A mediados del segundo cuarto del partido entre Houston Rockets y Golden State Warriors, la caída de un jugador en particular resonó a lo largo de todo el universo NBA.

Stephen Curry, reciente Jugador Más Valioso (MVP) de la liga, golpeó su cabeza contra el parquet luego de intentar bloquear un tiro de Trevor Ariza. El base se mantuvo quieto en el suelo por varios minutos, con todo el plantel de los Warriors -jugadores, médicos y hasta Steve Kerr, el entrenador- a su lado.

No se sabía que esperar pues la caída había sido bastante estrepitosa. Por suerte, Curry fue capaz de levantarse por su cuenta y retirarse al vestuario caminando

Con la ventaja que contaba Golden State (3-0 antes de la derrota de ayer), la lógica indicaba que la franquicia no querría arriesgar al MVP y lo mantendría fuera de acción por el resto del partido. Cuando se conoció el primer reporte, el término "contusión en la cabeza" fue utilizado.

Sin embargo, Curry logró volver al terreno sobre el cierre del tercer período, y si bien lució algo mareado en sus primeros minutos, pudo contribuir con triples, asistencias y robos cuando se acostumbró al ritmo de juego.

En declaraciones post partido, Bob Myers -Gerente General de los Warriors- constató que Curry no sufrió una contusión: "Si hubiese sufrido una conmoción, no hubiese jugado. Punto final". Por otra parte, ni el médico de la franquicia (Bill Maloney) ni su asistente (Johan Wang) aceptaron pedidos para declarar.