La noticia de la vuelta de la congelación de las unidades de potencia durante la temporada a partir de 2016 no ha sentado nada bien en Renault. A las declaraciones del director de la marca francesa en Fórmula 1, Ciryl Abiteboul, quien manifestó que no piensan apoyar esta medida, se suman las del director de Red Bull Racing, Christian Horner, que advierte que de concretarse esto podríamos estar asistiendo al adiós del motorista a la máxima categoría del automovilismo.
El polémido anuncio ha sido recibido con agrado desde Mercedes y, cuando se cuestionó a Horner sobre un posible cambio de postura de los alemanes para evitar la fuga de otros fabricantes, declaró que "ellos no tienen por qué hacerlo, evidentemente," pero ante este escenario se encuentran "en un punto precario en términos de compromiso con Renault para el futuro". El jefe de equipo de Red Bull no se quedó ahí, añadiendo que "si se cierra el desarrollo en febrero" prácticamente Renault estaría "diciendo adios".
Por ello, invita a Mercedes y a la FIA, los dos grandes promotores de esta decisión, a reflexionar sobre este tema por el bien de la competición: "Mercedes necesita tener un poco de madurez para pensar en ello al igual que la FIA, y así decir lo que es mejor para el interés de la F1. Si pueden permitirse el lujo de perder un fabricante de motores, pueden seguir adelante con la homologación del 28 de febrero".
De no lograr un motor competitivo el 28 de febrero, la diferencia con Mercedes sería inalcanzable.
De acuerdo con el reglamento de 2016, los motores se congelarían a partir del 28 de febrero, y esto sería determinante para que los galos abandonen la categoría, ya que si no consiguieran desarrollar una unidad de potencia plenamente competitiva para esa fecha "la diferencia sería inalcanzable" durante el resto del año, por lo que Horner, firme en su postura, concluye alegando que "lo más sensato sería que el próximo año permitan el desarrollo durante la temporada".
Red Bull continúa trabajando
Pese al protagonismo de Renault durante las últimas semanas y todas las incógnitas que está dejando sin resolver, su principal equipo cliente, Red Bull, sigue con su hoja de ruta para esta temporada y, en palabras de Horner, los de Milton Keynes están haciendo "progresos con el chasis". "Hemos traído desarrollo y mejoras en cada Gran Premio desde Malasia, y tenemos mucho más por traer durante el año", afirmó.
El británico reconoce que no están al nivel en términos de aerodinámica de años anteriores, y cree que "comparado con las características del coche del año pasado" sufren de "una debilidad en las curvas lentas". Además, alega que les ha afectado "los cambios en el reglamento del morro, pero los chicos están consiguiendo un buen agarre ahí y logrando un buen control ahora", motivo por el que opina que "en las próximas carreras" se podrán ver "más pasos adelante".
Las palabras del Team Principal contrastan con las de su piloto, Daniel Ricciardo, quien manifestó amargamente que las últimas novedades "no han hecho nada" en el coche. Para Horner, estas declaraciones eran producto de la frustración, ya que "no estaba contento con su rendimiento. Obviamente, fue superado por su compañero de equipo en la clasificación, y sus expectativas aquí eran altas después del año pasado". Para justificar el pobre rendimiento del corredor en la última prueba, opina que "simplemente no fue capaz de encontrar un setup que haya funcionado para él".
Para conseguir que el piloto australiano encuentre mejores sensaciones en su RB11 en Austria, desde Milton Keynes han preparado un nuevo chasis, tal y como desveló el propio Ricciardo: "Está programado que obtenga un nuevo chasis allí". No obstante, el compañero de Kvyat no cree que el chasis fuera lo que lastró su rendimiento en Canadá, ya que alega que no fue "agresivo con los pianos" ni golpeó en ningún momento "el muro o cualquier cosa, no hay nada que pueda explicar ese tipo de daños".