La debacle de  New York Knicks. Así podría llamarse la película de una de las páginas más negras en la historia de la franquicia entrenada por Fisher. Sin su máxima estrella, con jugadores poco experimentados y con un juego que deja mucho que desear, la franquicia de la Gran Manzana volvió a cosechar una nueva derrota. La decimocuarta de manera consecutiva o la número 34 de 39 partidos en este primer tramo de la temporada. Su récord de 5-34 augura un futuro muy pesimista a los de Nueva York.

Houston Rockets se pusieron por delante muy pronto. Su base titular, Beverley encestaba desde la larga distancia para colocar el 10-7 en el marcador favorable a los de Texas, que ya no soltarían esa ventaja en todo el partido. Ariza y Harden se combinaban para encestar 15 de los 27 puntos que los de McHale encestaron en el primer cuarto. Mientras tanto, New York Knicks sacaba un quinteto casi inédito en el que Prigioni y Wear conseguían seis puntos cada uno. José Manuel Calderón jugó 21 minutos y falló los cinco lanzamientos que intentó. El español tampoco está pasando un buen momento y atraviesa una crisis en su juego.

El segundo cuarto arrancaba con parcial de 0-9 en los primeros cuatro minutos. Montiejunas, Harden y Ariza certificaron un parcial que sentenciaban el partido ya en los segundos 12 minutos. El Madison muy crítico con los suyos contemplaba atónito el bajo nivel mostrado por los suyos. Prigioni y Wear maquillaban el resultado al descanso con dos triples que colocaban el 56-42 para los visitantes. Harden era el máximo anotador de los suyos con 17 tantos.

Los Rockets, una máquina de anotar

Pero la mala defensa volvió a ser la tónica dominante de los de Nueva York en el tercer cuarto. Los 37 puntos encajados en él denotan que New York es una franquicia en decadencia que necesita una reestructuración urgente. El cuarto comenzaba con un parcial de 12-3 para los de Houston que era respondido por Hardaway con un triple. En los de McHale todo funcionaba y Ariza, Howard y Beverley seguían destrozando el marcador y sumando unas estadísticas demoledoras. Harden, con 12 minutos por delante, acumulaba 25 puntos y ocho asistencias para los suyos.

En el último periodo la diferencia era ya sonrojante y el electrónico lucía un 69-93. Con los titulares sentados en el banquillo fue la segunda unidad la que demostró poder responder también cuando se la necesita. Terry con ocho puntos incluidos dos triples disparaba la diferencia hasta los 25 puntos. Brewer conseguía 11 puntos y Montiejunas se iba hasta los 17 tantos para certificar un gran cuarto de los suplentes de los Rockets. En New York Knicks, Wear certificaba su gran partido yéndose hasta los 21 puntos. Early conectaba 16 puntos y Galloway 19 pero no conseguían acortar diferencias y el encuentro terminaba 96-120.

Malas sensaciones en unos Knicks en el que el quinteto titular solo fue capaz de anotar 26 puntos de los 96 posibles. Solo el rendimiento de los suplentes dejó algo de positivo en una franquicia que va a la deriva. La cara opuesta la tiene Houston Rockets. Su quinteto titular convirtió 87 puntos  y la segunda unidad superó en anotación a los titulares de los de Fisher.

De esta manera New York Knicks sigue siendo los peores de la NBA con un récord de 5-34. Los números no son nada esperanzadores y los de la Gran Manzana acumulan un récord de 3-16 en casa y 2-18 como visitantes. Su próximo partido será frente a Charlotte Hornets.

Por su parte los Rockets de McHales acumularon una victoria más y lo hicieron dando descanso a sus estrellas en los últimos minutos. Su récord de 25-11 les sigue colocando en una posición muy cómoda en la Conferencia Oeste. Su próximo partido será el sábado ante Utah Jazz.