Se respiraba aires de partido grande en la previa del Chesapeake Energy Arena. Oklahoma, que llevaba sin ganar a Golden State tres partidos quería la revancha y esta vez contaba con todos los jugadores disponibles.
Pese a que el encuentro comenzó muy igualado, los de Brooks poco a poco se fueron distanciando en el marcador gracias a las asociaciones de Westbrook y Durant y a la aparición estelar de Ibaka que se iba hasta los 27 puntos y ocho rebotes para superar su mejor marca de la temporada y dominar la pintura. En los de Steve Kerr estaban todos salvo Bogut e Iguodala a los que el técnico ex jugador de Bulls dio descanso.
La ausencia de defensa brilló desde el inicio. Tanto Thunder como Warriors anotaban con suma facilidad a cada jugada que llegaban a la canasta contraria. Así, no es raro que se llegara al primer descanso con un parcial de 33-35 para los visitantes y con Thompson anotando 13 puntos. El escolta titular volvió a ser el mejor de los suyos y encestó 32 puntos eso sí, insuficientes. Durant y Westbrook se combinaban para encestar 17 puntos y aguantar el ritmo anotador de Curry y compañía.
Los Thunder, imparables
El segundo cuarto sirvió para que Brooks ajustara la defensa y empezara a decantar el partido para los suyos. Gracias a ellos, los Warriors comenzaron a perder demasiadas bolas y a precipitarse en ataque. En el ecuador del segundo cuarto, un parcial de 11-0 levantaba a los aficionados de Oklahoma City y comenzaba ya a hundir a los de Steve Kerr, sin ideas en ataque y demasiado individualistas en el segundo periodo.
Tras el descanso, Durant comenzaba encestando un tiro libre tras una técnica a Kerr por protestar. Los visitantes se llegaron a poner a dos puntos en el inicio del cuarto gracias a las canastas de Thompson al que no eran capaces de defendes. Sin embargo, Morrow por partida doble devolvía la diferencia al marcador. Primero una canasta fácil de dos puntos y acto seguido, al final del cuarto, un triple después de recibir la asistencia de Durant.
Así Golden State Warriors tenían la difícil papeleta de remontar siete puntos en el último cuarto cuando las sensaciones no eran nada buenas. Morrow rompía los sueños de los de Oakland con un triple nada más salir del último descanso. Kerr alargó demasiado la rotación y la segunda unidad jugó muchos minutos sin poder rendir como en otros partidos. David Lee no era capaz de cerrar el rebote defensivo y en ataque sigue sin coger su nivel óptimo para volver a rendir como el que era.
Brooks sí que optó porque Ibaka, Durant y Westbrook terminaran de rematar el partido. El jugador interior español consiguió 14 puntos en el último cuarto y anotó desde casi cualquier posición del campo. Durant seguía con su muñeca infalible y Westbrook no solo encestaba sino que además reboteaba y asistía como no lo había hecho nunca. El base se convirtió en el primer jugador desde 1968 que consigue unos registros de 15-15-15 en puntos, rebotes y asistencias.
Con la segunda unidad de los de Brooks ya en pista, Barnes maquilló un poco el marcador y lo dejó en el definitivo 115-127.
Los Oklahoma City Thunder consiguieron su mejor marca anotador de la noche y sumó una victoria para colocarse con un récord de 19-20, todavía fuera de playoffs pero cada vez más cerca de su nivel. Su próximo partido será frente a Orlando Magic el domingo.
Golden State Warriors pone fin a una buena racha de ocho victorias consecutivas. Su récord de 31-6 les permiten seguir dominando la NBA pese a la derrota de ayer. Su próximo encuentro será también un duro test frente a Houston Rockets esta misma madrugada.