Se apagan las luces. Tras dos intensas semanas de descanso, la Fórmula 1 inicia su fin de semana más 'oscuro' en el Gran Premio de Singapur. Por mucho que sea una carrera nocturna y con un horario diferentes, la realidad seguirá siendo la misma. Los Mercedes querrán mantener el dominio mostrado durante la temporada, a pesar de que ahora uno de ellos empiece a descolgarse y no solo por fallos del equipo. Nico Rosberg no llevó motor nuevo a Monza mientras que Hamilton sí. El inglés venció. El alemán terminó rompiendo su prosulsor a pocas vueltas del final.
A pesar de este contratiempo, nadie en el paddock duda que los dos pilotos de la escudería alemana se vayan a jugar el título. 21 puntos separan a Sebastian Vettel, que es 3º, de Nico Roberg y 53 a este último de su compañero de filas, Lewis Hamilton. La gran ventaja del inglés ya asusta y más de uno da por concluído el mundial. Una victoria del británico y un nuevo abandono del aleman de Mercedes sería un gran golpe sobre la mesa.
Cierto es que en la Fórmula1 nada es imposible, y que todo está por ver, pero quizás este no sea el circuito clave para intentar buscarle las cosquillas al inglés. Tan solo tres pilotos han logrado vencer en el trazado de Marina Bay, Sebastian Vettel con 3, Fernando Alonso con 2 y Lewis Hamiton también con 2. En caso de que el inglés venca podría lograr un doble triplete: lograr tres victorias en Singapur y acercarse ferozmente a su tercer Mundial.
Las carreras con las que más disfruta el inglés son las que lidera de principio a fin, sabiendose el mejor de todo el fin de semana y sin que nadie pueda acercársele. Esto es lo que sucedió en el GP de Singapur de 2009.
Lewis Hamilton salía desde la pole, y a diferencia de las últimas carerras, su salida fue impecable. Los problemas llegaron poco después, cuando se quedo sin KERS por un problema en su McLaren. Por detrás, llegaba un fuerte Alonso realizando una espectacular salida y luchando por la cuarta plaza con el alemán Timo Glock.
Tras la salida del Safety Car, Sebastian Vettel, se le acercó al inglés peligrosamente y en más de una ocasión llegó a meterle el morro. En esos momentos, por detrás, en la 14º posición rodaba un perdido Nico Rosberg, que nunca se ha encontrado cómodo en este circuito.
A pesar de estas disputas, los que se jugaban el Mundial en ese momento eran los dos pilotos de Brawn GP, Rubens Barrichello y Jenson Button, quién finalmente se alzaría con el títutlo, pero que ésta, tampoco fue su carrera. Singapur solo está al alcance de los mejores. Todo seguía tranquilo hasta que Vettel entró en boxes. Un exceso de velocidad en el pit lane le penalizó con un drive trought dándole un respiro a Lewis y acercando a Fernando Alonso a su segundo podio en el trazado de Marina Bay.
61 vueltas después, el resultado se saldaría de la siguiente manera: victoria para Lewis Hamilton, que lograba la segunda de la temporada, con Timo Glock segundo y Fernando Alonso tercero. El español volvía al podio casi un año después. Cuarto era Sebastian Vettel, a pesar de su sanción y quinto Jenson Button, que le mete un puntito más en el Mundial a su compañero Barrichello.
En esta ocasión, cualquier parecido con lo sucedido en 2009 no será más que una casualidad, quitando la victoria de Lewis que es muy probable. El inglés llega lanzado y no sería extraño que marcase aquí un punto de inflexión en el Mundial.