En el US Airways Center de Phoenix se veían las caras los Phoenix Suns y Los Angeles Clippers, en el último encuentro de la temporada regular para ambos equipos. Los locales, que no jugarán los playoffs por quinta campaña consecutiva, venían de perder nueve de sus últimos diez partidos, mientras que el conjunto angelino llegaba al choque inmerso en una racha de seis victorias consecutivas y después de ganar en trece de sus últimos catorce partidos.
El técnico local, Jeff Hornacek, presentaba hasta siete bajas para el último encuentro del curso, Reggie Bullock, Alex Len, Marcus Morris, Marcus Thornton, Brandan Wright, Danny Granger y Brandon Knight. Por su parte, Doc Rivers tenía a toda la plantilla a su disposición a excepción de Austin Rivers. Los antecedentes favorecían al conjunto de Los Ángeles, que habían salido victoriosos en las tres ocasiones en las que se han visto las caras esta temporada.
Phoenix sobrevive a Griffin
Después de unos primeros minutos de tanteo, con intercambios de canastas entre ambos equipos, los Clippers tomaron el mando del partido y del marcador, que no soltarían hasta el final del encuentro. Blake Griffin llevaba todo el peso ofensivo de los suyos, desarbolando a la defensa local desde lejos de la pintura, todo ello bajo la dirección de Chris Paul. Los Suns se mantenían a una diferencia que oscilaba entre los tres y los seis puntos, gracias a la aportación de todos sus jugadores y en ambos lados de la cancha.
Con los dos conjuntos lanzando por encima del 50% de acierto en tiros de campo en estos primeros doce minutos, los de Rivers tenían las de ganar, sobre todo visto el parte de bajas de Phoenix, que no disponía de varios de sus mejores anotadores. El equipo angelino dominó en todos los aspectos del juego en este primer cuarto, que finalizó con 26-32 en el electrónico, en especial en la pintura, donde Jordan y Griffin campaban a sus anchas.
Los Clippers arrasan
Con la segunda unidad de ambos equipos en la cancha, los Clippers lograron aumentar la ventaja hasta cerca de la decena de puntos, 32-43, aunque con la vuelta de los titulares el partido se rompió por completo. Varios triples consecutivos de Paul y el acierto de Jordan y Griffin desde la zona, permitieron que los angelinos abrieran una brecha en el electrónico que ya sería insalvable, 41-58. Los pupilos de Rivers aumentaron aún más su porcentaje de acierto en el tiro, en especial desde el perímetro (8-16 T3).
JJ Redick también se unió a la fiesta anotadora, mientras que en los Suns, Markieff Morris y Goodwin eran los encargados de liderar la anotación. Cuatro hombres de los californianos llegaron a la decena de puntos antes de llegar al descanso, Griffin, Jordan, Paul y Redick, rompiendo el partido definitivamente y con toda la segunda parte por delante. Tres tiros libres anotados por Griffin en las postrimerías del segundo cuarto, ponían el más 24 en el marcador, 43-69, resultado con el que se llegaría al descanso.
Partido sin historia
Tras el paso por los vestuarios el guión del encuentro seguía siendo el mismo. Los Clippers marcaban el ritmo de juego y dominaban en todas las áreas del campo, mientras que los Suns, lastrados por las bajas, intentaban maquillar el resultado y acabar la temporada de la mejor forma posible. Los visitantes marcaron su máxima ventaja de la noche mediado el tercer cuarto, 49-79, gracias a los triples de Chris Paul (22 puntos, 6-11 T3), que marcó un nuevo récord personal de triples anotados en un partido, y al gran rendimiento de Blake Griffin (20 puntos) y DeAndre Jordan (13 puntos y 14 rebotes) en la pintura.
Con el choque prácticamente resuelto, los angelinos bajaron el ritmo y comenzaron a fallar los tiros que antes anotaban con facilidad. Phoenix, de la mano de Goodwin (18 puntos) y Markieff Morris (14 puntos), recortó la diferencia hasta cerca de la veintena de puntos al final del tercer cuarto, 70-91. Los hombres de Hornacek mantuvieron ese ritmo de juego en los compases iniciales del último y definitivo periodo, y con un parcial de 16-2 lograron situarse a menos de quince puntos, 81-95.
Doc Rivers había dado descanso a sus jugadores titulares, dado lo abultado del marcador y en vista de lo que está por venir en las próximas semanas, sin embargo, el empuje y la entrega de los locales, que se llegaron a colocar a once puntos, 98-109, unido a la poca intensidad de los suplentes, le obligaron a dar entrada de nuevo a Paul, Griffin y Jordan para amarrar la victoria, 101-112, pero sobre todo para dar un toque de atención a los hombres del banquillo, que no estaban rindiendo al nivel esperado.
Con este triunfo, el séptimo consecutivo, Los Angeles Clippers aseguran la tercera plaza de la Conferencia Oeste de cara a los playoffs, aunque podrían acabar en la segunda posición si los San Antonio Spurs no ganan en New Orleans en la última jornada. Por su parte, los Phoenix Suns sufren su décima derrota en los últimos once partidos, marcando el peor final de temporada de la historia de la franquicia desde la campaña 1968-1969, en la que cayeron derrotados en once de sus doce últimos partidos.
El conjunto angelino llega al periodo clave de la temporada en su mejor momento de juego, después de ganar 14 de sus últimos 15 encuentros, con el tercer mejor récord de la NBA desde el pasado 27 de febrero y con el factor cancha a favor de cara a los playoffs. En este último partido de temporada regular, DeAndre Jordan entró en la historia de la franquicia de Los Ángeles, convirtiéndose en el jugador que más rebotes captura en una temporada (1.226), superando la marca de Swen Nater (1.216).