Los Cleveland Cavaliers derrotaron a los Atlanta Hawks por 118-88 en el Quicken Loans Arena y cerraron la serie con un incontestable cuatro a cero. Salvo en el tercer partido, que se fue hasta la prórroga, los de Budenholzer no fueron en ningún momento rival para los de Ohio, que, a pesar de las bajas y de partir con un peor balance tanto en temporada regular como en duelos directos, han accedido a las Finales de la NBA de forma relativamente sencilla. Serán las segundas de su historia, pues ya cayeron en las de 2007 ante los San Antonio Spurs.

También les lideró hasta aquellas finales LeBron James, que ha terminado de consagrarse como rey absoluto de la Conferencia Este tras coronarse como campeón de la misma por quinta vez consecutiva. Se trata de un hecho histórico, pues ningún jugador había conseguido tal hazaña desde que varios miembros de la plantilla de los Celtics lo hicieran en las diez finales seguidas de los de Massachusets entre 1957 y 1966, lo que convierte al alero en el primer jugador de la historia en lograrlo sin pertenecer a la franquicia de Boston. Tras hacerlo en sus cuatro años en Miami, The King ha logrado en el primer año de su nueva etapa en Cleveland aquello para lo que volvió, y ahora está a solo un paso de hacer historia con su tercer anillo.

En las Finales, los Cavaliers se medirán a Golden State Warriors o a Houston Rockets, que están aún disputando su respectiva semifinal. Pese a que los de Oakland cuentan con una clara ventaja, los de McHale ya demostraron ser capaces de realizar grandes remontadas ante los Clippers, por lo que no hay aún nada decidido. ¿Quién osará medirse al rey? Falta poco para descubrirlo.