En el Air Canada Centre de Toronto se veían las caras dos conjuntos llamados a pelear por los primeros puestos de sus respectivas conferencias, Toronto Raptors y Golden State Warriors. Los canadienses llegaban al encuentro inmersos en una racha de tres derrotas consecutivas, mientras que los californianos venían de caer la pasada madrugada en la cancha de Cleveland Cavaliers.
El técnico local, Dwane Casey, tenía a toda la plantilla a su disposición. Por su parte, Steve Kerr decidió dar descanso a Andre Iguodala, ante la acumulación de partidos en los últimos días. Los antecedentes favorecían a los Warriors, que ya habían derrotado a Toronto en el enfrentamiento previo entre estos dos equipos en lo que llevamos de temporada, aunque en aquella ocasión el encuentro se disputó en el Oracle Arena.
Control visitante
Desde los primeros compases del choque Golden State llevó el peso del juego y del marcador. Stephen Curry anotó los seis primeros puntos de los suyos, bien secundado por Green, llevando a los Warriors a disfrutar de las primeras ventajas de la noche, 4-14. Los locales no encontraban su juego, y toda su aportación ofensiva llegaba desde el tiro libre.
Curry se hizo con el mando del encuentro, mientras Green y Thompson aportaban en el aspecto anotador y en defensa, donde los visitantes cuajaron uno de los mejores partidos de la temporada, dejando a los Raptors en un triste cinco por ciento de acierto en el primer cuarto (1-19 TC y 0-5 T3). Los de Steve Kerr dominaban en ambos lados de la cancha, y las pérdidas de balón de los locales les permitía correr el contraataque. Después de los doce primeros minutos de batalla, los californianos dominaban por 11-27.
Sin noticias de los Raptors
Los locales salieron más decididos en el segundo periodo, recortando la diferencia hasta la barrera psicológica de los diez puntos, 17-27, pero en ningún momento pusieron en aprietos a la férrea defensa de Golden State. Con la segunda unidad en la pista, los de Oakland continuaron con un gran ritmo anotador, y frenando cualquier tipo de ofensiva del conjunto canadiense.
La entrada de Thompson, y más tarde la de Curry, volvieron a catapultar a los Warriors, que comenzaron a disfrutar de ventajas cercanas a la veintena de puntos, 27-51. Ross y DeRozan intentaban penetrar en la defensa visitante, pero sin éxito. Al descanso se llegó con una clara ventaja para el equipo de la bahía de San Francisco, 31-54, la anotación más baja de los Raptors, en la primera parte, en lo que llevamos de curso.
Partido sin historia
Tras el paso por los vestuarios el guión del encuentro seguía siendo el mismo, los visitantes dominaban todas las áreas y aspectos del juego y Toronto no encontraba la manera de frenar la sangría defensiva. Con el paso de los minutos la ventaja aumentó, gracias a los triples de Thompson (25 puntos, 9-18 TC) y Curry (22 puntos, 8-13 TC), y a la lucha y entrega de Green (17 puntos y nueve rebotes). El partido se enfrió y la diferencia llegó hasta los cuarenta puntos mediado el tercer cuarto, 46-86, que finalizó con Hansbrough y Ezeli expulsados, después de protagonizar una pequeña pelea, y con los de Steve Kerr arrasando a su rival, 57-98.
Con el choque ya sentenciado ambos técnicos decidieron dar descanso a sus hombres más importantes, lo que aprovecharon los teóricos suplentes para engordar sus estadísticas. Toronto maquilló el resultado en los minutos finales, 89-113, en un encuentro en el que fueron superados en todo momento por los Warriors. El conjunto de Oakland vuelve a la senda del triunfo, y se mantiene en lo más alto de la tabla en la Conferencia Oeste, mientras que los canadienses sufren su cuarta derrota consecutiva, aunque conservan la segunda plaza de la clasificación en la Conferencia Este.
Los Toronto Raptors volverán a la acción en la jornada de hoy, en la que tendrán que viajar a Nueva York para medirse a los Knicks, contra los que intentarán romper la mala racha de juego y resultados de la última semana. Por su parte, los Golden State Warriors se enfrentarán a Boston Celtics en la noche del domingo, en el que será el penúltimo partido de su gira de seis encuentros lejos del Oracle Arena.