Houston Rockets venció en el Toyota Center de Texas a Los Angeles Clippers por 113-100 en el séptimo partido de las semifinales de la Conferencia Oeste que disputaban ambos equipos en estos Playoffs 2015. Con este resultado, los Rockets vencen 4-3 la serie y se medirán a los Warriors en la siguiente ronda.

Fuente: Twitter / @ESPNStatsInfo

Los Rockets vencen con una gran aportación colectiva

El ambiente era el de las grandes citas. La ciudad texana quería revivir las noches de Olajuwon en los 90 de nuevo y se puso de gala para ello. Apostaban todo al rojo, tal y como era la camiseta promocional.

Los Rockets marcaban territorio desde el inicio. James Harden quería comandar a su escuadra hacia otra victoria, y así comenzó haciéndolo. “The beard” fue el que mejor estuvo en el inicio, con opciones variadas y canastas metidas que daban unas primeras ventajas a su equipo. Pese a que tardaron en llegar, se metieron en partido los Clippers a mediados de cuarto con Blake Griffin aportando en la pintura. Tampoco mucho más, pero las ganas de agradar de su oponente le otorgaban el estar en la pugna más pronto que tarde. Terrence Jones protagonizó otro estirón de Houston con un rampage que iba desde tapones hasta 2+1. La ventaja de los de McHale al final del primero era 28 a 21.

Chris Paul llegaba para poner tierra de por medio. Pese a que seguía tocado, debía dar lo mejor de sí. Su dirección hizo mejorar a los chicos de Doc Rivers, que hacía historia en este mismo partido (duodécima vez que se enfrentaba a un 7º partido de playoffs como entrenador, más que ningún otro en la historia). Y daba entrada a su hijo Austin, pero no iba a ser tan decisivo como en pasados partidos. Sí lo sería Jamal Crawford, que daba aire y acercaba a los Clips. La respuesta era Howard, inmiscuido en unos de los mejores playoffs que se le recuerdan, marcando doble-doble antes de que se cumpliera media parte. Se llegaría a ella con 56-46 en el luminoso del Toyota Center.

Ambos equipos sabían que era todo o nada, pero la carga estaba más en la chepa de los visitantes tras el estropicio del sexto partido. Y con esa rabia respondieron, casi igualando el partido con J.J. Redick destacando en eso que los expertos conocen como los intangibles. Pero nada más lejos de la realidad, que era cruda para los de L.A. Josh Smith daba otra muestra de lo que anticipó en ese sexto partido donde tanto daño le hizo al rival, aunque no iba a ser el protagonista. El que pondría todo patas arriba, el que revolucionaría la maquinaria, el que levantaría a los aficionados de sus asientos y el que haría jugar a su equipo sería Pablo Prigioni, que celebraba su 38º cumpleaños de una manera inmejorable. El base argentino sustituía a Terry por acumulación de faltas y acabaría acumulando él elogios por sus robos, su defensa ante Griffin o Paul y alguna que otra jugada de fantasía. El factor X ya había hecho su efecto, Houston se iba veinte arriba. Concretamente, 85-68 al final del tercer cuarto.

Y, de nuevo, volvía a aparecer el Hack-a-Howard. Rivers sacaba a Dahntay Jones exclusivamente para hacer falta a “Superman”, McHale le quitaba, y así transcurría todo. Poco baloncesto, demasiada estrategia. El partido se trababa y jugar al gato y al ratón no beneficiaba a ninguno (no, a los Clippers tampoco). Ya nada podía parar el júbilo y la fiesta en Texas: Ariza sentenciaba, Brewer también aportaba, caras largas en los de Los Angeles… Hasta DeAndre Jordan fallaba mates. No fue su partido. Pese al empeño de Chris Paul, era un quiero y no puedo. Últimos minutos que sirvieron más para que Harden se hinchara a tiros libres que para sacar a los Clippers del letargo. Sí que se acercaron en los últimos dos minutos los visitantes, más por inercia y relajación que por otra cosa, pero consiguieron meter un mínimo de miedo en el cuerpo de su rival. Ariza, como decíamos, sentenciaría una segunda vez para llevar la tranquilidad y la victoria a sus aficionados. Al final del encuentro, 113-100 para el equipo local.

Los Clippers, de nuevo por la puerta de atrás; los Rockets, a por los Warriors

Se apaga el sueño de llegar por primera vez a unas finales de conferencia para Los Angeles Clippers. Esta derrota les elimina y deja por segundo año al proyecto de Rivers sin un premio mayor, al igual que a la que es –sin duda- una de las mejores plantillas de la historia de la franquicia. 4-3, habiendo ido 3-1 en ventaja, les manda para casa.

Houston Rockets, sin embargo, se clasifica. Se medirá en las finales del Oeste a los Golden State Warriors del MVP Stephen Curry y compañía. Sí, tendremos un Harden vs. Curry en el Lejano Oeste.

Fuente: Twitter / @HoustonRockets