En el FedEx Forum de Memphis se veían las caras los dos mejores equipos de la Conferencia Oeste en lo que llevamos de temporada, Memphis Grizzlies y Golden State Warriors. Los locales, que no atraviesan su mejor momento del curso, con cuatro derrotas en los últimos diez encuentros que han disputado, venían de perder ante los Cavaliers de LeBron James, mientras que los Warriors estaban inmersos en una racha de siete victorias consecutivas.
Ninguno de los dos técnicos presentaba bajas significativas, aunque David Joerger introdujo una variación en su quinteto titular, dando entrada a Tony Allen por Jeff Green para frenar a la pareja exterior de los visitantes, formada por Stephen Curry y Klay Thompson. Los antecedentes favorecían al conjunto de Tennessee, que había salido victorioso en el único enfrentamiento entre estos dos equipos en lo que llevamos de temporada, y además han derrotado a Golden State en doce de los últimos catorce partidos en los que se han enfrentado. Los de Steve Kerr buscaban la victoria número 59 del curso, con la que igualarían el mejor récord de la historia de la franquicia, que data de la campaña 1975-1976.
Manda Golden State
La igualdad reinó en los primeros compases del encuentro, con ambos equipos anotando con facilidad, pero con los Warriors por delante en el marcador, 7-11. Stephen Curry dirigía las operaciones de los suyos, con cinco asistencias en el primer cuarto, mientras Klay Thompson anotaba desde el perímetro. En los locales la ofensiva pasaba por las manos de Mike Conley, que aprovechaba la debilidad defensiva de Curry, aunque estaba muy solo en la faceta anotadora.
Los triples y la circulación rápida de balón de los visitantes desarbolaban a la defensa de Memphis, que fue a remolque en el marcador durante toda la noche, 18-26. Conley y Gasol redujeron la diferencia en los minutos finales del primer periodo, pero Curry la ampliaría hasta el más siete, 24-31. Golden State dominaba en todos los aspectos del juego, incluido el rebote, faceta en la que partían con desventaja ante la potente pareja interior de los locales, formada por Zach Randolph y Marc Gasol.
Aparece la defensa de Memphis
La segunda unidad de los Warriors mantuvo las diferencias en los minutos iniciales del segundo periodo, con Iguodala y Barbosa realizando un gran trabajo en el aspecto defensivo. Con el paso de los minutos Memphis comenzó a subir la intensidad en defensa, reduciendo el porcentaje de acierto de los visitantes, frenando su estrategia ofensiva y provocándoles hasta seis pérdidas de balón en este cuarto.
Los de Joerger se acercaron en el electrónico, 39-42, con Conley liderando el ataque, bien secundado por Gasol y Green. La diferencia se mantuvo entre los dos y los cinco puntos en los compases finales de la primera parte, que concluiría con ventaja para los visitantes, 49-54. Los Grizzlies volvían a dominar el rebote y los puntos desde la pintura, pero no lograron detener los puntos al contraataque de los Warriors, que mandaban con claridad en este aspecto del juego (6-16).
Los Warriors rompen el partido
Tras el paso por los vestuarios los de Steve Kerr salieron más concentrados al parquet del FedEx Forum, ampliando la ventaja hasta la decena de puntos en los primeros minutos, 55-65, con Curry (38 puntos y 10 asistencias) y Thompson (28 puntos) rompiendo a la defensa local desde el perímetro. La intensidad de los Grizzlies fue decayendo según avanzaba el partido, y para colmo perderían por lesión a Tony Allen mediado el tercer cuarto.
Un parcial de 15-2 de los Warriors aumentaba la diferencia hasta la veintena de puntos, 59-80. Curry y Thompson campaban a sus anchas por la cancha, bien secundados por Green (10 puntos), lastrado por las faltas durante toda la noche. Memphis sufría para anotar, ya que Conley (16 puntos) no podía con el nuevo defensor que le había puesto Steve Kerr, Klay Thompson, en un gran movimiento táctico del entrenador visitante. Gasol (13 puntos) y Green (16 puntos), entrando desde el banquillo, asumieron la manija anotadora, pero Golden State llegaría al último y definitivo periodo con una ventaja clara, 65-85.
Los Grizzlies arrancaron el cuarto con un parcial de 8-0 que volvía a meter al público en el encuentro, aunque solo fue un espejismo. Stephen Curry silenció la reacción de los locales, bien secundado por Thompson, ampliando la ventaja hasta los veinte puntos y sentenciando el choque. Ambos entrenadores dieron descanso a sus jugadores más importantes en los minutos finales, donde los Warriors certificarían la victoria por un claro 84-107. Los californianos igualaban la serie con Memphis, el único equipo al que no habían logrado vencer en esta temporada.
Este es el triunfo número 59 del curso para Golden State, igualando la mejor marca de la historia de la franquicia. Los de Steve Kerr entrarán en la historia de la franquicia de la bahía de San Francisco si logran una victoria más en los diez encuentros que les restan hasta el final de la temporada regular. Los Warriors suman su octavo triunfo consecutivo y afianzan la primera posición de la Conferencia Oeste, mientras que Memphis sufre su segunda derrota consecutiva, aunque mantiene la segunda plaza la tabla, pero con menos de un partido de ventaja con sus más inmediatos perseguidores, Houston Rockets.
Los Golden State Warriors volverán a la acción en la noche de hoy, en la que tendrán que viajar hasta Wisconsin para medirse a Milwaukee Bucks. Por su parte, los Memphis Grizzlies visitarán la cancha de los actuales campeones, los San Antonio Spurs, en la jornada del domingo.