La temporada 2015 de Fórmula 1 ha llegado a su ecuador. Muchas son las sorpresas y emociones que nos han deparado estas diez primeras carreras. La travesía de Ferrari a lo largo de esta primera parte del campeonato ha sido positiva, aunque en línea descendente si echamos un vistazo al comienzo de la temporada.
Un nuevo año de competición comenzó en Australia el 15 de marzo. Nuevas oportunidades, ilusiones renovadas y 19 Carreras por delante para conseguir un nuevo campeón del Mundo. La escudería Ferrari siempre ha de tener el objetivo de convertirse en campeones, tanto a nivel de pilotos como de constructores. A pesar de todo, ya son muchos años en los que los italianos no consiguen alzarse con ninguno de estos dos títulos.
Una nueva forma de trabajar
El primer evento de la Temporada, en Australia, no fue demasiado prometedor para los de Maranello. A pesar de la tercera posición obtenida por Sebastian Vettel, la distancia respecto a los dos Mercedes continuaba siendo demasiado alta. Nada más y nada menos que 34 segundos separaron al alemán de Ferrari del ganador del Gran Premio, Lewis Hamilton. Una nueva temporada dio comienzo, pero parecía un calco del año anterior, en la que los Mercedes arrasaron de cabo a rabo.
No obstante, en Malasia, todo cambió. Los Mercedes se mostraron vulnerables y desde la jornada de entrenamientos libres del viernes ya se intuía que Ferrari podría dar guerra y ganar la carrera el domingo. Así sucedió.
El equipo italiano no pudo luchar en Clasificación contra los Mercedes, pero su ritmo de carrera era muy parecido o incluso superior al mostrado por la escudería inglesa. Vettel consiguió dar un golpe sobre la mesa en Malasia y consiguió la primera victoria de la temporada para el equipo Ferrari. Kimi Räikkönen terminó en cuarta posición y no pudo luchar con Rosberg para entrar en el pódium. Esta carrera supuso un punto de inflexión para el Campeonato, en la que Ferrari se mostraba como un claro candidato para el título Mundial.
En Bahréin, Ferrari debía confirmar su paso adelante. Vettel falló en la tercera cita del Mundial, ya que tras diversos errores de pilotaje solo pudo acabar quinto. La confirmación del buen momento de Ferrari lo evidenció Räikkönen. El finlandés terminó en segunda posición y a solamente 3 segundos del ganador del gran premio, Lewis Hamilton. De esta forma, la escudería italiana demostraba que eran candidatos a luchar por todo en esta nueva Temporada que apenas daba comienzo.
Próxima parada, China. Después de una clasificación pasada por agua, la primera línea fue monopolizada por los dos Ferrari. Vettel y Räikkönen aprovecharon perfectamente estas condiciones para encarar con las máximas garantías la carrera. No obstante, la lluvia no apareció el domingo y los Mercedes revertieron la situación. A pesar de ser una carrera muy apretada entre los pilotos de Mercedes y Ferrari, Hamilton y Rosberg consiguieron un nuevo doblete. La escasa diferencia de 4 segundos separó a Hamilton del cuarto clasificado, Räikkönen. La esperanza de conseguir cosas importantes seguía intacta para los italianos.
La decaída llegó en España
Tras un parón de varias semanas, en las que los equipos introdujeron algunas mejoras para potenciar sus monoplazas, llegó la primera carrera en Europa, el Gran Premio de España. Esta cita significaba la oportunidad definitiva para que Ferrari diera el paso adelante que le faltaba. A mucho pesar para los italianos, la distancia respecto a los dos Mercedes se incrementó. Rosberg fue el ganador de este gran premio y el primero de los Ferrari, Vettel, terminó a 45 segundos del piloto alemán. Esta distancia significaba la mayor de las cinco Carreras que se habían disputado. Por lo tanto, en vez de acercarse más a Mercedes, los italianos se descolgaron de ellos.
En Mónaco las distancias se volvieron a reducir. No obstante, la carrera no fue una más, si no que se vio afectada por la salida del coche de ceguridad en las últimas vueltas, lo que trastocó algunas posiciones y las distancias se redujeron por completo. El ganador del Gran Premio de Mónaco fue Rosberg, después de que el coche de ceguridad y el propio equipo Mercedes, perjudicara gravemente al piloto británico. Vettel terminó 2º a 4 segundos de Rosberg.
Aparece un nuevo competidor
Con el Gran Premio de Canadá volvió la normalidad. Los dos Mercedes se impusieron con contundencia en la carrera y volvieron a celebrar un nuevo doblete, esta vez, con Lewis Hamilton en lo más alto. Por su parte, los dos Ferrari no pudieron luchar, ni de lejos, por conseguir algo más importante que el cuarto puesto obtenido por Räikkönen.
Las malas noticias y sensaciones se situaban sobre el tejado de la escudería italiana, ya que aparte del dominio aplastante de los Mercedes, parecía que una nueva escudería había resurgido, Williams. Valtteri Bottas consiguió terminar tercero y con esto sembró la preocupación sobre Ferrari y las ganas de que Williams pudiera convertirse en el segundo equipo.
Semanas después, en Austria, Williams dejó claro que quería convertirse en la segunda escudería de la parrilla. Los de Maranello comenzaron a ponerse un tanto nerviosos, ya que los de Williams hicieron una gran clasificación y se situaron por delante de ellos. A pesar de todo, Vettel pudo maquillar un poco el resultado en la carrera. El alemán terminó en cuarta posición, situándose entre los dos pilotos de Williams, Massa y Bottas respectivamente. Las expectativas de Ferrari de cara a lo que restaba de temporada habían cambiado. Primero debían centrarse en consolidarse como el segundo equipo y después, intentar acercarse a Mercedes.
El Gran Premio de Gran Bretaña trajo medianamente la tranquilidad al equipo Ferrari. A pesar de que Williams mostró un ritmo superior durante todo el fin de semana, las dificultades meteoroógicas favorecieron a Vettel y consiguió acabar la carrera tercero, por delante de los dos Williams. Räikkönen no tuvo una buena carrera y solamente pudo terminar en octava posición. Faltaba mucho ritmo en el monoplaza y debían recuperar las buenas sensaciones de principio de temporada.
Hungría: fe en lo que vendrá
Y por último, llegó Hungría. Esta fue la última carrera antes del parón veraniego, en el que las escuderías disfrutaran de prácticamente un mes para poner a punto sus monoplazas y encarar en las mejores condiciones posibles la segunda mitad de la temporada.
En el Gran Premio de Hungría, Ferrari volvió a ganar. No obstante, Vettel se subió a lo más alto del cajón gracias a una pésima carrera de los pilotos de Mercedes. Los coches italianos mostraron un buen ritmo de carrera durante gran parte del gran premio, pero la victoria hubiera sido mucho más complicada si los pilotos de Mercedes no hubieran sufrido percances ni sanciones. A pesar de todo, esta carrera mostró que los de Maranello se han consolidado en la segunda posición en lo que a escuderías se refiere.
El equipo Ferrari deberá traer muchas mejoras y potenciar más su monoplaza si quieren tener una mínima oportunidad de conseguir títulos en esta temporada. Un mes da para mucho, aunque no solamente evolucionará Ferrari, sino que también lo harán todos sus rivales. La clave estará en el grado de evolución que muestren todos los equipos. Todavía queda mucho, nueve grandes premios en los que se decidirá el Ganador de la temporada 2015 de Fórmula 1.