Terreno despejado para Mercedes después de las turbulencias. Temperatura agradable tras haber sorteado los desastres climatológicos que, un año más, alguien ha impuesto nada más entrar en el ecuador del campeonato. Las 'flechas plateadas' no entienden de restricciones en una campaña que prometen dominar todos los registros de principio a fin y en la que Lewis Hamilton y Nico Rosberg se juegan un 'rey de la pista'. La vida no es gris en Brackley, es de color de plata, mucho más brillante que el encapotado cielo germano durante la disputa del gran premio. El dominio no entiende de FRICs.
Mercedes firmó un fin de semana casi perfecto en el Gran Premio de Alemania
El espíritu de la Fórmula Uno era otro. Siempre a la cabeza de la ingeniería automovilística, a la vanguardia de los diseños, cuna y laboratorio de proyectos brillantes ideados por mentes privilegiadas. Estos cerebros continúan ahí, pero cada vez tienen más complicado explotar sus cualidades en beneficio de la competición. Más barreras, más restricciones, más cambios incesantes y, sobre todo, más prohibiciones y limitaciones que cercan a estos animales de casi mil caballos de potencia.
Esta película ya se ha proyectado en el pasado. Este año es el FRIC, pero no es la primera vez que se ve este filme en el circo. El control estable y duradero se convierte en sinónimo de persecución y prohibición. Solamente ocurrió de forma distinta el pasado curso con los neumáticos Pirelli: su peligrosidad instó a la FIA a recobrar el compuesto de 2012 y desestabilizar la balanza del campeonato.
De forma más visual ocurrió en 2006, cuando Renault tuvo que dejar de emplear el 'Mass Dumper' en si R26 o, si echamos la vista atrás, en 1993 cuando el organismo prohibió a Williams el uso de un sistema electrónico que lograba un efecto similar al FRIC y que se consideró una “ayuda de conducción”. Aquél FW15C era una obra de ingeniería tecnológica, con suspensión activa, frenos antibloqueo, dirección asistida o control de tracción, entre otras novedades. Pero al “pequeño Airbus” de Alain Prost también le cortaron las alas.
El FRIC se une al Mass Dumper del Renault R26 y a las ayudas electrónicas del Williams FW15C
En cualquier caso, no hay prohibiciones que valgan en Mercedes. O, al menos, es la conclusión que se extrae de este fin de semana en Hockenheim. Gran Premio perfecto que Rosberg mantuvo bajo control en todo momento y en el que Hamilton corrigió su accidente de la clasificación con una remontada incansable desde la cola de la parrilla hasta el podio. ¿Qué es el FRIC? Dejaron atrás a Force India, McLaren, Red Bull y hasta a Hill, Senna, Lauda y sus célebres “coches de mierda” que también compiten hoy. Esos que hace un año estuvieron un tiempo por delante de unas flechas plateadas que, por aquél entonces, no emitían sonido ni mecánico ni humano.
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