Quedando en la segunda posición de la Conferencia Oeste con un balance de 56 victorias y 26 derrotas, Houston Rockets se medía en los playoffs 2015 frente a Dallas Mavericks, equipo que terminaba clasificado en el séptimo lugar, acumulando 50 victorias y 32 derrotas, viendo así como el primer partido de la serie se llevaba a cabo en la casa de los Rockets, el Toyota Center.

Para este partido, Kevin McHale, como técnico de Houston Rockets decidía alinear un quinteto inicial formado por Jason Terry, James Harden, Trevor Ariza, Dwight Howard y Terrence Jones. Mientras que por su parte, Rick Carlisle no se guardaba y alineaba en el arranque a Rajon Rondo, Monta Ellis, Dirk Nowitzki, Chandler Parsons y Tyson Chandler

Los Rockets bordan el primer cuarto

Con un espectacular ambiente en el Toyota Center, los Rockets salían con el cuchillo en la boca y en los primeros compases del encuentro conseguían una ventaja de 9-2, gracias al poderío interior de Dwight Howard y la intensidad defensiva, algo que obligaba a Rick Carlisle a pedir el primer tiempo muerto del partido, buscando así cortar la sangría anotadora de Houston.

El pequeño parón no cambiaría absolutamente nada, ya que Houston proseguía aumentando su diferencia en el marcador a base de triples y tapones, los lanzamientos de tres puntos por parte de Corey Brewer y los tapones a cargo de Dwight Howard, que llevaba tres en cinco minutos, siendo 19-6 el marcador.

Los cambios harían que Dallas diera un arreón en el partido acercándose en el resultado, pero simplemente sería un amago que haría mantener la ventaja de doce puntos a Houston Rockets, equipo que jugaba de manera cómoda. A pesar de que en los últimos compases del cuarto, los Mavericks apelaran a hacer faltas a jugadores sin balón con malos porcentajes en la línea de tiros libres, Houston aguantaría el marcador y terminaría los doce primeros minutos de partido con una cómoda renta de 32-19.

Houston prosigue mandando con Dallas al acecho

Sin duda parecerían otro equipo los Mavericks en el segundo cuarto, y es que a pesar de realizar un timorato arranque de parcial, el conjunto dirigido por Rick Carlisle recortaba la desventaja a marchas forzadas hasta quedarse con 37-32 a seis minutos y medio del descanso, momento en que Kevin McHale pedía tiempo muerto en busca de corregir cosas con sus jugadores.

A falta de cuatro minutos para el descanso, Dallas Mavericks lograría lo más complicado, que era dar la vuelta al marcador poniéndose por delante, obteniendo una efímera ventaja que sería dada la vuelta por Houston a las primeras de cambio. Ni mucho menos se vendría abajo Dallas al volver a estar por debajo, y en un final apretado con varios cambios de liderato, Houston Rockets se iba al descanso mandando por 59-55 gracias a un triple de Trevor Ariza.

Los Rockets vuelven a abrir colchón

Dwight Howard proseguiría rememorando viejos tiempos tras el descanso, y es que el pívot de los Rockets estaba cuajando una brillante actuación que llevaba a su equipo a ponerse con diez puntos de ventaja rápidamente, viéndose obligado Carlisle a cortar la sangría anotadora de la franquicia local con un tiempo muerto. 

El paso de los minutos no sólo dejaría que la ventaja de Houston aumentara, sino que haría patente el cabreo que Dallas tenía con los árbitros, al no ser señalados acciones a su favor que en un principio daban esa sensación. A pesar de estar catorce puntos abajo, se recuperarían los visitantes y bajarían la desventaja hasta el 84-77 que cerraba el tercer cuarto.

La primera victoria es para Houston

La igualdad se mantendría en el marcador en los primeros compases del último cuarto, pero en el ecuador del mismo eran los Rockets quienes apretaban el acelerador para ponerse once arriba y hacer que Carlisle parara el encuentro con un tiempo muerto. Al volver del pequeño parón Houston vería pasar las jugadas con tranquilidad, a sabiendas de la cómoda ventaja de la que disponían.

Dos triples consecutivos de Corey Brewer, y un dos más uno de Jason Terry hacían que el partido se encarrilara a favor de Houston Rockets, que con menos de tres minutos por disputarse veía como su ventaja era de quince puntos. Al final, desde la línea de tiros libres ante las faltas de Dallas, los Rockets conseguirían apuntarse el primer punto de la serie por 118-108. James Harden con 24 puntos y once asistencass,y Dwight Howard con once puntos, cinco rebotes y cinco tapones eran los mejores.

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Sobre el autor
Diego Blanco Taladriz
Gijón. Moderador de contenidos de VAVEL. Coordinador en las secciones de Tenis y Ciclismo. Puedes leer mis opiniones en @DiegoBlanco93 | E-mail de contacto: [email protected]