Solo el tiempo y el final de la eliminatoria dirá si la victoria de Chicago Bulls en la noche de ayer fue clave. Lo que si que esta claro es que los de Thibodeau compraron esperanza, ganaron en moral y certificaron su buen momento de juego con una victoria de esas que da autoridad y que manda un aviso a tus rivales en la lucha no solo por el título de conferencia si no también por el campeonato de la NBA. Desde el primer minuto se vio a unos Bulls muy serios en ataque y que se aplicaron en defensa para frenar a Irving y James.
De entrada David Blatt sorprendió con la titularidad de Mike Miller, que no jugó ni un solo minuto frente a Boston. Además con James jugando en la posición de Love, Thibodeau optó por dejar tiros abiertos a hombres como Shumpert que sin embargo solo fue capaz de conseguir uno de los cuatro triples que intentó en el primer cuarto. En los Bulls apareció la figura emergente de Dunleavy, al que se le vio muy enchufado desde el inicio y que destrozó a los Cavaliers con tres triples y 13 puntos sin fallo en el primer cuarto. Ademas, el acierto en el triple no fue solo cosa suya y dos canastas de Rose desde la larga distancia permitieron a los de Illinois irse 27-15 al primer descanso.
Pero ayer era una de esas noches en las que todo funciona, en el segundo cuarto y dando descanso a Rose por Hinrich, los triples siguieron entrando gracias al acierto del base suplente. Brooks y Gibson siguieron mantiendo la diferencia hasta que ocurrió lo inevitable: Irving entró en el partido. El base titular de los Cavaliers anotó 10 puntos en un minuto y metió el miedo en el cuerpo a unos Bulls que vieron como su diferencia en el marcador bajaba hasta los seis puntos. Thibodeu pidió tiempo muerto y sirvió para relajar los ánimos y salir a la cancha de nuevo a poner una ventaja por encima de los 8-10 puntos gracias a Rose y Butler a los que no les tembló la muñeca en los peores momentos de su equipo. En los minutos finales del segundo cuarto Mike Miller, sorprendió con un triple que permitia a los Cavs irse solo cinco abajo al descanso.
Los Bulls aguantan las embestidas
En el inicio el tercer cuarto se planteaba un partido completamente nuevo al visto en los dos primeros periodos una vez Shumpert y Mozgov empataban el encuentro nada más arrancar. Viendo la poca rotación en el juego interior de los de Ohio, los de Chicago empezaron a cargar el juego a la pintura donde Pau Gasol apenas había tirado. El resultado: 11 puntos de Gasol en cuatro minutos y su equipo otra vez 10 arriba. El español hizo su enésimo doble-doble en playoffs con 21 puntos y 10 rebotes. En los Cavaliers, los triples de Shumpert y Dellavedova recortaron algo la diferencia pero no impideron que su equipo tuviera que irse abajo en el marcador (80-71).
Por tanto se llegaba al último cuarto donde el Quicken Loans Arena se esperaba a sus héroes para remontar el encuentro. Algo que no sucedió. James e Irving jugaron desde el inicio sin tener descanso y consiguieron bajar la diferencia hasta los dos puntos. Sin embargo, Butler volvió a aparecer para dar tranquilidad a los suyos y anotar cuatro puntos consecutivos. Con tres minutos solo por jugar el nerviosismo se apoderó de los de Cleveland, que vieron como el partido quedaba casi sentenciado con un tapón de Gasol sobre Lebron James que culminaba el español en canasta contraria con su punto número 21. Butler y Dunleavy cerraron el encuentro y sellaron una victoria que se antoja clave en el devenir de la eliminatoria.