Cuando estamos a punto de cruzar el ecuador del mundial de Fórmula 1 2015 (tendrá lugar dentro de 15 días con motivo del Gran Premio de Gran Bretaña en Silverstone), la Fórmula 1 ha visitado este fin de semana las tierras austríacas del Red Bull Racing, circuito que volvía al calendario hace un año tras sufrir una profunda remodelación para adaptarse a la actual normativa de seguridad.
Manteniendo su fiel estilo de trazado corto, rápido y con grandes desniveles, hecho que provoca que sea del agrado de la mayoría de los pilotos, los resultados del Gran Premio de Austria se podrían considerar como la confirmación de que la marca alemana Mercedes ha realizado el mejor trabajo de todos los fabricantes.
Tres motores no Mercedes (4º Sebastian Vettel, 8º Max Verstappen y 10º Daniel Ricciardo) fueron los únicos capaces de colarse dentro de un top ten dominado por la marca de la estrella. El resto, monoplazas propulsados por el equipo alemán, que sigue dominando con mano firme un campeonato que parece ser una repetición del año pasado.
Y es que a excepción de la victoria de Sebastian Vettel en Malasia por el error estratégico de Mercedes con sus dos pilotos y la excesiva degradación que sufrió en aquella prueba el W06, todas las banderas a cuadros han visto por primera vez a Lewis Hamilton o Nico Rosberg. Una diferencia demasiado grande por mucho que desde algunos lugares, nos quieran vender que están recortando la diferencia con la escudería alemana.
Porque la realidad y los números es bien distinta. La primera posición del cajón del podium salvo devacle mundial (cosa que suele ocurrir una vez cada 100 carreras), está reservada para Hamilton o Rosberg. Y este fin de semana en Austria, no ha sido una excepción.
Victoria para el piloto alemán de Mercedes en el Red Bull Racing gracias a una excelente salida, que le hacía recuperar el error de pilotaje que le había privado de lograr la pole position en la jornada del sábado cuando venía marcando todos los sectores en morado, y un gran ritmo de carrera donde nadie puso en peligro su liderato.
Recorta puntos Rosberg en el mundial a un Hamilton que se le ha visto bastante nervioso en este Gran Premio, con continuas salidas de pista en todas las sesiones de entrenamientos, e incluso cometiendo un error de novato al pisar la línea blanca que delimita el carril del pit lane en su única parada en boxes. ¿Todavía sigue el piloto inglés dando vueltas al error estratégico de Mónaco? La respuesta en próximas carreras.
Mientras, el resto de equipos han demostrado en Austria que siguen luchando por cumplir sus objetivos marcados. Ferrari en liderar la fuerza competitiva tras Mercedes (aunque con actuaciones como en Canadá y Austria, está propiciendo que Williams se ve con motivación para superarlos).
Force India, Red Bull, Toro Rosso, Lotus y Sauber, en abanderar una clase media donde los vaivenes de rendimiento son constantes y aportan el espectáculo que falta en la parte de arriba de la parilla de salida. Manor por su parte, a seguir sumando kilómetraje de cara a enfocar el 2016 como equipo B de alguna escudería importante.
Y McLaren-Honda … La fotografía de un equipo sin presente alguno, con la cabeza baja y cuyas expectativas de progreso se remontan aún a un futuro lejano. No les queda otra que seguir regando ese árbol de raíz amarga aunque de frutos dulces llamado paciencia, mientras esperan que el poder de los sueños haga realidad el expresado por Fernando Alonso: #LoMejorEstáPorLlegar
