Formula 1 VAVEL

ADÁN Y LA MANZANA

Se habla del machismo, las más de las veces, peyorativamente. La óptica debe ser otra: la mitad de la población mundial es de mujeres, el resto, de sus hijos

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ADÁN Y LA MANZANA
Daniel Ricciardo (Foto de Fanatic Co. Inglaterra)
delacorsa
Por Ángelo della Corsa

XI
¡A Mil Por Hora!
POTENCIA VIRIL
Ángelo della Corsa

Un sabio ya está más allá del bien o del mal y habla claro: Catherine Deneuve fue precisa, concisa y maciza al definir a los hombres como niños, quienes cuando van creciendo, juegan con juguetes cada vez más caros.

Ulises vacilaba de lo lindo al luchar contra el canto de las sirenas poniéndose cera en los oídos. Alejandro El Magno gozaba retando a los espadazos, de-a-mentirillas, a su hombre de confianza, Hefestión, comandante de la caballería imperial. Napoleón Bonaparte se divertía como chamaco ordenando llevar obeliscos de Egipto a París, y así, hizo la ciudad más bonita del mundo.

Aristóteles Onassis compraba todos los barquitos que podía, pero dormía igual a un bebé si lo arrullaban cantándole arias de ópera al oído. En los tiempos de El Circo Romano nada era tan prestigioso como ser el amo de una cuadriga tirada por caballos y además, triunfadora.

En la Fórmula 1 se realizan proezas lúdicas de enorme altura para regocijarse en ese estímulo que causa adicción. Y pululan infantes grandes, con mucha fortuna. Personajes indispensables como Bernard Ecclestone, Ron Dennis o Frank Williams, sumados a tantos imitadores.

Hay unos más a los que les gusta jugar, pero apostando.

Tipos astutos que con sus marcas van en busca de éxitos descomunales en los negocios: Dietrich Mateschitz, que ha logrado crecimientos notables con su bebida Red Bull. Gerard López, distinguido financista quien llega, adquiere equipos de fútbol o empresas y las hace triunfar para venderlas luego. O Carlos Ghosn, mandamás en Renault, Nissan e INFINITI, quien se ocupa en posicionar sus marcas a tiempos récord por todo el globo.

Pesos pesados de la economía y patrocinadores de los carritos de alta velocidad. Es la publicidad, se podrá aducir. Pero no. Es mucho más que eso. Es cosa de un juego de gran utilidad y alto valor.

El mundo estará de cabeza. La tierra habrá perdido su juventud. Problemas se tendrán al por mayor. Pero esto va a continuar...

Las galopadas de coches supremas es un chirimbolo de patrones como ellos. Niños, ya crecidos que manejan riquezas casi demenciales y que, además, llevan la emoción a millones de espectadores.

Estas competiciones de la categoría suprema, como se ve: son cosa de hombres. De virilidad pura.

Y con sus carros en forma de punta, espuma blanca derramada en los altares del triunfo y sus soldaditos de plomo bien uniformados; más con su talento y buena dosis de ambición: son dueños, aparte, del mayor estilo, una puntualidad severa y carisma para encantar al más pintado. Se adornan junto a los reyes, los jeques o los mandatarios políticos más imporantes. Ajá. A jugar, porque el mundo se va a acabar.

SOBRE LAS ÍES
Las carreras cambiaron: de unos autos como tinas de baño con cuatro ruedas –los de hace 65 años– ya se ha llegado a los coches híbridos del presente y mirando al futuro.

Para ciertos aficionados quisquillosos, pareciera que se pierde algo de interés; en cambio, quienes vieron varios de los Grandes Premios de 2014 opinan, en su mayoría, que hubo grandes pruebas y que la guerra así como las batallas fue un espectáculo sensacional.

El dominio de la cuadra de Mercedes AMG ha sido cuestionado de manera sincera y abundante por algunos críticos. Fue en vano. Los contradijo el duelo entre sus dos pilotos, resuelto a cabalidad con preciosa lucha intestina. Ambos corredores regalaron una temporada con verdad inciestionable. Apasionada, emocionante, llena de suspenso hasta la última fecha. Así su equipo, haya perdido sólo tres carreras en el año previo.

La lucha tecnológica entre los maquinistas va a continuar –en realidad de laboratorios que discurren Unidades de Potencia– el enfrentamiento en la paz se verá entre Alemania, Francia, Italia y más ahora que se les unirá el Japón con su nave insignia: Honda. Un kamikaze...

¡Y potencia de más!

Twitter: @delacorsa

[EN LA FOTO DEL ÍNDICE: Daniel Ricciardo ensaya en Jerez de la Frontera -en el INFINITI RB- en preparación de la campaña de 2015]