Golden State Warriors derrotó a Miami Heat por 113-101, extendiendo su récord a 38-2, en búsqueda de la mejor temporada regular en la historia de la NBA. El conjunto dirigido por Erik Spolestra aguantó los primeros tres cuartos, pero los comandados por Luke Walton -todavía continúa como entrenador interino en la ausencia de Steve Kerr- terminaron llevándose la victoria.

Miami, que se encuentra en una etapa importante de la temporada (acaba de comenzar un período de varios partidos fuera de casa), no pudo contar con Hassan Whiteside. El pivot, que había protagonizado un altercado verbal con Draymond Green -vía Twitter- hace algunos meses, sufrió una lesión en su rodilla derecha y debió perderse el encuentro. En su lugar, Spolestra ubicó a Justise Winslow, novato que realizó su debut como titular.

De igual a igual

El ingreso de Winslow al quinteto titular significó un cambio de esquema para el Heat, que comenzó jugando con cuatro semi-perimetrales y Chris Bosh como único 'big'. Justamente, su rival de turno predica un estilo similar, por lo que en el comienzo no se vieron demasiadas diferencias entre los dos equipos.

Wade totalizó un doble-doble, con 20 puntos y 11 asistencias

A excepción de algunas pinceladas de Stephen Curry -que anotó 11 de sus 31 puntos en el primer cuarto-, la estrategia defensiva de Miami funcionó de maravillas en el arranque. Del otro lado, Goran Dragic y Dwyane Wade se encargaron de mover el balón para crear oportunidades, ante una defensa local que también se mostró firme.

Claro, cuando ambos técnicos comenzaron a utilizar a algunos de sus suplentes, la dinámica de juego cambió. Amar´e Stoudamire -para los visitantes- y Harrison Barnes -para Golden State- aportaron puntos de manera instantánea una vez que ingresaron. En el segundo cuarto, la máxima diferencia llegó a ser de ocho, pero no duró mucho. La paridad se mantuvo, aunque dos tiros libres de Curry mandaron al frente a los Warriors en el cierre del segundo período.

El primer empujón, que no alcanzó

Un cambio táctico realizado por Walton en el entretiempo resultó ser clave en los primeros minutos del tercer cuarto. Tal como lo habían hecho en los playoffs del año pasado, Andrew Bogut pasó a defender al peor tirador del conjunto rival (en este caso, Winslow). Spolestra no pudo contrarrestar ese ajuste, que le dio mucho menos espacio en ataque al Heat.

Más relajado, Golden State se dedicó a repartir el balón en ofensiva. Klay Thompson (apenas cuatro puntos en la primera mitad) encestó un par de triples y Draymond Green aprovechó los contragolpes para llenar su planilla. Así, los Warriors sacaron ventaja de nueve, un número significante para lo que había sido el partido hasta ese punto.

Buscando alguna respuesta, el entrenador de Miami la encontró en la banca. Tyler Johnson y Gerald Green anotaron nueve puntos en menos de dos minutos y, luego de una canasta de Dragic sobre la bocina del tercer período, el marcador era 80-77 en favor de los locales.

Los actores de reparto se llevaron los laureles

Speights inició el último cuarto encestando tres de sus cuatro intentos de campo

En lo que fue otra decisión acertada de Walton, el joven entrenador de Golden State decidió abrir el último cuarto con una alineación completamente alternativa. Marreese Speights, Ian Clark, Barnes, Shaun Livingston y Andre Iguodala fueron los encargados de abrir este partido.

La producción del banquillo local fue tal que, para cuando ingresaron los titulares, los Warriors ya se encontraban arriba por dos dígitos. Desde allí, Curry y Thompson se turnaron para negar cualquier intento de Miami, que no supo que hacer para lograr la remontada.