No hay lugar para la utopía. Mercedes continúa empeñada en mantener la sana costumbre de dominar todos los registros de los grandes premios de esta temporada. Y el tímido salto hacia las islas británicas no iba a ser un impedimento después de sortear el enorme charco de Océano Atlántico. Si Nico Rosberg había terminado primero en los Libres 1, ha sido su compañero Lewis Hamilton (1:34.508) quien ha acabado al frente de los segundos entrenamientos del viernes. Por detrás, el citado piloto alemán se quedó a dos décimas de la cabeza y Fernando Alonso repitió una tercera posición que ya había conseguido en la mañana de un circuito que cumple este fin de semana el medio centenar de carreras de Fórmula Uno.

Hamiton tuvo que retirarse por un problema con los cambios del W05

Por orden cronológico, la misma historia de siempre. O casi la misma. Muy parecida. Primeros compases tímidos, aletargados, rozando el aburrimiento, con escasa participación de los corredores. La siesta mandaba, pero el que no se podía dormir era Lewis Hamilton. El británico, que corre en casa, es consciente de que la recuperación de terreno a su compañero alemán pasa, en primer lugar, por recuperar la cabeza de la batalla psicológica. Cada segundo que pase con su nombre por encima del de Rosberg en una tabla de tiempos es un premio, una victoria moral. Y así lo hizo. Con duros, con blandos y hasta sin estar en la pista. Pero esta vez no fue magia. A falta de 30 minutos para el final de la sesión, y cuando Hamilton salía de boxes y se disponía a dejar atrás los primeros metros de la pista, el W05 dijo basta. A falta de confirmación oficial, un problema con la caja de cambios impidió que al de Stevenage finalizar la sesión. La luz de la alarma que brillará esta noche en Brackley será la de la esperanza en el grupo de perseguidores.

A unos metros del garaje del número 44 de la parrilla, el líder del Mundial de Pilotos. La luz de la tarde golpeaba el monoplaza de un Nico Rosberg confiado por haber conseguido horas antes el mejor registro de la mañana y con la mente centrada en dos puntos diferentes: por un lado, intentar revalidar la victoria del año pasado en Silverstone; por otra, una posible sanción por adelantar con bandera roja en el accidente de Felipe Massa, la cual también salpicaría a Daniel Ricciardo. No obstante, las nubes vespertinas taparon rápidamente esos pensamientos. Lewis Hamilton se mostró intratable durante toda la segunda sesión y el mal augurio de un castigo por parte de los comisarios finalmente desapareció del mapa. Pero las nubes se quedan y es difícil que desaparezcan por el horizonte, puesto que todas las previsiones apuntan a un trazado pasado por agua en la jornada del sábado. Silverstone vuelve a prometer batallas en mundos distantes y contrapuestos.

Alonso puso 1.3 segundos de distancia entre su Ferrari y el de Räikkönen

Con el 'Planeta Victoria' repasado, el 'Mundo Podio' centra toda la atención de la grada. Pero no de la local, que estará pendiente de una posible victoria de Hamilton o un milagro de Button y McLaren, sino de la tribuna abonada al sofá y al mando que esta temporada encuentra su entretenimiento en la lucha por subir al cajón. Esa en la que Fernando Alonso y los pilotos de Red Bull son los protagonistas. Esa en la que Williams hace de actor de reparto en algunos capítulos y en otros es protagonista absoluto. Esa en la que Kimi Räikkönen no está presente ni cuando el alto mando pasa revista a las tropas. En ese segundo planeta, el F14-T del asturiano promete plantar cara al RB10 de Daniel Ricciardo y Sebastian Vettel. Las curvas rápidas de Silverstone, magnificadas en Becketts, son del agrado de los monoplazas italianos y austriacos, comensales de paladar fino.

El rendimiento de Fernando Alonso en la segunda sesión se asemeja a lo observado en la primera. El español finalizó tercero a siete décimas del Mercedes de Hamilton, pero consiguió interponer una diferencia de 0,3 unidades entre su F14-T y el Red Bull de Daniel Ricciardo, quien presumiblemente sería su competidor directo en la carrera del domingo, si en Maranello lo permiten. Un poco más lejos quedó Sebastian Vettel, a una distancia inapreciable para el ojo humano, pero al igual que su compañero demostró mayor consistencia en las tandas largas que el asturiano. No obstante, Alonso volvió a derrotar en el duelo directo a Räikkönen, que acusó problemas de adherencia con el compuesto duro y se quedó a 1.3 segundos del ovetense.

Jenson Button utilizó un casco rosa en honor a su padre, fallecido en enero

El desplazamiento hacia el último grupúsculo de planetas precisa una propulsión superior, todo lo contrario que las máquinas que surcan los cielos del 'Planeta Incógnita' y el 'Planeta Enigma', entre otros. McLaren y Force India, naves nodrizas de este enfrentamiento, han tenido tardes contrapuestas en Silverstone. Jenson Button (7º), que ve el mundo de color rosa en honor a su padre, y Kevin Magnussen (8º) ocuparon puestos a los que Sergio Pérez (16º) y Nico Hülkenberg (17º) esperan alcanzar tras una trabajada remontada en las próximas horas. No obstante, nada tiene que ver lo que pase los viernes con el devenir del gran premio. Si el agua roza a velocidad constante el asfalto inglés, las posibilidades de encontrar una clasificación atípica aumentarán exponencialmente. Todo puede pasar mañana en el cincuentenario de un circuito mitológico.

| Autoría imágenes | Zimbio.com |