Dallas Mavericks y Houston Rockets se volvían a ver las caras en el tercer partido de la serie de primera ronda de playoffs en la Conferencia Oeste, aunque en esta ocasión el encuentro se disputó en el American Airlines Center de Dallas. Los locales necesitaban la victoria para mantener vivas sus opciones de avanzar a la siguiente fase, ya que un triunfo de Harden y compañía dejaría la eliminatoria vista para sentencia.

En técnico de los Mavericks, Rick Carlisle, presentaba dos ausencias importantes, Rajon Rondo, baja indefinida, y Chandler Parsons, que se perderá el resto de la postemporada, por lo que formó con Raymond Felton, Monta Ellis, Richard Jefferson, Dirk Nowitzki y Tyson Chandler. Por su parte, Kevin McHale salió con su “cinco” de gala de las últimas semanas de competición, con Jason Terry, James Harden, Trevor Ariza, Terrence Jones y Dwight Howard.

Sin defensas

Siempre se ha dicho que en los playoffs las defensas ganan en protagonismo, pues bien, en este partido entre Dallas y Houston ocurrió todo lo contrario. Desde los primeros compases del choque ambos conjuntos anotaban con fluidez y primaba el juego ofensivo sobre las defensas. Terrence Jones fue el líder de los Rockets en los primeros minutos, batallando dentro de la pintura, mientras Harden anotaba desde el perímetro. Los de McHale marcaron las primeras diferencias de la noche, 11-19, gracias a su acierto desde el triple (4-4 T3 en el primer cuarto).

Los locales no transmitían las mejores sensaciones, y llegaron a caer de hasta doce puntos mediado el primer periodo, 15-27. Los Mavericks sufrían mientras Houston controlaba el partido, pero cuando pudieron correr y desarrollar su juego, lograron poner contra las cuerdas al equipo visitante. Después de varios minutos locos, con continuos correcalles, Dallas consiguió recortar la diferencia hasta los seis puntos, 36-42, de la mano de Monta Ellis y la aportación de Harris y Stoudemire entrando desde el banquillo.

Dallas toma el mando

La igualdad se instauró en el juego y el marcador en los primeros minutos del segundo cuarto, mientras las defensas seguían en un segundo plano. Un parcial de 13-0 favorable a los locales, comandado por Ellis y Nowitzki, les permitió asaltar el liderato en el marcador, y comenzaron a marcar diferencias que sobrepasaban la decena de puntos, 68-57.

Foto: nba.com

La segunda unidad de los locales dotó de más intensidad al equipo, en especial Aminu, aunque Houston, de la mano de Harden y Smith, logró bajar el ritmo de juego y recortaron la desventaja hasta los siete puntos antes de llegar al descanso, 72-65. Los 72 puntos anotados por Dallas al final de la primera parte, era su máxima anotación al descanso desde el año 2003, mientras que los Rockets no anotaban 65 puntos tras dos cuartos disputados desde la campaña 1995.

Houston asalta el liderato

Ambos conjuntos lanzaron por encima del 50% de acierto en la primera parte (Dallas, 27-47 TC; Houston, 25-48 TC), con Houston disfrutando de un mejor día desde el perímetro (6-11 T3). James Harden (42 puntos y nueve asistencias) se echó al equipo a la espalda, bien secundado por Brewer (15 puntos) y Smith (18 puntos) entrando desde el banquillo, y por un imperial Howard (13 puntos y 26 rebotes) en la pintura.

Los Rockets se hicieron con el liderato mediado el tercer cuarto, e incluso se llegaron a situar con cerca de una decena de puntos de ventaja, 88-97, gracias al acierto de Harden y a la aportación de Brewer desde la segunda unidad. El empuje de los Mavericks en los compases finales, liderados por Monta Ellis (34 puntos) y Dirk Nowitzki (34 puntos), les permitió colocarse a tan solo dos puntos, 99-101, diferencia con la que afrontarían el último y definitivo periodo.

Emoción hasta el final

Dallas volvía a sufrir para desarrollar su juego porque Howard y los Rockets se hicieron con el control del rebote. Los visitantes mandaban en el electrónico, 101-112, y afrontaban los últimos ocho minutos del partido con una cómoda ventaja. Cuando peor pintaban las cosas para los Mavericks, aparecieron Ellis y Nowitzki para dar más emoción al encuentro.

El “hack a Dwight” no obtuvo sus frutos y Houston mantuvo una ventaja que oscilaba entre los cuatro y los ocho puntos, 108-115. Un triple de Ellis ponía el 121-124 en el marcador a falta de poco más de un minuto para el final, pero los Rockets se mantuvieron firmes bajo el liderato de Harden. El escolta de Houston con una gran canasta, ponía el 126-129 cuando restaban doce segundos de partido. Los Mavericks disfrutarían de la última posesión del encuentro para llevarse la victoria o forzar la prórroga, pero en esta ocasión Monta Ellis no estuvo acertado y el triunfo se iba para Houston, 128-130.

El encuentro dejó varios récords. Los 258 puntos que anotaron entre Mavericks y Rockets es la tercera máxima anotación entre dos equipos en un partido de playoffs en los últimos 25 años. James Harden, con 42 puntos, y Monta Ellis, con 34 puntos, lograron la máxima anotación de su carrera en un partido de playoffs, y Dwight Howard marcó su nuevo récord reboteador en postemporada con 26 rebotes, e iguala la marca de Hakeem Olajuwon y Moses Malone como máximos reboteadores de la historia de la franquicia en un encuentro de playoffs.

Con este triunfo los Houston Rockets dejan a Dallas contra las cuerdas, ya que una derrota de los Mavericks en el cuarto partido, que se disputará en la jornada del domingo, les mandaría para casa a primeras de cambio por segunda temporada consecutiva. La franquicia de Houston no disfrutaba de un 3-0 en una serie de playoffs desde el año 1997, y no gana una eliminatoria desde la campaña 2008/2009, aunque en esta ocasión las estadísticas le acompañan, ya que ningún equipo en la historia de la NBA, desde que se disputan las series al mejor de siete partidos, ha remontado una eliminatoria en la que caía por 3-0.