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Boston muestra su mejor versión en el Madison

Los Boston Celtics se llevaron la victoria en su visita a la "gran manzana", 97-108, ante unos Knicks que volvieron a ofrecer su peor cara. Bradley, con 26 puntos, lideró el triunfo del conjunto de Massachusetts.

Boston muestra su mejor versión en el Madison
Los Celtics frenan su racha de tres derrotas consecutivas (Foto: nba.com)
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Por Juan San Martín

En el Madison Square Garden de Nueva York se veían las caras dos conjuntos llamados a pelear por los primeros puestos de la División Atlántica, New York Knicks y Boston Celtics. Los neoyorquinos llegaban al encuentro en el mejor momento de la temporada, después de haber vencido en cinco de sus últimos siete partidos, y con triunfos importantes, como el que lograron la pasada semana ante Oklahoma City Thunder. Por su parte, los Celtics se presentaban en Nueva York tras perder sus tres últimos choques, el último de ellos en la jornada del domingo ante Miami Heat.

El técnico local, Derek Fisher, tenía las bajas ya sabidas de Amar´e Stoudemire y Andrea Bargnani, a los que se unieron Cole Aldrich y Pablo Prigioni por problemas físicos, mientras que Brad Stevens presentaba una única ausencia importante, la de Kelly Olynyk, que se había perdido las últimas semanas de competición. Los antecedentes favorecían al conjunto neoyorquino, que había logrado la victoria en la única ocasión que estos dos equipos se habían visto las caras durante esta campaña, el pasado mes de diciembre en el TD Garden de Boston.

Buen inicio visitante

Desde los primeros compases del encuentro los Celtics llevaron el peso del juego y el marcador, anotando las cinco primeras canastas que intentaron, lo que les permitió disfrutar de las primeras ventajas de la noche, 4-16. Los locales no ofrecían las mejores sensaciones, con malos porcentajes de acierto en el tiro a canasta y dando demasiadas facilidades en defensa.

Jason Smith, con ocho puntos en este cuarto, mantenía a los suyos en el partido, ante un conjunto visitante que tenía en Smart y Sullinger sus principales armas ofensivas. El primer periodo llegaba a su fin con varios intercambios de canastas entre los dos equipos, lo que permitió que los Knicks redujesen la diferencia hasta los siete puntos, 19-26.

Control de los Celtics

Con la segunda unidad de ambos conjuntos en la cancha, la ventaja bajó hasta el 26-31, aunque fue solo un espejismo, ya que apareció Bradley para devolver el más diez en el electrónico, 26-36. Los Knicks mejoraron en estos segundos doce minutos, sobre todo en el apartado ofensivo, con la aparición de Calderón, sin embargo todavía seguían esperando la mejor versión de Carmelo Anthony, que apenas tuvo protagonismo en la primera parte.

Gracias a varios “dos más uno” y a un buen trabajo en el aspecto defensivo, los de Stevens lograron la máxima ventaja de la noche en las postrimerías del segundo periodo, 39-55, liderados por un gran Avery Bradley. Al descanso se llegaría con una cómoda ventaja para el conjunto de Boston, 44-57, que había desplegado su mejor juego de las últimas semanas.

Sin reacción

Tras el paso por los vestuarios el guión del encuentro seguía siendo el mismo, con los Celtics llevando el control del juego y del marcador, y con unos Knicks que intentaban, sin mucho éxito, darle la vuelta a la situación. Los hombres de Fisher llegaron a situarse a diez puntos en varias ocasiones, liderados por Carmelo Anthony (21 puntos, 10 en el tercer cuarto) y José Calderón (17 puntos), pero fueron frenados, una y otra vez, por Bradley (26 puntos, 11-14 TC) y Sullinger (22 puntos y nueve rebotes).

Después de varios minutos de intensidad en defensa, y gracias a un triple de Larkin en los últimos segundos, los neoyorquinos lograron bajar de la barrera de los diez puntos de diferencia antes de llegar al último y definitivo cuarto, 72-80, lo que les permitía seguir soñando con la posibilidad de remontar un encuentro en el que en ningún momento fueron por delante en el marcador.

Los locales llegaron a situarse a cuatro puntos cuando todavía restaban ocho minutos por jugarse, 82-86, pero aparecieron Sullinger y Bradley para acabar con la esperanza de remontada. Los Celtics ajustaron varias piezas en defensa y volvieron a aumentar la diferencia hasta la decena de puntos, 84-96, una ventaja que ya sería insalvable para los Knicks. El conjunto de Boston certificaba la victoria, 97-108, empatando la serie con los neoyorquinos y frenando la racha de tres derrotas consecutivas.

Con este triunfo, el cuarto de los últimos diez encuentros que han disputado, los de Stevens volvían a situarse a menos de cuatro partidos de los puestos que dan acceso a playoffs en la Conferencia Este, y que en estos momentos marca Miami Heat. Por su parte, el conjunto de la “gran manzana” vuelve a caer ante su público, después de haber vencido en los últimos cuatro encuentros que habían disputado en el Madison Square Garden.

Los New York Knicks no volverán la acción hasta la jornada del viernes, cuando visiten la cancha de Brooklyn Nets, en lo que será el tercer enfrentamiento entre los dos equipos de la ciudad de Nueva York en esta temporada. Por su parte, los Boston Celtics recibirán la visita de Denver Nuggets en la noche del miércoles, donde intentarán ampliar la racha de victorias y acercarse a los puestos de privilegio de la Conferencia Este.