El accidente de Jules Bianchi en el Gran Premio de Japón ha reavivado las dudas sobre la seguridad en la Fórmula 1, y ha puesto de manifiesto la necesidad de mejorar los protocolos en caso de accidente. Así, el máximo organismo de este deporte estudia implantar un nuevo sistema para reducir la velocidad en situación de bandera amarilla, y cabe la posibilidad de que se pruebe en el Gran Premio de Estados Unidos, que se disputa en el circuito de Austin.

Esta medida, utilizada en otras categorías del motor, se introduciría con el fin de controlar el ritmo de la carrera cuando las banderas amarillas estén siendo mostradas a los pilotos. La propuesta consiste en instalar algún sistema en los monoplazas para limitar la velocidad en zonas de precaución.

Todas las escuderías respaldan el plan de la FIA, y es cuestión de tiempo que logre implantarse en la máxima categoría del automovilismo. La propuesta actual se basa en un sistema en el que, cuando se estén mostrando banderas amarillas, los conductores deban reducir la velocidad a un tiempo "delta" específico en esa zona del circuito. Además la FIA y los equipos tendrán que buscar la manera de comunicar ese tiempo "delta" a los pilotos, para que estos tengan un intervalo suficiente para reaccionar.

"Lo que realmente queremos hacer es que los conductores reduzcan la velocidad en un momento dado, bajo unos límites y en el lugar preciso. Hay que advertir a los conductores de lo próximo que van a ver y luego darles el tiempo para hacer los ajustes necesarios", declaró Charlie Whiting, que declaró que la intención es que estos cambios estén preparados para el inicio de la próxima temporada.

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