Después de una larga Temporada Regular, la campaña se terminaba esta pasada madrugada para muchos equipos, pero tanto San Antonio Spurs como New Orleans Pelicans seguían peleando por posición de playoff. A pesar de que los primeros tuvieran su puesto en playoff asegurado, los Pelicans necesitaban ganar sí o sí para terminar octavos en la Conferencia Oeste.

A sabiendas de que los Pelicans peleaban por ocupar la octava posición de la Conferencia Oeste, Monty Williams planteaba un quinteto inicial formado por Tyreke Evans, Quincy Pondexter, Anthony Davis, Eric Gordon y Omar Asik. Por su parte, Gregg Popovich alineaba de inicio a Kawhi Leonard, Tim Duncan, Aron Baynes, Tony Parker y Danny Green.

New Orleans sabe lo que se juega

Arrancaba igualado el partido en el Smoothie King Center, y es que tanto Pelicans como Spurs mostraban férreas defensas que impedían las canastas fáciles de sus rivales. Tendría que ser Monty Williams el encargado de pedir el primer tiempo muerto del partido, cuando a falta de 5:50 para el final del primer cuarto el marcador reflejaba un igualado empate a doce puntos.

Sin duda le vendría bien el pequeño parón a New Orleans, ya que los Pelicans se iban en el marcador hasta por once puntos, sabiendo hacer transiciones rápidas. Un público entregado, metiendo presión en todo momento a los Spurs, haría que los Pelicans fueran capaces de mantener la ventaja de la que gozaban en el marcador hasta el final del primer cuarto, momento al que llegaban con un resultado de 34-19 a favor de los hombres de Monty Williams tras anotar una espectacular canasta, Jrue Holiday, sobre la bocina.

Los Pelicans no bajan el pistón

Anotando todo lo que lanzaban, los Pelicans arrancarían el segundo cuarto tal y como acaban el primero, dominando a placer y yéndose en el marcador hasta los 22 puntos de ventaja. Estaría obligado a parar con tiempo muerto la sangría anotadora de los Pelicans, Gregg Popovich, que lograría que la diferencia se redujera tras el parón, viendo que los tejanos se acercaban peligrosamente en el luminoso, Monty Williams decidiría también pedir un tiempo muerto en busca de no complicarse las cosas.

Sendos tiempos muertos por parte de ambos técnicos harían que la diferencia se estabilizara en los 20 puntos a favor de los Pelicans. De ahí en adelante los minutos irían pasando hasta que el partido llegara al descanso con un marcador favorable a New Orleans Pelicans de 63-47, teniendo a Anthony Davis como el mejor con 16 puntos y cinco rebotes, acompañado por trece puntos de Norris Cole, que contrarrestaban los doce puntos de Boris Diaw por parte de San Antonio Spurs.

El fuerte arranque de los Spurs es controlado

Lo dicho por Gregg Popovich al descanso, daría otro ritmo a los Spurs, y es que el conjunto tejano conseguía recortar poco a poco la desventaja contraída hasta ponerse a diez puntos, momento en que un tiempo de Monty Williams pondría las cosas en su sitio siendo los Pelicans quienes cogieran distancia yéndose hasta los 16 puntos de adelanto, a falta de cuatro minutos para el final del tercer cuarto.

La intensidad del partido subiría a marchas forzadas, lo que provocaría dos cosas; la primera sería que el público disfrutaría con las jugadas de su equipo y la segunda era que los Pelicans lograban tener una cómoda ventaja en el marcador. Proseguiría creciendo la ventaja de New Orleans, hasta que en las últimas acciones del cuarto, los Spurs se acercarían a once puntos, siendo 82-71 el marcador, tras anotar Patty Mills un triple sobre la bocina.

La gloria llega sufriendo

Tan sólo quedarían doce minutos de Temporada Regular para ambos equipos, pero los Spurs no querían dar por perdido el partido, por lo que se colocaban a sólo cinco puntos poniendo a continuación el hack-a-Asik, táctica que consistía en mandar al jugador turco a la línea de tiros libres en cada jugada, haciéndose valer de sus malos porcentajes desde la línea de personal. Monty Williams sentaría a Omer Asik, y eso haría que los Pelicans volvieran a cobrar ventaja en el marcador, obligando a que Gregg Popovich pidiera tiempo muerto.

Con los gritos en ataque de 'MVP, MVP, MVP' hacia Anthony Davis, y los feroces 'Defense, Defense' cuando eran los Spurs quienes atacaban, los seguidores de los Pelicans llevarían en volandas a su equipo. a conseguir diez puntos de ventaja. El sufrimiento estaría hasta el último segundo en el Smoothie King Center, ya que San Antonio se acercaba a cinco puntos a falta de menos de un minuto de partido. Desde la línea de tiros libres la mano no temblaría a los jugadores de los Pelicans, que terminarían llevándose el partido por 108-103, y por ende accediendo así a los playoffs como octavo equipo clasificado, eliminando a Oklahoma City Thunder, que ganaba a Minnesota Timberwolves por 113-138.