Los Angeles Clippers y San Antonio Spurs se jugarán la vida en el séptimo y definitivo partido de su serie de playoffs. La franquicia angelina sobrevivió en El Álamo a su primer match-point contra los vigentes campeones, y con una demostración de su poderío baloncestístico se reivindicó como un equipo que quiere dar el salto de proyecto a aspirante a campeón.
Ni hablar de escapadas
Nadie dio su brazo a torcer desde el salto inicial. Vaticinando una contienda igualada que se resolvería en el último cuarto, la primera mitad estuvo marcada por el continuo intercambio de golpes. Actores protagonistas como Duncan y Parker en los locales o Paul y Griffin en los visitantes dieron paso al liderazgo de Jordan, Redick o Belinelli, que asumieron galones.
El primer cuarto apenas dejó grandes diferencias en el marcador gracias a los 12 puntos de Redick, que desde el perímetro castigó a unos Spurs poco efectivos en defensa. Sin embargo, los hombres de Popovich sí se reencontraron en el ataque, donde hicieron valer su gran juego coral gracias a la aportación anotadora de hasta ocho jugadores.
Fue en el segundo cuarto cuando los intentos de escapada se sucedieron, pero no hubo forma de separar a los dos contendientes. Cuatro triples seguidos de San Antonio, con tres de Belinelli, y el correspondiente parcial de 12-4 amenazaron con romper el partido. Pero los visitantes reaccionaron dañando al enemigo con un estilo opuesto: balones a la pintura para Jordan, y este encadenó ocho puntos seguidos para mantener a los suyos en la pelea. Los Spurs se desinflaron, perdieron el toque de muñeca y solo anotaron dos puntos en los últimos cuatro minutos del periodo, lo que propició que al descanso el electrónico volviera a reflejar un empate: 51-51.
Habrá séptimo, a pesar de Belinelli
Después de una primera mitad sin brechas en el tanteo, los Clippers dieron su primer gran paso hacia el triunfo. Habían tardado en aparecer, pero lo hicieron en un momento fundamental: Griffin y Paul, los dos jugadores franquicia del equipo de Los Angeles, tomaron las riendas. El ala-pívot fue la gran noticia del tercer cuarto y anotó diez puntos. Lo hizo, además, encestando la mayor parte de los mismos en tiros de suspensión de media distancia y haciendo pagar caro que Splitter y Diaw le concediesen espacio en sus lanzamientos.
Gracias a la aparición de las dos estrellas angelinas, los visitantes comenzaron el último cuarto con cuatro puntos de ventaja. No levantaron el pie del acelerador, y a falta de siete minutos un triple de Paul colocó a los Clippers con una diferencia de siete puntos. San Antonio, por su parte, siguió latiendo en la recta final gracias a Belinelli. El italiano acercó a su equipo a solo tres puntos con un triple a falta de 1:19, y recortó aún más las distancias con otro tiro de tres puntos cuando restaban 14 segundos para el final. Con 96-98 a favor de Los Angeles, los locales realizaron una desesperada falta intencionada, y Crawford se encargó de certificar la victoria de los Clippers.
Así, la serie regresa a Los Angeles para el séptimo y definitivo partido. Quien gane será semifinalista del Oeste, quien pierda caerá antes de lo previsto a principios de temporada. El sueño de los Clippers contra la enésima hazaña de los Spurs: solo puede quedar uno.