De nuevo y tras una temporada irregular los vigentes campeones ya están en playoffs matemáticamente tras su victoria fácil, muy fácil, en Orlando. Los de Popovic que firman una campaña llena de altibajos, se crecen en la fase final de la mejor liga de baloncesto del mundo y serán un hueso duro de roer en una Conferencia tan complicada como la Oeste.
Con 49 victorias y 26 derrotas los Parker, Duncan y compañía ocupan la sexta posición de dicha Conferencia y de acabar así la temporada regular, se tendrían que ver las caras, en un duelo tejano, con Houston Rockets, un equipo compacto con jugadores de indudable calidad como James Harden, Trevor Ariza o Josh Smith. Por el contrario, los Magic de Orlando se quedan con 22 victorias y 53 derrotas, navegando a la deriva en el mar de la Conferencia Este.
Los Spurs por delante en el primer cuarto, sin alardes
El choque comenzó con un triple de Danny Green. Leonard hacia posteriormente dos puntos más. Tras el 0-5 inicial, los de James Borrego se desperezaron de su letargo y tras una canasta de Dewayne Dedmon y una gran recuperación, se pusieron por delante en el luminoso 10-7, lo que obligó a Gregg Popovic a pedir el primer tiempo muerto del partido cuando apenas se habían disputado cuatro minutos del mismo.
Parece que el tirón de orejas de un minuto y cuarenta segundos del comandante de los Spurs, surgió su efecto y de nuevo, gracias a un parcial de 0-5 con un triple de Leonard y una canasta desde cuatro metros contra tablero, de Baynes, los visitantes se pusieron por delante en un partido en el que las imprecisiones de unos y otros era la tónica habitual del mismo.
Parker intentaba marcar el tempo y el ritmo de su equipo pero los errores seguían dominando por encima de los aciertos, Tobias Harris se iba hasta los siete puntos y Oladipo le secundaba con cuatro más, en unos Magic, dispuestos a dar la sorpresa de la noche en un Amway Center que presentaba un buen ambiente, a pesar del año de su equipo, uno de los peores de la NBA.
El efecto Ginobili, que saltaba a cancha a falta de tres minutos para el final del primer acto, dio sus resultados y gracias a un triple del argentino, los hombres de negro se iban por encima al final del primer cuarto, 19-23 en unos primeros 12 minutos sin alardes, y en definitiva, malos por parte de ambas franquicias.
Los foráneos aumentan las distancias
Boris Diaw hacia que el segundo cuarto comenzara igual que el primero para su equipo, con un triple y poniendo la máxima ventaja en el marcador para los foráneos con el 19-26. Los de San Antonio parecía que en el este segundo capítulo, al mejor de cuatro, no querían sorpresas y se fueron a por el partido sin mirar atrás.
Una nueva canasta de Baynes, a pesar de la buena defensa de los de James Borrego, obligó a pedir tiempo muerto al preparador de los Magic, con un 21-29, y viendo que si todo seguía por los mismos derroteros, la derrota, valga la redundancia, se iba a ir acercando poco a poco.
Los escuderos de lujo de los visitantes, con el italiano Marco Belinelli al mando, aumentaban más aún la distancia. Dos triples consecutivos del transalpino ponían un 21-36, que a la postre sería insalvable para los locales. Un parcial de 0-10 sonrojante, obligó de nuevo a parar el partido al preparador de 13º clasificado de la Conferencia Oeste.
Splitter, más centrado en ocasiones en protestar a los árbitros decisiones absurdas, se puso el mono de trabajo en la pintura y dominó a Vucevic, una de las sensaciones de la temporada, haciendo que su equipo se fuera al descanso con una ventaja considerable 40-52, 12 puntos arriba y la sensación de que los de Popovic, con estar a poco más del 50% se iban a llevar el encuentro.
Una segunda parte a placer para los Spurs
Tras la reanudación nada cambió en el transcurrir de un partido que iba a ser muy cómodo para los visitantes que jugaron el tercer y el cuarto cuarto a placer.
En el tercero, un parcial de 30-20, haría que los visitantes se fueran al inicio del último periodo con la máxima ventaja del partido, 60-82, más 22 para un equipo, el tejano, que va a más y que ayer encontró en Aron Baynes, su piedra angular sobre el que giro todo su juego, con los tres actores principales, Duncan 6 puntos, Parker 7, Ginobili 13, algo perezosos.
Baynes firmó 18 puntos y cinco rebotes y fue el mejor de los de Gregg Popovic
El de Gisborne (Nueva Zelanda), fue el mejor de su franquicia, gracias a los 18 puntos y cinco rebotes que consiguió, pero no pudo hacer frente a los números de Victor Oladipo que fue lo único salvable del equipo de James Borrego, gracias a sus 24 puntos siete asistencias y seis rebotes.
El último cuarto fue cuesta abajo para el conjunto que ayer iba de negro, que se relajó en exceso para que los locales se acercaran y maquillaran el marcador, con un parcial en estos últimos 12 minutos de 31-21, llegando al resultado final de 91-103.
Los Spurs de San Antonio consiguen así su quinta victoria consecutiva de la temporada y se cuelan matemáticamente en los playoffs. Los de Popovic, a pesar de completar hasta la fecha una campaña regular llena de altibajos, tendrán la posibilidad de volver a conseguir un anillo como ya hicieran el año pasado en la final ante los Heat de Miami. Es en la fase final, cuando todo cobra una importancia supina, cuando el conjunto tejano da lo mejor de sí mismo en busca de proclamarse campeón de la NBA.
Por su parte, los Magic, que dieron una mala imagen en el choque, continúan firmando una temporada negra y acumulan la triste cifra de 22 victorias y 53 derrotas, en busca de finalizar la campaña y de seguir reconstruyendo año tras año un equipo que cuenta con jugadores interesantes como Oladipo o Vucevic.
Fotografías: Orlandomagicdaily