Siempre que se cruzan elementos como LeBron James, Carmelo Anthony y el Madison Square Garden, surgen historias interesantes para contar. En este caso, se trató de un cómodo triunfo de Cleveland Cavaliers sobre New York Knicks, en una nueva noche de sábado en la NBA.
La franquicia líder de la Conferencia Este, que no está pasando por su momento de mayor fortaleza -el clima alrededor de James viene siendo tumultuoso en las últimas semanas- asumió su rol como tal y arrolló a New York, uno de los peores equipos en toda la liga. Para colmo, el conjunto neoyorquino tampoco se caracteriza por su estabilidad a nivel dirigencial, pues Phil Jackson ha sido criticado duramente por algunas declaraciones que ha realizado y, a decir verdad, no se sabe su cual será su futuro dentro de la franquicia.
Cada uno con su rol
Tanto Love como Anthony anotaron 28 puntosCleveland se basó en un ataque comandado por sus dos jugadores principales: el mencionado James y Kevin Love. Claro, ante la falta de Kyrie Irving (leve lesión), el ala-pivot se estableció como la segunda opción y completó una gran actuación, anotando 28 puntos y bajando 12 rebotes, ambas máximas en el encuentro.
Desde el inicio del juego, Love estuvo involucrado en el esquema estratégico de Tyronn Lue. Tanto James como Love anotaron seis de los primeros 12 puntos de los Cavaliers, que abrieron un parcial de 12-4 en su favor.
Lentamente, los demás miembros del quinteto inicial de Cleveland fueron tomando su lugar. Dos triples de J.R Smith y una canasta de Timofey Mozgov sirvieron para incluir al resto del equipo en el ritmo del partido. Luego, fue el turno de Mo Williams y Channing Frye, los suplentes de lujo que posee Lue. Tras dos triples de Williams y dos bandejas de Frye, la visita extendió su diferencia a 15 puntos.
La batalla en la pintura
Los Knicks no encontraron respuesta para contrarrestar el gran arranque de su rival y rápidamente, se vieron en aprietos. Tampoco ayudó que Anthony, su máxima figura, apenas haya anotado cinco unidades en toda la primera mitad.
Con el alero en un bajo nivel, la responsabilidad recayó en el novato Kristaps Porzingis. Junto a Robin Lopez, Porzingis se internó en la pintura y ganó algunas posesiones, finalizando los primeros 24 minutos con 12 puntos.
Claro, la dupla de New York no fue suficiente para la cantidad de jugadores que aportaron en Cleveland. La diferencia en la cantidad de rebotes coleccionados por cada bando (53-41 a favor de los Cavaliers) hace referencia a esta cuestión. Allí, fue importante la presencia de Tristan Thompson, uno de los mejores reboteadores en la NBA.
La noche de James
El tercer período fue el más entretenido, con un total de 73 puntos anotados por ambos equipos. Sin embargo, el conjunto dirigido por Kurt Rambis no pudo achicar la diferencia en el resultado.
En el aspecto individual, nadie pudo controlar a James. El alero, que siempre parece guardarse algo especial para cuando juega en MSG, consiguió su tercer triple-doble de la temporada, totalizando 27 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias.
Cuando James está encendido, no existe nadie que lo pueda defender en el uno contra uno. Aunque sea por un partido, James pareció olvidarse de todos los rumores y concentrarse en lo que mejor sabe hacer: jugar al baloncesto.
Un despertar tardío de Anthony en el último cuarto -donde anotó 11 de sus 28 puntos- no alcanzó para cambiar el rumbo del encuentro, que tuvo el ganador esperado por la mayoría.
Con esta victoria, los Cavaliers se recuperan de su caída ante Brooklyn Nets y se mantienen dos juegos y medio por encima de Toronto Raptors en la cima del Este. Por su parte, los Knicks cortan una racha de victorias que cada vez les deja con menos chances de poder colarse a la postemporada.