Semana grande para los Warriors. O prácticamente se podría decir temporada grande de los de Kerr, que siguen asombrando a propios y extraños por el nivel mostrado en muchos de los partidos de esta campaña. Con la victoria de anoche ante los Bucks, Golden State suma ya diez victorias consecutivas y, lo que es más impresionante, es el primer equipo que consigue 60 victorias en los primeros 73 encuentros en el siglo XXI.
Los Bucks comenzaron batalladores respondiendo como podían al arsenal expuesto por los de Steve Kerr, pero su gasolina pareció acabarse en el primer cuarto, porque a partir de ahí los “Splash brothers” comenzaron a hacer de las suyas y rompieron un encuentro que desde el segundo cuarto no tuvo mucha historia. Curry se iba hasta los 11 puntos en el descanso para endosar un parcial de +10 en el intermedio. No parecía que Milwaukee pudiera dar respuesta al gran juego de los Warriors y así fue en la segunda parte.
Tercer cuarto para Klay Thompson
Los de Kerr salieron dispuestos a romper el marcador para poder dar descanso a algunos de los titulares con el objetivo de llegar lo más frescos posible a los playoffs. El que respondió a la exigencia fue, de nuevo, Klay Thompson. El de los Warriors se presentaba al tercer cuarto con solo seis puntos y finalizaba el mismo con 21. Una exhibición de tiros en suspensión y triples, permitía a los suyos aumentar la ventaja en el marcador en otros nueve puntos, por lo que su equipo sentenciaba el choque.
En los Bucks solo Middleton conseguía firmar una buena actuación y se iba hasta los 14 puntos con todo el último cuarto por jugar. Carter-Williams no tenía su mejor día en el lanzamiento con porcentajes malos (33% en tiros de campo) y solo ocho puntos, con los que terminaba el encuentro. Todo esto era un pobre bagaje para que los de Jason Kidd pudieran inquietar un partido que era dominado por los visitantes.
Victoria y récord histórico
Los Bucks solo fueron capaces de acortar seis puntos la ventaja de los Warriors, por lo que la victoria no peligró para los de Kerr. El técnico novato se permitió el lujo de dar descanso a Draymond Green en la noche de hoy, pero el resto rindió al mismo nivel de siempre. La mejor noticia para la franquicia de Oakland fue sin duda, que ninguno de sus jugadores llegó a los 35 minutos de juego, por lo que parece que llegarán descansados para este final de temporada que puede ser prometedor para ellos.
No obstante la noche de ayer no fue una más para los Warriors. En una temporada en la que su entrenador se estrenaba en los banquillos, el equipo está firmando su mejor temporada de toda la historia con 60 victorias, una marca que nunca antes habían conseguido alcanzar. Con tan solo nueve choques por disputar, los de Kerr pueden obtener uno de los mejores récords de todas las franquicias en la historia de la NBA.
Parece que la historia está de parte de Golden State para conseguir el anillo. En nueve de los 12 precedentes en los que una franquicia alcanzó las 60 victorias en 73 partidos, el equipo consiguió ganar el título. Todo esto es estadística, pero tras ver la exhibición ante Memphis y el gran momento que viven ahora mismo los de Steve Kerr, los Warriors son unos serios candidatos al anillo.
Golden State volverá a la acción dentro de dos madrugadas ante los Clippers. Un gran partido que medirá las fuerzas de dos de las mejores plantillas de toda la liga. No obstante parece que los de Kerr están, esta temporada, un pasito por delante de los demás. Los playoffs se acercan y los Warriors se erigen, este año sí, como serios aspirantes.