Antes de que las puertas de la Casa Blanca se abrieran y el tuviera que entrar para conocer al presidente Barack Obama el año pasado, Stephen Curry era presa de los nervios y del miedo. Había preocupación por si Obama no era capaz de sacar cinco minutos de su horario para charlar con el base, y Curry no quería dejar una mala impresión al líder de su país.
Durante el momento del saludo entre ambos, todas las preocupaciones habían desaparecido, ya que Obama dirigía la conversación hablando de baloncesto, golf y, sorprendentemente, de Draymond Green, compañero de Curry en los Golden State Warriors. El jugador se rió con los chistes del presidente, habló un poco de él y algo de la experiencia tan peculiar que estaba viviendo con aquella visita.
"Fue fantástico. Tan solo dos chicos pasándolo bien juntos", contó Curry al The Vertical. "Así que estuvo genial, fue un momento un tanto surrealista".
Curry debió caerle genial, ya que nada más terminar el encuentro, Obama ya estaba preparado para quedar otra vez. Pero en esta ocasión, en el campo de golf.
"Dijo algo como 'hey, juguemos alguna vez este verano'. Y yo respondí 'sí, claro. Por supuesto", dijo el base a The Vertical. "No sabes bien si querrá decir que de verdad quiere quedar. Piensas '¿de verdad va a tener tiempo para que quedemos?".
"Fue fantástico. Tan solo dos chicos pasándolo bien juntos. Fue un momento un tanto surrealista"
En los meses siguientes a su visita a la Casa Blanca, el jugador de los Warriors estuvo demasiado ocupado como para pensar en que el presidente se pondría en contacto con él: ganó su primer MVP de la NBA, su hija Riley se convirtió en una estrella, consiguió su primer título de la NBA y él y su mujer Ayesha tuvieron su segunda hija, Ryan. Y de repente, unas semanas después de esta sucesión de acontecimientos, le llamaron al teléfono preguntándole si estaría disponible para unirse a Obama en una partida de golf durante las vacaciones estivales del presidente en la isla Martha's Vineyard, ubicada en Massachusetts.
"Yo dije algo como 'sí, claro, prepararemos las cosas e iremos a ver que ocurre", expresó la estrella de Golden State, que suele ir a jugar al golf tres veces por semana durante sus vacaciones, en sus declaraciones a The Vertical.
Curry llevó a Dell, su padre, como su compañero para enfrentarse a Obama y el suyo, el exjugador de los Celtics Ray Allen. El presidente, según lo que dijo el base de los Warriors a The Vertical, no era nada malo e incluso hizo un poco de trash-talking en un intento de sacar a padre e hijo de la partida y tenerlos bajos de ánimo.
"Eso fue bastante chulo", contó Curry a The Vertical. "Aún no le encuentro ningún sentido".
Casi un año después de su primera experiencia con Obama, Curry volvió a la Casa Blanca el pasado martes, esta vez acompañado de sus compañeros de equipo. Algunos de ellos ya tuvieron la oportunidad de conocer al presidente en octubre de 2015, durante un evento solidario que se celebró en la bahía de San Francisco y que incluyó un concierto de Kanye West. Como es tradición, el líder de los Estados Unidos recibió a los campeones de la NBA. Draymond Green comentó que fue muy especial, ya que ellos serían el último equipo NBA que sería recibido por Obama.
Obama no era nada malo jugando al golf, e incluso hizo trash-talking a los Curry durante la partida
La noche anterior a su reciente visita a la residencia del dirigente de su nación, a Stephen Curry no le costó controlar sus emociones. "Ya he conocido a Obama, así que no estoy ilusionado", les dijo a los periodistas que le preguntaban en el Verizon Center justo antes de esbozar una sonrisa pícara. "Tan solo os estoy tomando el pelo".
Estas declaraciones las hizo unos minutos después de la victoria de los Warriors frente a los Wizards, con varios momentos y jugadas locas en una temporada un tanto surrealista, pero a la que nos estamos acostumbrando.