de sus páginas web oficiales. La apuesta de los equipos por atraer a la comunidad latina es cada vez mayor y clara evidencia de un mercado cada vez más potente.

P.: ¿Qué comparación ve en el trato de la información en Estados Unidos respecto a España?

R.: Es una situación compleja. A nivel deportivo, y especialmente en baloncesto, no hay demasiada diferencia en cuanto a la información basura, la que se destaca más el rumor, el chascarrillo, las bromas de mal gusto o los primeros planos de los ombligos de las animadoras que lo que ocurre de verdad en los partidos. La diferencia fundamental está en la élite de la información. Ningún medio deportivo masivo en Estados Unidos se atreve a renunciar a contar con periodistas y analistas que quieran y sepan llegar más allá de la anécdota. Tanto a nivel de noticias, de entrevistas, de análisis del juego o de interpretación de estadísticas, consultar los medios deportivos estadounidenses es generalmente una delicia. Si bien estos medios no renuncian a presentar la parte más “lúdica” del baloncesto para atraer al espectador casual, el mimo que se tiene al devoto de cada deporte es lo que lo hace diferente… y lo que permite que el aficionado esté mejor informado y sepa disfrutar mucho más del juego.

P.: ¿Qué opina del crecimiento del seguimiento NBA en Europa?

R.: Un espléndido trabajo de marketing por parte de la NBA, combinado con la gran cantidad de talentos europeos en la liga, perfectamente ayudada por la incompetencia de la Euroliga y las ligas nacionales para hacer atractivas sus competiciones. El aficionado valora la mayor imprevisibilidad de la NBA y los medios estadounidenses de ámbito masivo (de los que luego los europeos se harán eco) saben sacar mucho más jugo a todo lo que se mueve aquí. Si estos factores no varían, la NBA seguirá siendo mucho más fuerte en Europa y en el resto del mundo año tras año.

P.: ¿Hacia dónde puede crecer la NBA en los próximos años?

R.: La respuesta más obvia es: hacia fuera. Aunque aún hay mercados en Estados Unidos con margen de crecimiento (y ahí la población latina es un objetivo claro), el sueño de la NBA es tener una presencia tan global como sea posible. Su presencia, de una forma u otra, en cada uno de los continentes mundiales así lo certifica. Si bien la logística no permite aún una liga verdaderamente mundial, la NBA quiere ser lo más cercano a esa utopía.

P.: ¿Los Lakers aguardan un buen futuro con Jeanie Buss a los mandos de la franquicia?

R.: La familia Buss tiene una presión enorme en este momento. El fallecimiento del Dr. Buss, admirado y respetado de forma casi unánime en Los Angeles, ha coincidido con el periodo de transición más difícil de los Lakers desde que Magic Johnson era rookie. El actual convenio colectivo les deja con mucho menor margen de maniobra y de error que en otras épocas, y lo están pagando. La prueba de fuego para Jeanie y Jim Buss será gestionar la franquicia cuando Kobe Bryant deje de ser el ídolo y líder indiscutible del equipo. Si los Clippers siguen siendo el mejor equipo de baloncesto de Los Angeles en cinco años, su legado habrá sido desastroso.

P.: Desde allí, ¿a quién ven los periodistas como favoritos u aspirantes al anillo?

R.: Golden State y Memphis, aún con estilos diferentes, han enamorado en este inicio de temporada. Pero la Conferencia Oeste es tan dura que absolutamente todo es posible. Ver a un favorito claro a principio de temporada como Oklahoma City fuera de Playoffs y a los vigentes campeones Spurs sin tener un puesto aún claro limita mucho la capacidad de hacer apuestas. En el Este parece todo más claro. Pese a que aún no dominan, Chicago y Cleveland son los equipos con mayor potencial para plantar cara a los mastodontes del Oeste. Toronto y Washington también se llevan elogios, pero no parecen tan bien armados como para llegar tan lejos en Playoffs.

P.: Desde EEUU y también desde su opinión personal, ¿cómo se ven dos grandes problemas como la diferencia entre Conferencias y el 'tanking'?

R.: La tradición de las Conferencias en Estados Unidos está tan arraigada que sería auténticamente revolucionario que la NBA decidiera abolir ese sistema. Todas las grandes ligas, de una forma u otra, separan a sus equipos en dos mitades, enfrentando a los mejores de cada una en las Finales. La idea (al menos de puertas afuera) de la NBA es no darle mayor importancia a la actual disparidad de calidad entre Este y Oeste interpretándolo como algo temporal que debería cambiar en los próximos años.

En el caso del “tanking”, la experiencia de Philadelphia es preocupante. Siempre ha habido y siempre habrá casos de equipos que planteen temporadas de transición mirando más al draft que al campeonato NBA, pero lo de los 76ers es tan extremo que acabará teniendo consecuencias. A corto plazo los equipos no quieren tocar de forma masiva el sistema de la lotería para no afectar a sus propios proyectos, pero a medio plazo la reforma parece inevitable. La NBA, desde luego, no tiene ninguna intención de que montar plantillas de nivel más cercano al de la D-League que al de un equipo de Playoffs NBA sea una opción aceptable en el futuro.

P.: Si hubiese sido LeBron James, ¿qué decisión habría tomado en verano? ¿Y en el caso de Carmelo Anthony?

R.: LeBron James dejó un proyecto con bases sólidas como el de Miami por otro que llevaba años sin entrar en Playoffs. Pero, como cualquier persona con familia sabe, no todo es trabajo. Los motivos personales de LeBron James fueron lo suficientemente fuerte como para anteponer otras razones antes que las deportivas. No fue el mejor movimiento para asegurar ganar anillos pero, a la vez, fue el mejor para él a nivel personal. Difícil discutirlo.

En el caso de Carmelo Anthony, la decisión es más complicada de entender sin motivaciones económicas. El proyecto de los Knicks parecía un desastre a corto plazo y la realidad no ha hecho más que confirmarlo. Es evidente que la nave puede enderezarse, especialmente con un margen salarial más amplio en verano pero, para una estrella rondando la treintena que ni siquiera ha pisado unas Finales NBA, la paciencia para reconstrucciones es muy corta.

P.: ¿Qué opina sobre los últimos movimientos del mercado, Rondo a Dallas y Brewer/Smith a Houston?

R.: Lo de la Conferencia Oeste en los últimos años es como la Guerra Fría de la segunda mitad del pasado siglo: una carrera armamentística formidable. Tanto Dallas como Houston saben que éste puede ser su año, pero aún se ven con relativa inferioridad respecto a otros contendientes al título. Para los Mavericks, traer a Rondo es un movimiento espectacular de bajo riesgo. Si funciona, son candidatos claros. Si se falla, borrón y cuenta nueva y adiós en la agencia libre. En el caso de Houston, traer a Corey Brewer y a Josh Smith les da una profundidad de banquillo de la que estaban algo escasos tras el verano. Utilizando a Brewer como en Denver y a Smith como en Atlanta, serán un equipo aún más duro de batir.

P.: ¿Qué pieza le falta a Golden State Warriors para poder ser campeones?

R.: Idealmente, un jugador interior dominante, capaz de ser contundente en el rebote y en defensa, y que no necesite absorber demasiadas posesiones ofensivas. Por poner un ejemplo concreto y relativamente asequible, un Tyson Chandler sano les convertiría en favoritos números 1 al anillo.

P.: ¿Cuál es su quinteto histórico?

R.: Magic Johnson, Michael Jordan, Larry Bird, Tim Duncan, Bill Russell

P.: ¿Qué anécdota destacaría de su estancia en Estados Unidos?

R.: Más allá del deporte, lo que más me ha llamado la atención desde que resido en este país es la comida. Hay dos características claras de Estados Unidos que se ven reflejadas ahí: la multiculturalidad y el individualismo. Por un lado, la cantidad de opciones culinarias, mucho más allá de la típica hamburguesa, es tan impresionante que a veces desconcierta. En una gran ciudad como Los Angeles uno podría salir a cenar todos los días del año y saborear un tipo de cocina diferente cada noche. Pero aún más llamativo es la libertad absoluta en cuanto a qué y cómo comer. Cualquier opción, sana o perjudicial, es totalmente válida. Quizás mi parte favorita es la “doggy bag”. Llevarse las sobras a casa no sólo no está mal visto, sino que es una práctica que todo restaurante ofrece a sus clientes. El poder degustar un plato con la consciencia tranquila de que acabárselo en el momento no es “obligatorio” para recuperar la inversión es algo que echaría mucho de menos al otro lado del Atlántico.

Con bastantes dudas resueltas, solo queda dejar ver como pasan los días y los partidos para dejar claros que equipos serán los candidatos a terminar llevándose el ansiado anillo de campeón, que en estos momentos se encuentra en manos de San Antonio Spurs, equipo que buscará defenderlo a capa y espada tal y como ha realizado esta temporada. Los aspirantes Cleveland Cavaliers, Memphis y Golden State al acecho, Toronto y Atlanta haciendo saltar la sorpresa jornada tras jornada y sobre todo Oklahoma City, Chicago, Los Angeles Clippers, Portland o Houston entre otros, equipos que la pasada temporada quedaron a las puertas de conseguir un mayor premio del logrado.