En el Toyota Center de Houston se veían las caras los Houston Rockets, equipo que se encuentra en plena pelea por los puestos de cabeza de la Conferencia Oeste, y Phoenix Suns, que apura sus opciones de entrar en la postemporada tras varios años de ausencia. Los Rockets venían de ganar a Dever Nuggets, en un encuentro en el que su gran estrella y uno de los candidatos a hacerse con el MVP, James Harden, logró la máxima anotación de su carrera con 50 puntos, mientras que Phoenix se presentaba en Texas después de vencer en tres de sus últimos cuatro partidos.

El técnico local, Kevin McHale, tenía varias bajas importantes en el juego interior, la ya sabida de Dwight Howard, y Terrence Jones, cuyo puesto en el quinteto titular lo ocuparía Joey Dorsey, además de la ausencia del jugador griego, Kostas Papanikolaou. Por su parte, Jeff Hornacek no podía contar con Brandon Knight, un hombre muy importante en el esquema de juego del conjunto de Arizona. Los antecedentes favorecían a los tejanos, que habían salido victoriosos en las tres ocasiones que estos equipos se habían visto las caras en esta temporada.

Inicio anotador

Después de unos primeros minutos de tanteo, ambos equipos comenzaron a disfrutar de un gran porcentaje de acierto en el tiro a canasta, aunque con los Rockets siempre por delante, 18-12. Harden no comenzó de la mejor manera posible el partido, fallando varios de sus primeros tiros, pero colaboró en la dirección del juego, asistiendo a sus compañeros.

En los Suns, Bledsoe era el encargado de llevar la manija anotadora, mientras Len y los hermanos Morris controlaban el juego interior. Houston lanzó por encima del 60% de acierto en este primer cuarto (16-25 TC, 64%), aunque no logró abrir brecha en la marcador. Los primeros doce minutos finalizaban con ventaja para los locales, 37-33, que llegaron a estar ocho puntos por encima en varias momentos de este primer periodo.

Máxima igualdad

Con la segunda unidad en cancha, los locales ampliaron la diferencia en los compases iniciales del segundo cuarto, 43-33, manteniendo un gran porcentaje de acierto en el tiro a canasta y con todos los jugadores aportando en el aspecto anotador. Phoenix no tiró la toalla y recuperó la desventaja en poco más de tres minutos, 50-49, guiados por un imperial Eric Bledsoe.

En las postrimerías de esta primera parte ambos equipos intercambiaban canastas, con Houston mandando en el marcador, gracias a la aportación de Smith y Brewer entrando desde el banquillo. Una canasta de Bledsoe en los segundos finales ponía a los Suns por delante en el electrónico, 61-62, resultado con el que se llegaría al descanso. Los de Arizona, que llegaron a perder de más de diez puntos, habían conseguido recuperar la diferencia, y llegaban a la segunda parte del choque con sus opciones de victoria intactas.

Phoenix rompe el partido

Tras el paso por los vestuarios los Suns salieron dispuestos a dar un golpe encima de la mesa y llevarse el triunfo del Toyota Center. Los de Hornacek mantuvieron la idea de juego del segundo cuarto, y comenzaron a abrir brecha en el marcador, 75-84, con Bledsoe (34 puntos, máxima anotación de su carrera) llevando el peso anotador, pero bien secundado por los hermanos Morris, Marcus (17 puntos y 10 rebotes) y Markieff (17 puntos), y por Tucker (19 puntos, 3-4 T3), que realizó un gran trabajo en defensa sobre James Harden (16 puntos), al que dejó en un pobre 5-19 en tiros de campo.

Houston se llegó a situar a cuatro puntos mediado el cuarto, 80-84, pero Phoenix continuó desarrollando su juego, aumentando la diferencias hasta el más trece, 86-99, con el que se llegaría al final del tercer periodo. El conjunto de Arizona había cambiado el rumbo del partido en la segunda parte, dominando el rebote de forma clara (24-40), subiendo su aportación en la pintura, y haciendo una gran labor en el aspecto defensivo.

Los Suns mantuvieron a raya a los locales en los compases iniciales del último y definitivo periodo, con la segunda unidad, capitaneada por Goodwin (11 puntos) aportando intensidad desde el banquillo. Los de McHale llegaron a colocarse a tan solo cinco puntos, 90-95, cuando restaban poco más de cinco minutos de juego, con Smith (17 puntos) y Ariza (15 puntos y 12 rebotes) capitaneando la ofensiva. Sin embargo, Phoenix no se amedrentó y con un parcial de 12-0, sentenciaron el choque y conseguían una nueva victoria, 102-117, la tercera consecutiva.

Este no fue el mejor partido del conjunto tejano, sobre todo en la segunda parte, que volvían a la senda de la derrota, pero que se mantenían firmes en el tercer puesto de la clasificación en la Conferencia Oeste, mientras que los Suns recortaban la diferencia con el octavo clasificado a dos partidos y medio, conservando sus opciones de clasificarse para los playoffs.

Los Phoenix Suns volverán a jugar en la noche de hoy, en la que recibirán la visita de Dallas Mavericks, contra los que intentarán ampliar su racha de victorias. Por su parte, los Houston Rockets viajarán hasta Indiana para medirse a los Pacers en la jornada del lunes.