Benditos Playoffs, malditas lesiones. Dicen que ni todo es tan bonito como te lo pintan, ni todo es tan feo y horrible. Los Playoffs son bonitos, muy bonitos, pero como cualquier objeto bonito y reluciente también posee una parte oscura y podrida. La estrella de los Cavaliers definió de "apestoso" este suceso tras ser preguntado por los periodistas sobre las lesiones de Curry, Griffin y CP3. El '2' también saboreó el sabor amargo de este lado oscuro y es que el pasado año no pudo participar en los últimos encuentros de las Finales de la NBA. 

La post-temporada acaba de dar comienzo como quien dice y ya ha cobrado sus primeras víctimas. En este juego nadie se salva y es que al jugar tantos partidos se hace muy complicado que algún equipo sea capaz de mantener intactas todas sus piezas. Llámalo tensión, llámalo mala suerte, pero no es la primera vez que una estrella deja plantado a su equipo debido a un problema físico. En el aire hay una pregunta: ¿tiene la NBA la culpa de esta situación? Muchos apuntan que sí. 

La NBA y su calendario los principales señalados 

Diversos estudios han demostrado que los jugadores son más propensos a sufrir lesiones cuando no pueden contar con periodos largos de descanso. Muchos han tachado de barbaridad el calendario de la NBA y es que realizar un partido, automáticamente coger un avión y desplazarte a otra ciudad para jugar otro enfrentamiento puede ser devastador para los huesos y músculos de los jugadores. Uno de los principales atractivos de la liga profesional de baloncesto es que casi todos los días hay encuentros y los directivos deberían de valorar si merece la pena sacrificar este hecho con el objetivo de intentar reducir las lesiones. 

Irving lesionado en las finales I Foto: Gettie Imagenes
Irving lesionado en las finales I Foto: Gettie Imagenes

Sobre la mesa de Adam Silver, comisionario de la NBA,  hay una propuesta en la que se le invita a reducir esos momentos en los que se juegan cuatro partidos en apenas cinco días. Los back-to-backs también han sido señalados para que desaparezcan. Algunas personas del planeta fútbol se pondrían hasta nerviosos al ver semejante cantidad de esfuerzo físico para sus ídolos, pero es que a día de hoy la NBA es una carrera de fondo. La salud es lo primordial y los organizadores de la competición ya se han puesto manos a la obra con el objetivo de reducir lo máximo posible este número de lesiones. 

Las lesiones son la enfermedad de los Playoffs 

A todo el mundo le encantan los Playoffs, el momento decisivo, los aficionados se visten con sus mejores galas y entonan sus voces para aupar a su equipo al ritmo de la palabra "defense". Tan bonitos y tan crueles, así son ellos. Una lesión puede causar que uno de los mejores equipos de la temporada sea arrasado por un teórico segundón. A lo largo de la historia hay una gran cantidad de eliminatorias y series que se han decantado por una rodilla o un dedo roto. A la gente le encantan los Playoffs, pero con todos los jugadores sobre el parqué. Un chasquido en un hueso puede retumbar en la cabeza de todos los aficionados y tumbar la moral de una ciudad entera. 

Chris Paul lesionado ante los Blazers I Foto: USA Today
Chris Paul lesionado ante los Blazers I Foto: USA Today

Blake Griffin y Chris Paul se lesionan decantando la eliminatoria

Los Angeles Clippers han bebido de la copa amarga de la derrota y además de la manera más injusta posible. La ciudad de Los Angeles se preparaba para el que iba a ser "su año".  Los especialistas decían que todo era perfecto, Paul se encontraba en un gran momento de forma, Jordan dominaba la pintura, Crawford volvía a ser el mejor Sexto Hombre del Año y Blake Griffin se había recuperado de su lesión de mano. Todo era un cuento de hadas hasta que el lado oscuro de los Playoffs les golpeó sin compasión. Como si de una pesadilla se tratase con el (2-1) en la serie a favor de los de Doc Rivers, dos lesiones destrozaron a la plantilla. No habían caído dos jugadores cualquiera, eran los dos pilares fundamentales de la franquicia, BG32 y CP3. La depresión se adueñó del vestuario, las caras de tristeza eran patentes, se acababa de escapar la opción de ser Campeones de la NBA. Todo lo realizado durante el año ya no servía para nada, el sueño de dejar de ser el hermano pequeño de Hollywood se volvía a esfumar. Benditos Playoffs, malditas lesiones.