De nuevo dominó Vettel. Había previsión de tifón en Corea del Sur, pero la única tormenta que se citó en el paddock fue la del alemán y su Red Bull. A pesar de sufrir problemas con el neumático delantero derecho, el piloto germano se mantuvo firme en el liderato de cabo a rabo. Nadie le inquietó, más allá de los dos Lotus, muy competitivos el domingo. Otra pole el sábado y otro triunfo en carrera para Vettel, que ya puede empezar a hacer cálculos para hacer la reserva de la fiesta por el campeonato, matemáticamente posible en Japón y muy probable en India o Abu Dhabi.

La carrera tuvo sus alicientes. Romain Grosejan realizó su mejor fin de semana y tan solo cometió un error, el que permitió a su compañero Kimi Raikkonen adelantarle cuando su segunda posición parecía asegurada. Al final, el finlandés volvió a demostrar todo su talento con una remontada desde la novena posición de la parrilla. El dedo lo levantó Vettel y Lotus se quedó con el resto de posiciones en el cajón de los mejores. Un resultado esperanzador para una escudería que parecía haber encallado por sus problemas de financiación y la poca capacidad de evolución consecuente.

Impresiona Hulkenberg

Más sorpresas. Nico Hulkenberg dio un auténtico recital con su Sauber, que estuvo pletórico en las rectas y en las aceleraciones. El rendimiento del alemán y su máquina desquició a 'perros viejos' como Alonso o Hamilton, que sufrieron en su lucha de tu a tu con el joven piloto. “Solo sé que esta es una de las mejores carreras de mi vida.” comentaba tras bajarse de su bólido. “Entendí que mi coche se comportaba muy bien después de la primera curva y en la recta, por eso pude aguantar a mis rivales. Tuvimos muy buena tracción este fin de semana.” Hulkenberg igualó su mejor resultado en la máxima categoría con su cuarta plaza final.

Fernando Alonso lo pronosticó tras la clasificación y lo confirmó en pista. Su Ferrari estaba lejos de la cabeza de carrera, pero también había perdido pistonada respecto a los perseguidores Lotus y Mercedes. De no ser por la mala suerte de su amigo Mark Webber y el fallo en el alerón de Nico Rosberg, podría haber quedado aún más relegado.

Mark Webber ve como su carrera se consume con el fuego.

Fue una carrera entretenida y Vettel nunca dispuso del margen suficiente para poder cometer errores. Dos coches de seguridad le dejaron en jaque, pero el alemán solventó cualquier circunstancia sin problemas. Su compañero sufrió de lo lindo. Al salir de boxes se encontró con los restos del reventón que sufrió el Pirelli delantero derecho de Checo Pérez. Eso le provocó un pinchazo a él, y le obligó a renunciar a su primera opción de gomas, después cuando el safety car apagó las luces, el australiano vio como un Sutil descontrolado y sin rumbo se le comía el escape posterior de su monoplaza, lo que provocó un espectacular incendio en su coche, que quedó parcialmente calcinado ante la demora de los comisarios.

Los incidentes y las luchas por los puntos más allá del podio dieron vida a una carrera sellada con el habitual dedo triunfador de Vettel. Es cuestión de saber cuando se resolverá el campeonato, parece que en dos o tres carreras el cetro será ya suyo. La historia está por escribir, pero el desenlace está fijado desde hace días.