La temporada prometía feliz para Los Ángeles Clippers, una plantilla de altura, un gran entrenador y la sensación de que ya era la hora de este equipo. En la Conferencia Oeste nada es sencillo ya que Warriors y Spurs son siempre durísimos rivales. Esta campaña los Clippers son el cuarto mejor equipo de dicha conferencia solo superados por los ya mencionados Spurs y Warriors, y los Oklahoma City Thunder. No está nada mal, pero varios factores han influido en que las temporada de los angelinos esté algo alejada de las expectativas.
"No voy a jugar como si llevase ya 20 partidos. Lo importante es no forzar demasiado al principio"Uno de esos factores ha sido la poca participación de su ala-pívot estrella Blake Griffin. Tras una temporada 2014/2015 para el recuerdo, en esta se esperaba un nuevo y definitivo paso al frente del jugador. Un paso que se ha tenido que aplazar por diversos motivos. Tres meses ha sido el periodo de tiempo que han tenido que sobrevivir los Clippers sin Griffin. Un tiempo en el que han logrado 30 victorias y han acumulado quince derrotas desde que el día de Navidad sufriera el ala-pívot un desgarro en el cuádriceps. Algo de lo que se tendrá que volver a tratar cuando finalice la temporada.
Un altercado con un miembro del cuerpo técnico hizo que Griffin se lesionara una mano, un hecho que unido a la sanción de cuatro partidos impuesta por su propio equipo, ha demorado más la vuelta del jugador.
De momento, el jugador apuesta por la cautela: "No voy a jugar como si llevase ya 20 partidos. Lo importante es no forzar demasiado al principio".
Era la propia franquicia californiana la que confirmaba a través de twitter la vuelta del jugador para el partido que enfrenta esta noche a los Clippers contra los Washington Wizards en el Staples Center. Ahora es tiempo de que Griffin y los Clippers pongan a punto la maquinaria para cuando llegue la hora de la verdad y comiencen las eliminatorias para determinar al campeón de la NBA.