Los Angeles Clippers dieron la sorpresa al ganar a los Spurs en su pabellón tras haber sido apalizados hace apenas dos días. Los de Doc Rivers se recompusieron a la perfección y plantearon un partido serio e intenso en el que pusieron en complicaciones a San Antonio en todo momento, y en el que se encontraron con una exhibición de Chris Paul que les dio la victoria en los compases finales. El base acabó con 34 puntos y siete asistencias, y a ratos dio un auténtico recital de cómo se juega a este deporte desde el puesto de base.
Los de Popovich tuvieron durante muchos momentos del partido la gran circulación de balón que les caracteriza, pero pecaron de un desacierto en el tiro que les lastró de forma definitiva. Los de Texas acabaron con un 24% en triples, y los cero puntos de Green y Splitter fueron una losa que ni siquiera los 26 y 22 de Leonard y Duncan respectivamente pudieron levantar. Ahora tendrán que volver a hacer lo que lograron hace cinco días: ganar en el Staples Center. De lo contrario, no podrán estar en la siguiente ronda.
Otra vez no
Desde el inicio los Clipeprs demostraron que no estaban dispuestos a permitir que se repitiera lo del otro día. Con un 6-0 de salida y una gran intensidad defensiva enviaron el mensaje de forma más que clara, y lograron encontrar puntos en muchos de sus jugadores. Hombres como Griffin , Paul, Crawford o Reddick fueron poco a poco sumando para los suyos, mientras que Parker se convirtió con ocho puntos en el primer cuarto en el líder de los suyos en los primeros momentos. Con todo esto, la situación tras los primeros 12 minutos era de igualdad total, y el empate a 25 que ilustraba el marcador era el claro reflejo.
Los Clippers salieron a por todas para evitar una debacle como la del tercer partido
El segundo cuarto arrancó con Austin Rivers y Patty Mills como protagonsitas inesperados, pues ambos tomaron el control del ataque de los suyos, pero la paridad se mantenía. Chris Paul y Tim Duncan comenzaban poco a poco a despertar, pero parecían ser conscientes de que el partido no se decidiría en el segundo cuarto y todavía no terminaban de rendir como lo harían después. Mientras tanto, Reddick y Leonard aprovechaban las pocas fracturas defensivas que aparecían para anotar, pero el partido seguía sin romperse. Con el 47-51 con el que se llegó al descanso, todo quedaba por decidir para la segunda mitad.
Chris Paul toma el control
Mientras Tim Duncan hacía historia convirtiéndose en el primer jugador en la historia en llegar a los 9.000 minutos en playoffs, los Clippers seguían poniendo en apuros a los texanos con su intensa defensa. El propio Duncan y Kawhi Leonard se echaron el equipo a la espalda para evitar que los de angelinos se escaparan, este último aprovechando que Matt Barnes fue sustituido tras su cuarta falta por Jamal Crawford, bastante más bajo, para irse al poste y comenzar a hacer daño anotando y distribuyendo. La solución de Doc Rivers fue familiar, pues dio entrada a su hijo Austin, que realizó un gran partido en ataque y logró evitar una sangría de puntos en el poste.
Rivers retiró a Jordan en cuanto los Spurs comenzaron a hacerle faltas intencionadamente
La siguiente decisión técnica correspondió a Popovich, que optó por llevar a cabo el hack a DeAndre Jordan cuando quedaban algo menos de tres minutos para el final del tercer cuarto, llevando así al pívot a la línea de personal voluntariamente. Su decisión no tardó en justificarse, pues Jordan falló sus cuatro primeros tiros libres con un air ball incluido, lo que hizo a Rivers retirarle de la cancha. En esta panorama, Chris Paul se hizo dueño del partido, y a base de anotar una canasta tras otra se fue hasta los 24 puntos al final del tercer periodo, y mantuvo a los suyos al frente por 81-76.
Un parcial de 13-4 de salida del cuarto periodo favorable a los Clippers hizo saltar las alarmas en el AT&T, pues la brecha se fue hasta los 13 puntos, la máxima del partido. Austin Rivers se irguió como héroe inesperado de los visitantes con sus 16 puntos, mientras que Parker y Duncan aprovecharon la ausencia de DeAndre Jordan en la pintura para hacer daño a través de penetraciones y jugadas en el poste respectivamente, pero no les bastaba para remontar. Aún así, Doc Rivers se la jugó y volvió a dar entrada al pívot.
Los Spurs no hicieron el hack a Jordan de inmediato, pero lo cierto es que no parecía hacerles falta, pues comenzaron a encontrar muy buenas sensaciones en ataque. Con un parcial de 8-0 volvieron a meterse de lleno en el partido, y con una gran defensa obligaron a los Clippers a encomendarse a milagros ofensivos de Chris Paul o de Jamal Crawford para anotar. No obstante, en cuanto Popovich vio que los suyos comenzaban a tener problemas volvió a ordenar faltas intencionadas sobre DeAndre. Rivers volvió enviar al pívot al banquillo. Volvía el baile.
Chris Paul decidió el partido con un recital
Esta vez la ausencia no afectó a la defensa angelina, ya que San Antonio comenzó a fallar un tiro tras otro mientras veía a Chris Paul dar una auténtica exhibición en el aro contrario. A base de canastones fue abriendo cada vez más la distancia en el marcador, y a falta de tres minutos y medio asistió a J.J. Reddick para que anotara un triple que ponía el 106-92 y sentenciaba el partido definitivamente pese a los intentos de Kawhi Leonard de volver a meter a los suyos a base de triples. No había tiempo para recuperar tanta distancia.
De esta forma, los de Los Ángeles recuperan el factor cancha que había perdido tras su derrota en el Staples en el segundo partido, y viajan de vuelta a su pabellón para tratar de volver a ponerse por delante en la serie. Por su parte, los Spurs necesitan volver a ganar fuera de su pabellón si quieren estar en la siguiente ronda, y han dejado escapar la oportunidad de dejar la eliminatoria casi sentenciada. Visto lo visto hoy, parece que este duelo será largo, y nadie debería extrañarse si todo se decide en un séptimo partido. De momento, seguirá decidiéndose en el quinto en la madrugada del martes al miércoles.