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Previa histórica Gran Premio de Bahréin 2010: el debut soñado

Tras su mala experiencia en McLaren y sus dos años sin títulos en Renault, Fernando Alonso daba por fin su salto a Ferrari y lo hacía de la mejor manera posible: alcanzando el triunfo en su primera carrera como piloto de la Scuderia. Finalmente, el matrimonio entre ambos no traería todos los éxitos deseados, pero, aquel 14 de marzo, el asturiano entró en la historia de la escudería más laureada de la Fórmula 1.

Previa histórica Gran Premio de Bahréin 2010: el debut soñado
Previa histórica GP de Bahréin 2010: el debut soñado. | Foto: laf1.es
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Por Adrián Rodicio

La unión entre Ferrari y Fernando Alonso, que prometía tantos éxitos para ambos, piloto y escudería, se ha disuelto ya. Diferentes motivos han evitado que juntos pudieran sumar nuevos títulos en su palmarés y el asturiano ha dejado su asiento a Sebastian Vettel, quien ahora porta la presión de ser el futuro de la Scuderia. Sin embargo, nadie puede negar que el asturiano forma ya parte de la historia de Ferrari, un matrimonio que para ellos comenzó de la mejor manera posible hace más de 5 años, el 14 de marzo de 2010.

Así, la ilusión que había generado el fichaje del español por el equipo italiano quedaba justificada tras la primera carrera. Un solo Gran Premio fue todo lo que necesitó Fernando Alonso para ser historia viva de Ferrari, convirtiéndose en uno de los cuatro pilotos que se alzaron con el triunfo en su primera carrera para la Scuderia, junto con Mario Andretti, Nigel Mansell y Kimi Räikkönen.

Tres años de sinsabores

Tras sus dos títulos mundiales, logrados como piloto de Renault, Fernando Alonso aterrizaba en Ferrari tras tres años decepcionantes. Su paso por McLaren había estado muy lejos de colmar sus expectativas y los problemas con el equipo hicieron al asturiano tomar la decisión de volver al equipo francés a la espera de una mejor oportunidad.

Por su parte, Ferrari sí se hizo con el título mundial en el año 2007, gracias a la mala gestión de McLaren aquel año, que le dejó el título en bandeja a Räikkönen. Además, los problemas derivados del caso de la entrega de un dossier técnico confidencial por parte de Nigel Stepney, Jefe de mecánicos de Ferrari, a Mike Coughlan, Jefe de diseño de Mclaren, acabaron en la descalificación del equipo inglés de cara al campeonato de constructores de aquel año.

Sin embargo, los dos siguientes años fueron frustrantes para el equipo italiano, que vió como Felipe Massa se quedaba sin el título tras haberlo rozado con las manos en 2008 y como Brawn GP y Red Bull aprovechaban el cambio de normativa de 2009 para superar tanto a McLaren como a la propia Ferrari, quien acababa cuarta en el campeonato de constructores.

Una unión que prometía éxitos

El 30 de septiembre de 2009, Ferrari anunciaba a través de un comunicado el fichaje de Fernando Alonso, segundo piloto español en pilotar un monoplaza de la Scuderia, después de que Alfonso de Portago disputara cinco carreras entre 1956 y 1957. Los rumores que presagiaban la llegada del asturiano al equipo italiano finalmente tomaron cuerpo.

Comunicado de Ferrari confirmando el fichaje de Fernando Alonso. | Foto: marca.com

La expectación durante la pretemporada fue enorme. Aficionados tanto del equipo italiano como del piloto español siguieron con entusiasmo los primeros pasos de una relación que algunos llevaban esperando desde el adiós del asturiano a McLaren. Los entrenamientos parecían confirmar las buenas sensaciones respecto al rendimiento del F10, pero todo quedaba en el aire hasta la carrera inaugural.

Tras varios meses de espera, los monoplazas invadían por fin el asfalto de Bahréin el 12 de marzo. Los entrenamientos libres reafirmaron lo que muchos avanzaban: Ferrari y Red Bull iban a ser los principales favoritos. Además, los aficionados tenían otro importante motivo para desear el comienzo de la temporada, ya que tras varios años de ausencia, Michael Schumacher volvía a subirse a un Fórmula 1. Por primera vez después de su retiro, el único heptacampeón del mundo de la historia regresaba a la competición, esta vez como piloto de la nueva escudería Mercedes.

La sesión de clasificación no deparó muchas sorpresas y Sebastian Vettel se hacía con la pole position por delante de Felipe Massa y de Fernando Alonso. El piloto español logró el tercer mejor tiempo, a medio segundo del alemán y por detrás de su compañero de equipo, pero sabía que lo importante tendría lugar al día siguiente, en su primera carrera como piloto de Ferrari.

Un comienzo de ensueño

Gran Premio de Bahréin, 14 de marzo de 2010, el debut de Fernando Alonso a los mandos de un Ferrari, el regreso de Mercedes como equipo constructor a la Fórmula 1 y el retorno del rey, Michael Schumacher, después de su retiro en 2006. No faltaban alicientes para la primera carrera de la temporada. Era, además, la primera vez, y a posteriori la única, que se utilizaba un trazado diferente para esa carrera, ya que el Circuito Internacional de Bahréin fue modificado para añadirle 8 curvas más, alcanzando una longitud total de 6'3 kilómetros.

Sebastian Vettel conseguía mantener la primera posición tras la salida, pero Fernando Alonso aprovechaba para superar a Massa y situarse detrás del alemán, una posición que le permitía amenazar, desde la distancia, la victoria del piloto germano. Cuando se acercaba el momento de detenerse en boxes, el de Red Bull lideraba con unos cinco segundos de ventaja respecto al asturiano.

Ferrari decidió entonces hacer entrar en el garaje a su piloto una vuelta antes de que Red Bull hiciera lo propio, lo que permitió a Alonso recortar distancias con el líder de la prueba. El español empezó a rodar ligeramente más rápido que Vettel, pero mantenía las distancias para acometer el adelantamiento más adelante. En la vuelta 34, el resultado final de la prueba quedó sentenciado.

Sebastian Vettel, de repente, comenzó a perder potencia en su RB6, lo que le impidió siquiera defender su liderato ante un Fernando Alonso que se dirigía sin oposición hacia su primera victoria desde el Gran Premio de Japón 2008. El alemán se vería superado también por Felipe Massa y por Lewis Hamilton, pero logró contener a Nico Rosberg y a Michael Schumacher para salvar la cuarta posición.

Así, la bandera de cuadros ondeó para celebrar la victoria de Fernando Alonso en su debut como piloto de Ferrari, quien además estuvo secundado por Felipe Massa para firmar un prometedor doblete en la carrera inaugural. Había sido el comienzo soñado y para Fernando Alonso significaba también entrar en el club de los cuatro pilotos vencedores en su primera carrera con Ferrari, convirtiéndose además en el único piloto de la parrilla en lograr victorias con tres equipos distintos. No se podía imaginar una forma mejor de empezar a escribir la historia.

Fernando Alonso celebra sobre su monoplaza la victoria en el GP de Bahréin. | Foto: safety-car.es

Cinco años sin títulos

Si el comienzo del año había sido inmejorable para Alonso y para Ferrari, el final se quedará para siempre en la retina de los aficionados. La temporada había sido muy difícil, y la batalla con Red Bull, tremendamente dura. Pese a todo, el español llegaba como favorito a la última carrera del año en Abu Dhabi y la sesión de clasificación ponía las cosas muy a su favor. Sin embargo, la carrera, que tendría que haber finalizado en una gran celebración, acabó siendo un infierno.

Un grave error de estrategia por parte del muro del equipo italiano condenó al piloto asturiano a vagar detrás del Renault de Vitaly Petrov durante gran parte de la carrera, mientrás veía como Sebastian Vettel, quien había llegado a Abu Dhabi tercero en la clasificación general, se dirigía sin problemas hacia su primer entorchado mundial. Alonso había rozado con los dedos el título, pero se le había escapado de una forma absolutamente incomprensible. Tras la carrera, Stefano Domenicali reconocía su error y eximía al bicampeón del mundo de cualquier resposabilidad. La decepción fue terrible.

Los siguientes cuatro años tampoco llevaron a Ferrari y a Fernando Alonso al título. La baja competitividad de los monoplazas rossos y el gran rendimiento de Red Bull, unido a un poco de mala suerte, hicieron inócuos los esfuerzos del español por conseguir campeonar como piloto del equipo italiano. Todo lo que logró en esos cinco años fueron tres segundos puestos en la clasificación general y once victorias.

Finalmente, y tras no lograr ni un solo triunfo en 2014 ante el apabullante dominio de Mercedes, Fernando Alonso y Ferrari separaron sus caminos. El asturiano apostó por McLaren y Ferrari se decantó por Sebastian Vettel para liderar a la Scuderia. La relación, que prometía ser exitosa, acabó sin que ninguno pudiera alcanzar su principal objetivo.

La elección del asturiano ha sido muy arriesgada, pero ha decidido jugarse el todo por el todo para lograr hacer real la única idea que tiene en su mente: alcanzar su tercer campeonato del mundo. El comienzo, por el momento, dista mucho de ser tan positivo como lo fue con Ferrari, pero su historia en la Scuderia le ha enseñado que el debut soñado a veces no viene seguido de los éxitos esperados. Quizás lo mejor esté aún por llegar.