Cuatro partidos para hacer tiempo hasta la Final de la NFL. La Super Bowl para a todo Estados Unidos durante todo el día, pero la NBA nunca cede. Carmelo Anthony volviendo de sus molestias ante su ex-equipo, Orlando dando la sorpresa 'in extremis', Celtics siguiendo con su enorme temporada y Chris Paul más decisivo que nunca.  

New York Knicks 96 - 101 Denver Nuggets

Los Knicks recibían a Denver en el Madison Square Garden tras una racha de cinco partidos sin ganar. La baja de Melo a lo largo de los últimos encuentros les ha supuesto un hándicap demasiado decisivo en su contra, y este año aún no han ganado ningún partido sin su estrella. 

El partido empezó muy de cara para los de Colorado, haciendo daño a una defensa de los Knicks que hacía aguas por todos lados. El primer cuarto fue un monólogo de Gallinari y compañía. Precisamente el italiano puso la banderilla al conectar un buzzer-beater desde el centro del campo. 

Tras un segundo cuarto empatado, en el tercer periodo vino el momento de los Knicks. Cuajaron unos excelentes doce minutos para sobreponerse a su desventaja e incluso ponerse dos puntos por delante. Porzingis, quién fue el artífice de la remontada, terminó con 21 puntos y 13 rebotes. En los minutos finales sin embargo, Denver volvió a dominar para llevarse la victoria.

Orlando Magic 96 - 94 Atlanta Hawks

Partido de altos vuelos en el Amway Center, dónde unos Hawks bipolares cómo pocos hasta la fecha, buscaban sacar un triunfo fácil en su visita a Florida. Los Magic, sin embargo, pese a atravesar una racha lejos de sus mejores momentos de la temporada, iban a sacar todo su coraje para defender su casa. 

De hecho, los de Orlando empezaron muy acertados en el tiro, y manteniendo a los Hawks incómodos en ataque. Oladipo, Payton y demás se dejaron el alma en cada posesión defensiva, cortando el juego de pasarla al hombre libre que tienen los de Atlanta por bandera. 

El 'game-winner' de Nikola Vucevic. Fuente: nba.com/magic
El 'game-winner' de Nikola Vucevic. Fuente: nba.com/magic

La soberbia primera parte les permitió ir por delante a la media parte, y en el tercer periodo incluso aumentaron su renta. Pero Atlanta no se iba a rendir y tiraron de galones para empatar el encuentro. De hecho tuvieron el tiro ganador, pero Orlando recuperó posesión y Nikola Vucevic sentenció. 

Boston Celtics 128 - 119 Sacramento Kings

¿Qué decir de Boston a estas alturas? En verano todo el mundo les consideraba una plantilla sin estrellas, y con un techo limitado. Sin embargo, Isaiah Thomas, con su primer All-Star se ha asentado como tal, y todos los miembros de la plantilla son clave en cada partido. 

Pese a todo ello, pocas veces se ha visto a estos Celtics con una fluidez ofensiva de tal calibre. Terminaron el primer cuarto con ¡46! puntos, una cantidad más propia de la primera parte. Al término del segundo cuarto le sacaban una renta de 16 puntos a los Kings.

En el tercer cuarto, Sacramento despertó y redujo a la mitad su camino hasta el dominio del marcador, pero no fue suficiente. Llegaron a acercarse a seis puntos, pero la defensa celtic se lo impidió. Isaiah Thomas con 22 puntos y nueve asistencias, Avery Bradley y sus 25 puntos, y Tyler Zeller con su 17-7 desde el banquillo hicieron pequeños los 31 puntos de Cousins.

PD: Los Celtics no lograban 128 puntos en el TD Garden desde las Finales de 2008.

Miami Heat 93 - 100 Los Angeles Clippers

El plato fuerte de la noche no dejó con hambre a nadie. Los Clippers sin Blake Griffin frente a unos Heat que ya habían recuperado a todos sus activos que han sufrido lesiones esta temporada. Miami empezó un poco mejor que su rival, dentro de una igualdad manifiesta, pero poco a poco los californianos fueron comiéndoles el terreno. 

Chris Paul y Dwyane Wade, abrazándose tras el encuentro. Fuente: nba.com/heat
Chris Paul y Dwyane Wade, abrazándose tras el encuentro. Fuente: nba.com/heat

Chris Paul empezó con un 0-7 en tiros de campo en ese primer periodo, el peor cuarto individual en toda su carrera. Parecía que no iba a ser su noche, pero tan sólo hizo esperar a los aficionados. El marcador reflejaba esa igualdad al descanso, 46-45, pero la segunda parte iba a caer en manos visitantes. 

Efectivamente, Chris Paul se hizo de rogar. Su mal inicio no sirvió para otra cosa que no fuera motivarle. En el 'clutch time' Paul funcionó como una máquina bien engrasada. Dos triples seguidos para poner ocho arriba a los suyos a falta de 1:15 para el final. Tras esto, poco podían hacer los locales, Clippers les habían arrebatado el triunfo.