Después de conseguir imponerse Golden State Warriors en el Game 1 y Game 2, Cleveland Cavaliers recortaba distancias en la eliminatoria imponiéndose en el Game 3, lo cual convertía el Game 4 en vital para las aspiraciones de uno u otro equipo de cara a conseguir el anillo de campeones de la NBA. Tras no poder ser de la partida en el tercer partido, Kevin Love no presentaba síntomas de conmoción cerebral y estaba activo para el partido, quedando en el banquillo, al decidir Tyronn Lue partir de inicio con Irving, Smith, Jefferson, James y Thompson en pista. El Quicken Loans Arena se vestía de gala para recibir el último partido por el momento de la eliminatoria, necesitando sí o sí la victoria los Cavaliers para seguir vivos en las Finales NBA.
Golden State golpea primero
La intensidad copaba los primeros compases del encuentro con un fabuloso porcentaje de acierto tanto en Cleveland como en Golden State. Los triples entraban tanto en uno como en otro lado de la cancha, para ver un empate a diez puntos después de más de dos minutos de partido. Un comienzo tan fulgurante en ambos bandos no tardaría en pagarse, apareciendo una serie continuada de errores, que hacían llegar el choque al ecuador del primer cuarto con un marcador de 15-17 a favor de Golden State Warriors.
Las pérdidas en ataque se sucedían por parte de Cleveland, teniendo que convertirse Tristan Thompson en el salvador de los Cavaliers cogiendo tres rebotes en ataque que terminaban en falta de los Warriors, para que a falta de cinco minutos compareciera Kevin Love en pista, al mismo tiempo que Kyrie Irving convertía un 2+1 que llevaba a Cleveland hasta el 18-17, en lo que era la segunda falta de Thompson, quien se iba pensativo al banquillo. Kerr ajustaba su quinteto con la entrada de McAdoo, lo cual hacía que al final del primer asalto el marcador reflejara un 28-29 para los Warriors.
A cancha abierta los Cavaliers son imparables y Golden State no encuentra soluciones
Con más ganas que cabeza se ponía en marcha el segundo cuarto en el Quicken Loans Arena, dado que ninguno de los dos equipos era capaz de pensar con claridad a la hora de materializar sus ataques, estando gran parte de los suplentes en pista. Golden State tenía un grave problema en defensa, al no ser capaz de guardar el rebote y cargarse de faltas todos los jugadores. Cleveland se movía como pez en el agua bajo el aro rival, pero tampoco anotaba en exceso, mandando por un punto los Warriors.
Ni mucho menos se daban espacio ni en defensa ni en ataque, pero los Cavaliers, impulsados por una grada eufórica, conseguían poner una renta de cinco puntos, cortada en seco por un triple de Iguodala. La ventaja de Cleveland apenas duraba al dar la vuelta al marcador Klay Thompson con un 2+1. Con espacio para correr los Cavaliers son letales, por lo que entre JR Smith, Kyrie Irving y Tristan Thompson llevaban siete puntos de adelanto, cortados por Curry. Al final, Cleveland se iba al descanso con un marcador a su favor de 55-50.
Los Warriors en el ida y vuelta giran el marcador
Con la segunda mitad empezando con un tiro libre a favor de Cleveland por técnica al banquillo de Golden State, los Cavaliers entraban en acción con ocho puntos de adelanto y muchas dudas en los Warriors. LeBron James y Kyrie Irving sacaban todo su arsenal de golpes para llevar a los Cavaliers hasta una renta de ocho puntos que con dos triples seguidos de Stephen Curry y Klay Thompson caía en picado hasta los dos puntos.
El contacto era permitido por los colegiados y eso provocaba un ida y vuelta de un lado a otro de la cancha que favorecía a Golden State, que con dos triples de Iguodala y Curry daban la vuelta al partido para irse con tres puntos de ventaja. Tardaron en carburar, pero cuando los Warriors cogieron la directa nadie les pudo parar yéndose hasta los siete puntos de adelanto con un Anderson Varejao estelar. Los Cavaliers arreglaron el panorama para dejar la diferencia en dos puntos, con un 77-79.
Golden State Warriors se queda a un paso del anillo
Le podía haber salido caro a Steve Kerr dejar parte de sus titulares en el banquillo al dar Cleveland la vueta al marcador, pero la reacción de Golden State no tardaba en llegar, abriendo hueco hasta los cinco puntos de adelanto, con Stephen Curry en el banquillo, lo cual demostraba su gran trabajo en equipo aún no teniendo a la estrella. Un triple de Harrison Barnes enviaba a los Warriors con nueve puntos de ventaja al tiempo muerto que solicitaba Tyronn Lue tras encontrarse con un parcial de 3-14. Cleveland estaba contra las cuerdas y para remontar tenía que mejorar mucho en ataque.
Los minutos pasaban a favor de Golden State, que veía como el cansancio aparecía en Cleveland y un triple de Stephen Curry ponía con diez puntos de adelanto a los vigentes campeones de la NBA. Rifirrafes, saltos y mucha lucha en ambos lados de la cancha beneficiaban por completo a los Warriors, que se veían muy cerca de un triunfo que les dejara a un paso del título. Los minutos finales tuvieron los habituales nervios desde la línea de tiros libres y ahí Golden State Warriors salió triunfante, imponiendo su clase por 97-108 para colocar el 3-1 en la serie que les permite tener la opción en el Game 5 de proclamarse campeones de la NBA. Tendrán tres bolas de partido.