Scottie Pippen, antiguo jugador de los Chicago Bulls donde ejerció de escudero de lujo del gran Michael Jordan, respondió a las preguntas que formularon los aficionados formularon a través de Twitter dejando frases para nada despreciables.

El jugador incluido en tres ocasiones en el mejor quinteto de la liga no duda en señalar a Julius Erving como su primer referente baloncestístico: “Vi jugar mucho al Dr. J. Era el ídolo de todo el mundo cuando yo era un niño”. Aún así dice que escogió el número 33 debido a jugadores tan excelsos como Kareem Abdul-Jabbar y Larry Bird debido a que “quería ganar como hicieron ellos”. Pippen formó parte del equipo con el mejor récord en la historia de la NBA (72 victorias) y además afirma que ese equipo hoy en día estaría en torno a 75 victorias ya que: “El juego ahora es menos físico y habríamos tenido más oportunidades para anotar”. No duda a la hora de afirmar que ningún jugador actual ganaría a Michael Jordan en un uno contra uno.

“Vi jugar mucho al Dr. J. Era el ídolo de todo el mundo cuando yo era un niño”. Cuando se le pregunta por su quinteto ideal sin contar con jugadores del original Dream Team de 1992, Pippen se decanta por LeBron James, Kobe Bryant, Kevin Durant, Tim Duncan y Shaquille O’Neal. El ex jugador de los Bulls también se refirió a su ex compañero Toni Kukoc, al que considera el jugador mas infravalorado de todos los que tuvo: “La gente no sabe lo bueno que era y se sacrificó mucho por nosotros saliendo desde el banquillo”.

Dadas las similitudes físicas, Pippen también fue preguntado por el recientemente nombrado mejor defensor del año, Kawhi Leonard: “El chico es DPOY (Jugador Defensivo del Año) y MVP de las Finales, pero todavía no es All Star. Eso cambiará”.  Dado que Scottie Pippen también fue uno de los mejores defensores de la liga, fue preguntado acerca de cual sería el jugador al que le gustaría defender actualmente: “Diría LeBron, pero creo que Steph Curry podría ser el jugador más difícil de marcar en la Liga”. Otra cuestión interesante tratada por el mítico alero fue la de la posibilidad de seguir el camino de jugadores como Steve Kerr o Jason Kidd, y terminar entrenando a algún equipo de la NBA: “¿Por qué no? Sólo estoy esperando al momento y a la oportunidad correctas”.

Pippen reconoce que, después de Chicago, su siguiente ciudad favorita para jugar hubiese sido Nueva York. También rememora un momento muy especial para él, como fueron las finales de 1991 cuando ganaron tres partidos seguidos a los Lakers en Los Ángeles: “Fue una tarea difícil, pero nos mostró que estábamos preparados”.